Los panelistas de Funcas se suman a la oleada de revisiones que han empeorado las perspectivas para la economía española el año que viene en pleno frenazo (o recesión) de los socios de la Eurozona, a la vez que constatan que el PIB avanzará más de lo previsto este año tras la mejora de los datos de la Contabilidad Nacional que publicó recientemente el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Así, el crecimiento se situaría en el 1,6% en 2024, un año en el que descartan que España sea capaz de ceñirse a la meta del 3% de déficit en plena recuperación de las reglas fiscales a nivel europeo. De hecho, sitúan el desequilibrio de las cuentas públicas en el 4,1% este año, siete décimas por debajo de como cerró el pasado ejercicio, y en el 3,6% el próximo.
Antes, el Panel sitúa el avance de la actividad en el 2,4% este año, coincidiendo con las previsiones que acaba de hacer pública la Comisión Europea, gracias al tirón del consumo privado, en un entorno en el que la inflación se ha moderado y los salarios han recuperado poder adquisitivo, y pese a que el sector exterior perderá brío (aportará siete décimas al crecimiento, tres menos de lo que establecía la anterior previsión) a causa del enfriamiento que está registrando la Eurozona, nuestro principal socio comercial.
Sin embargo, los mismos servicios de estudios constatan que se está produciendo una desaceleración en términos trimestrales. Hablan, en concreto, de una "tónica de debilitamiento", de modo que apuntan a un crecimiento del 0,3% entre julio y septiembre y del 0,2% de octubre a diciembre, frente al 0,6 y el 0,4% que el PIB avanzó en el primer y el segundo trimestre, respectivamente. De cara a 2024, la economía crecería un 0,4% el primero y al 0,5% los siguientes.
Una inflación más elevada y tipos altos por más tiempo
El próximo ejercicio la aportación de sector exterior será "ligeramente negativa" y la de la demanda nacional alcanzará 1,7 puntos porcentuales, algo menos de lo que se había calculado previamente. La inflación se situará de media en el 3,7% este año, en el que la subyacente -que excluye de su cálculo la evolución de los precios de la energía y de los alimentos frescos y tiende a reflejar tensiones más estructurales- se mantendrá todavía en el 5,9%. Ya el año que viene la tasa general y la subyacente se colocarán en el entorno del 3,3%.
Los panelistas de Funcas dibujan un escenario donde el empleo crecerá este año más de lo que habían estimado hasta septiembre, y algo menos el próximo. Con ello, la tasa de paro se reducirá al 12,2% en 2023 y al 11,7% en 2024. El contexto seguirá marcado por unos tipos de interés que, como han dejado claro diversos miembros del Banco Central Europeo (BCE) en sus ultimas intervenciones, seguirán elevados durante más tiempo de lo esperado para tratar de doblegar una inflación que se resiste a ceder.
Lo anterior tendrá efectos evidentes en el Euribor, el principal indicador para la concesión de hipotecas a tipo variable en España, que seguirá por encima del 3,6% el año que viene. Mientras, calculan que el rendimiento de la deuda pública española a 10 años (referencia nacional) roce el 3,5%, dos décimas más de lo que habían previsto en el anterior panel.
