Antonio Garamendi se ha pasado los últimos días contactando con sus vicepresidentes para aunar apoyo a su candidatura a la reelección como líder de la patronal en las elecciones de noviembre. Según ha podido saber La Información, el presidente ha llamado a filas a la cúpula de la organización empresarial para intentar desactivar definitivamente la operación para desbancarle, que, muy a su pesar, continúa activa y maniobrando en la sombra. La intención es que los responsables de las Vicepresidencias le garanticen su respaldo previo en un almuerzo al que les ha convocado el próximo martes, 20 de septiembre, un día antes de la reunión conjunta del Comité Ejecutivo y la junta Directiva que dará el pistoletazo de salida oficial al proceso electoral.
Fuentes al tanto de los contactos que se están produciendo estos días revelan que Garamendi -en algunos casos personalmente y en otros, a través de su equipo de colaboradores más cercanos- ha comunicado a sus vicepresidentes que va a optar a un segundo mandato y que necesita el respaldo de sus organizaciones para salir elegido por aclamación. Con este objetivo, les ha convocado en Diego de León al habitual almuerzo previo a la reunión de la Junta Directiva y el Comité Ejecutivo, que en esta ocasión cobra especial relevancia porque los órganos de gobierno de la organización empresarial van a activar oficialmente el proceso electoral, definiendo el calendario, los electores, los vocales y la composición de la Junta Directiva, tal y como figura en el orden del día que la confederación ya ha remitido a los socios.
Garamendi ha venido preparando el terreno para ese almuerzo informal en el que busca afianzar los apoyos de los vicepresidentes para llegar a la reunión de los órganos de gobierno el día 21 con el respaldo garantizado y anunciar al conjunto de la organización que se presentará a la reelección y que será el único candidato. El movimiento no es baladí, ya que la 'Operación desbancar a Garamendi', promovida, precisamente, por algunos de los vicepresidentes de la CEOE, continúa activa. Según ha podido saber este medio, los impulsores de esa iniciativa para lanzar una candidatura alternativa al actual presidente continúan buscando al candidato idóneo, toda vez que los propios vicepresidentes parecen ahora no estar dispuestos a inmolarse.
La guardia pretoriana de Garamendi se está esforzando por trasladar que no hay ningún rival a la vista, pero desde el flanco díscolo insisten en que no está en absoluto descartada la posibilidad de que finalmente logren convencer a un eventual candidato a las elecciones. En estos momentos, la presión se dirige hacia el presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva, que es el favorito de los opositores. Cuerva es en la actualidad el 'número dos' de Garamendi, quien le acompaña a las reuniones más importantes con el Gobierno. Si bien en los últimos tiempos sus posturas se han venido distanciando, especialmente después de que la patronal apoyara la reforma laboral de Yolanda Díaz en medio de una gran división interna.
Uno de los implicados en la 'Operación desbancar a Garamendi' sería, precisamente, Sánchez Llibre, junto con el presidente de la patronal madrileña CEIM, Miguel Garrido. Oficialmente, ambos negaron estar detrás de las maniobras que se iniciaron a finales del año pasado junto con algunas organizaciones sectoriales descontentas con la reforma laboral, así como tener intención alguna de postularse personalmente para competir con Garamendi. Sin embargo, en ámbitos privados, sí reconocieron que se habían producido contactos en esa dirección y pusieron incluso nombres sobre la mesa: el del presidente de la patronal valenciana, Salvador Navarro, el de Juan Pablo Lázaro, expresidente de CEIM, el predecesor de Garrido, así como el del propio Cuerva. Más recientemente también han tanteado a Gerardo Pérez, presidente de Faconauto, según indican fuentes conocedoras de estas maniobras que se están llevando a cabo en la más absoluta discreción.
Aunque hace meses que esos movimientos -que llegaron incluso a oídos de Garamendi- fueron aniquilados, desde el flanco opositor ya avanzaban que relanzarían su estrategia para derrocar al empresario vasco. Solo están esperando al perfect timing y la maniobra de Sánchez Llibre de adelantar las elecciones de Foment es clave en el proceso. "Sale reforzado y aprovechará el impulso para promover una candidatura -él no va a ser el candidato-, con o sin posibilidades, que fuerce a una votación que deje los apoyos a Garamendi en evidencia", auguran desde la CEOE. Con todo, las fuentes consultadas tampoco descartan que finalmente se desista en el intento de lanzar un candidato, porque nadie quiera dar el paso, y la candidatura de Garamendi sea única y se apruebe por aclamación. Todos los escenarios están abiertos.
Quienes están en conocimiento de estos movimientos afirman que la candidatura de Cuerva todavía se está intentando promover e incluso circula el rumor de que Garamendi estaría al tanto y habría trasladado a socios de su confianza la posibilidad de impulsar al presidente de la Asociación de Autónomos ATA, Lorenzo Amor, para sustituir a Cuerva al frente de Cepyme. Las fuentes consultadas afirman que se trata de "pura estrategia" para desactivar la eventual candidatura de Cuerva. En el entorno del 'jefe' de las pymes revelan que no está del todo en sintonía con "la forma en la que se hacen las cosas en la casa", en referencia a "falta de participación y diálogo", e incluso ya está trasladando a su círculo algunas de las ideas que tiene en mente para "modernizar" la organización. Públicamente, el presidente de Cepyme ha ido marcando su perfil propio, mostrándose contundente y reivindicativo contra algunas de las medidas adoptadas por el Gobierno en los últimos dos años y en defensa de las pymes.
Fuentes al tanto de las intenciones de Cuerva aseguran que sería "el candidato ideal" para competir con Garamendi, porque "no le haría demasiado daño". Se refieren a que si el presidente de Cepyme presenta su candidatura, el actual líder de la CEOE tendría que enfrentarse a una votación y conocería los apoyos que tiene en casa. De otro modo, sin un candidato alternativo, Garamendi sería reelegido por aclamación para otros cuatro años de mandato y Cuerva habría perdido una oportunidad de posicionarse. La historia podría repetirse, ya que hay que recordar que, en su día, cuando estaba al frente de Cepyme, Garamendi perdió las elecciones a la presidencia de CEOE contra Juan Rosell, pero éste decidió con astucia incorporarle en su equipo e impulsarle cuatro años después como su candidato. Fue un "pacto de caballeros" que, según insisten fuentes de la patronal, "podría repetirse".
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