Nuevo organigrama de la patronal

Garamendi mete a la banca en la cúpula de CEOE en plena guerra por el impuesto

La Junta Directiva nombra vicepresidenta a Alejandra Kindelán, presidenta de la principal patronal bancaria (la AEB) e impulsora del 'lobby' del sector en las relaciones con el Gobierno y con las autoridades europeas.

Antonio Garamendi y Alejandra Kindelán
Garamendi mete a la banca en la cúpula de CEOE en plena guerra por el impuesto
CEOE

Golpe de timón de Antonio Garamendi. El recién reelegido presidente de la CEOE rearma el organigrama de la organización empresarial para encarar una nueva etapa en las relaciones con el Gobierno. En un contexto económico delicado, en el que el Ejecutivo está impulsando una hoja de ruta en esencia contraria a los intereses de las grandes empresas para proteger de los efectos de la escalada de la inflación a los colectivos más vulnerables, el empresario vasco coloca a la patronal bancaria en la cúpula de la confederación. No es un movimiento baladí, ya que la presidenta de la AEB, Alejandra Kindelán, es la gran promotora del lobby del sector contra el nuevo impuesto que ha creado el Gobierno, aprobado ese miércoles por el Senado, y la principal interlocutora con la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, con quien ha cerrado importantes acuerdos.

La Junta Directiva de la CEOE ha designado, a propuesta del presidente Garamendi, a Alejandra Kindelán como nueva vicepresidenta de la patronal. Junto con María Helena Antolín, vicepresidenta del Grupo Antolín, que también se incorpora a las vicepresidencias de la organización nacional, vienen a reforzar los órganos de gobierno y de toma de decisiones en sustitución de la presidenta de la patronal de las eléctricas AELEC (antigua UNESA), Marina Serrano, y la presidenta de la empresa farmacéutica Grupo Juste, Inés Juste. Y lo hacen desde dos sectores clave en estos momentos: la banca y la gran industria, ambos inmersos en procesos cruciales de reestructuración y afectados de lleno por el entorno de encarecimiento de los tipos de interés y de los costes financieros y energéticos de las empresas.

El ascenso de la banca en la estructura de la confederación empresarial es visto como un acierto en el sector. Garamendi siempre ha ensalzado la figura de los bancos como impulsores de la economía y ha defendido su papel esencial en la colaboración público-privada con el Gobierno desde el estallido de la pandemia en gestiones tan relevantes para las empresas como la de los créditos ICO. Y la patronal del sector le ha correspondido tanto con el apoyo a su candidatura en las elecciones de la CEOE como con el agradecimiento por la confianza depositada para esta nueva etapa en la patronal desde una mejor posición en los órganos de gobierno que supone "una oportunidad para conocer mejor las necesidades de la economía y de las empresas de distintos sectores", así como de reforzar "la capacidad de apoyar a la economía real", en palabras de la propia Kindelán.

La máxima responsable de la principal patronal bancaria del país también ha destacado en un comunicado que España atraviesa tiempos "marcados por la incertidumbre y el cambio continuo" y, en este contexto, ha apostado por "estar unidos para seguir contribuyendo, desde el sector privado, al crecimiento económico sostenible y a la creación de empleo". "No me imagino mejor lugar que la CEOE para ayudar a las empresas, grandes, medianas y pymes, a los autónomos, y en última instancia a la sociedad española a encontrar soluciones a sus desafíos. Esta siempre ha sido y será la razón de ser del sector bancario", concluye el breve escrito de la ya vicepresidenta de la confederación empresarial a nivel nacional.

El ascenso de la presidenta de la AEB en el escalafón de la cúpula patronal coincide con la antesala de la batalla judicial que ya están preparando los bancos contra el Gobierno por el nuevo impuesto que gravará los beneficios de las entidades de los ejercicios 2022 y 2023. La patronal bancaria lleva meses moviendo hilos en la CEOE para intentar frenar la iniciativa del Gobierno. Y también a través de BusinessEurope, la patronal europea, que en los inicios de la tramitación parlamentaria llegó a dirigir una carta a autoridades comunitarias en la que alertó del impacto sobre las empresas y la recuperación económica de las medidas extraordinarias adoptadas en distintos Estados miembros en materia impositiva, sobre las que los representantes de los empresarios europeos manifestaron su preocupación.

Hay que recordar que las patronales, más allá de presionar al Gobierno para intentar que retire la medida, no pueden recurrirla en los tribunales por no ser un sujeto pasivo del impuesto, por ello, dependerá de la decisión que tomen los bancos. Y algunas entidades ya han anunciado de manera contundente que lo recurrirán, como es el caso de Bankinter. "Al día siguiente de pagarlo, lo vamos a recurrir", ha asegurado públicamente su consejera delegada, María Dolores Dancausa. Otras, como Santander, Caixabank, Sabadell o BBVA también se han posicionado en ese sentido en mayor o menor medida, aunque sin desvelar sus planes hasta la fecha. La maquinaria jurídica está en marcha y en estos momentos "están todas las opciones abiertas", indican fuentes del sector que matizan que "en cualquier caso, el recurso debe hacerse cuando se pague el impuesto".

Kindelán ha defendido los intereses del sector "de manera contundente" en el seno de la CEOE, tal y como destacan desde dentro de la organización empresarial. Una fuente de la Junta Directiva recuerda que en una reunión de los órganos de gobierno celebrada el pasado mes de julio la representante del sector dio la voz de alarma por el impuesto y cargó contra el Gobierno por tergiversar los beneficios de la banca en su argumentario y utilizarlos como excusa para subirles los impuestos. Según esta fuente, Kindelán explicó en el cónclave empresarial de máximo nivel que el Ejecutivo no puede hablar de beneficios extraordinarios para justificar el sablazo fiscal porque se trata de una normalización de los tipos de interés que, por otro lado, no asegura una mejora de la rentabilidad y podría venir acompañada en el futuro de un aumento de la mora, de mayores provisiones y depreciación de carteras.

La presidenta de la AEB no solo ha maniobrado dentro y fuera de la CEOE para desactivar un gravamen que consideran que genera un problema de doble imposición, es contrario a los principios de igualdad y no discriminación y afectaría negativamente a la economía y el empleo. Kindelán también se ha mostrado "muy hábil" en la interlocución con el Gobierno y especialmente con la vicepresidenta Calviño, con quien ha alcanzado importantes acuerdos. Fuentes de la organización empresarial destacan el firmado a finales de noviembre para ayudar a hasta a un millón de familias a mitigar el impacto de la continua y acelerada subida de tipos de interés en el pago de la cuota de la hipoteca. "Es una gran negociadora, firme y buena defensora de los intereses del sector", destacan desde la CEOE.

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