Informe 'Situación España'

BBVA rebaja sus previsiones y prevé que la economía crezca la mitad en 2023

El servicio de estudios de la entidad revisa sus estimaciones "en un contexto de riesgos a la baja asociados a la eventual persistencia de una elevada inflación y a las posibles restricciones de gas en Europa".

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha asegurado este martes que el "gran reto de España es la inflación" y ha pedido a los ciudadanos que no se dejen llevar por las tesis de "curanderos", en alusión al PP, que culpan al Ejecutivo de ese problema. Antes de su intervención hablaba con la vicepresidenta primera, Nadia Calviño.
BBVA rebaja sus previsiones y prevé que la economía crezca la mitad en 2023.
EFE

BBVA Research ha mantenido su previsión de crecimiento para la economía española en el 4,1% para 2022, pero ha rebajado casi a la mitad el estimado para 2023, al 1,8%, en un contexto de riesgos a la baja asociados a la eventual persistencia de una elevada inflación y a las posibles restricciones de gas en Europa. Durante la presentación del informe 'Situación España', el director de BBVA Research, Jorge Sicilia, ha explicado que de momento no se espera que el crecimiento de la economía española se vaya a "truncar".

Durante la presentación del informe 'Situación España', el director de BBVA Research, Jorge Sicilia, ha explicado que de momento no se espera que el crecimiento de la economía española se vaya a "truncar". La mayor resistencia de España vendría dada por la menor dependencia del gas ruso, la riqueza acumulada de las familias que aún no se ha usado y por la favorable evolución de la inversión en bienes de equipo a consecuencia de la aceleración de las licitaciones de fondos europeos.

Según BBVA Research, el gasto de las familias se ha visto negativamente afectado por el incremento en el precio de materias primas y bienes intermedios, y particularmente del combustible y la electricidad. Además, ha aumentado la probabilidad de un escenario de escasez de gas en Europa, lo que ha llevado a continuas revisiones en las perspectivas sobre su coste. La nueva revisión al alza en el precio del gas podría restar entre 0,1 puntos y 0,2 puntos adicionales al crecimiento del PIB en 2023. 

A esto se ha sumado, tras un período de contención entre 2020 y finales del 2021, un mayor traspaso del repunte en los costes de producción a los precios finales, al percibir las empresas que el encarecimiento de los insumos sería más duradero del inicialmente esperado. En consecuencia, la inflación continúa sorprendiendo al alza, y ha dejado de estar limitada a unos cuantos componentes del IPC. La subyacente, que incluye el 82% de la cesta de bienes y servicios de los hogares, podría subir aún más y promediar casi un 6% durante el segundo semestre del año.

Por otra parte, los hogares no están utilizando al ritmo previsto la riqueza acumulada durante el confinamiento para consumir. El ahorro, como porcentaje de la renta disponible, se mantiene alrededor de su promedio histórico. En este sentido es posible que la incertidumbre sobre la evolución de la economía y el incremento de la inflación acaben haciendo que los hogares retrasen algunas decisiones o incluso se incentive la inversión en vivienda como refugio.

Los expertos de BBVA Research hacen especial mención en su informe al bajo crecimiento de la productividad por trabajador. Los últimos meses, la afiliación a la Seguridad Social avanza a ritmos que en otras ocasiones han implicado tasas de crecimiento del PIB mayores. Esto puede ser una consecuencia directa de la mayor creación de empleo en determinadas actividades del sector servicios y del nivel en el que se encuentra la tasa de paro, la más reducida desde septiembre de 2008. Por otro lado, el efecto de la reforma laboral, que ha supuesto un incremento del porcentaje de contratos fijos discontinuos, puede estar manteniendo la creación de empleo pero con una menor intensidad de horas trabajadas.

A pesar de la revisión a la baja del crecimiento esperado del PIB para 2023, los economistas de BBVA Research sostienen que por el momento la recuperación se mantiene y la inercia es positiva de cara al tercer trimestre de este año. Esperan que la desaceleración de la actividad sea acotada y de corta duración, gracias a diversos factores. En primer lugar, la riqueza acumulada durante el confinamiento podría sostener el consumo durante los próximos trimestres pese a los riesgos que rodean a la economía y ayudaría a suavizar el impacto de varios de los elementos negativos descritos previamente, o bien destinarse a la compra de vivienda.

En segundo lugar, la ejecución de los fondos Next Generation EU (NGEU) podría acelerarse durante los próximos trimestres. Por último, los efectos positivos de la reforma laboral podrían ayudar a sostener la evolución del consumo, particularmente de los más jóvenes, además de favorecer la productividad. Los datos de contratación apuntan a que los cambios en la regulación están reduciendo el peso de la temporalidad, especialmente entre los menores de 25 años. La mayor seguridad en el empleo podría reducir el ahorro precautorio entre este tipo de trabajadores o incrementar su disposición a endeudarse. Además, una relación laboral más estable podría aumentar los incentivos a invertir en el capital humano de las personas contratadas.

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