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Todo lo que se sabe hasta ahora de la reforma de pensiones y jubilación

Esta semana, el ministro Escrivá ha comparecido ante la Comisión del Pacto de Toledo para dar cuenta de las negociaciones que mantiene con agentes sociales y autoridades europeas.

Dos jubilados.
Dos jubilados.
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"Somos un país en el que según vamos avanzando en edad, tendemos a tener menos actividad [...] No hemos promocionado suficientemente la jubilación demorada y se ha instalado que el nivel de actividad de las personas mayores es algo a lo que no se debe dar prioridad". Son palabras que el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, dijo el pasado lunes en la Comisión del Pacto de Toledo a la que acudió para dar cuenta de las negociaciones que mantiene con agentes sociales y autoridades europeas sobre la reforma de pensiones. 

El asunto no es baladí. Fue a finales del año pasado cuando el Congreso dio luz verde para proceder a una reforma, que es vital para garantizar la estabilidad de un sistema en el que la hucha se vacía y la demografía muestra una población cada vez más envejecida. Suponía un 'sí' a cuatro años de negociación que se han repartido en nada menos que tres legislaturas. 

Volviendo a la comparecencia del ministro, Escrivá expuso el pasado lunes los dos bloques que incluían las primeras medidas que llevar a cabo en la reforma de pensiones. Por lo pronto, la intención parece clara: penalizar la jubilación anticipada e incentivar la demorada. Veamos, a continuación, las últimas noticias de estos días sobre la reforma. 

El 'cheque' por retrasar la jubilación

Como medidas estrella para acercar la edad real de jubilación a la edad legal, Escrivá propuso un endurecimiento de los coeficientes reductores para las jubilaciones anticipadas. En este sentido, incluyó la introducción de un pago único de hasta 12.060 euros por cada año que se retrase la edad de retiro del mercado laboral. 

Un 'cheque' que, eso sí, se quedaría, de media, en unos 7.000 euros, según los cálculos que ha efectuado La Información a partir de las nóminas de pensiones de la Seguridad Social. 

La cuantía máxima que alcanzaría el cheque anual sería de 12.060 euros siempre y cuando un trabajador haya cotizado durante 44 años y medio a la Seguridad Social y que cobre la pensión máxima del sistema (3.567 euros anuales en 14 pagas, con la referencia de 2020 con la que el ministro ha efectuado sus cálculos). Desde el Ministerio aclaran, en cualquier caso, que se trata de distintos ejemplos de la fórmula en la que se está trabajando y que las referencias aún están por cerrar en el marco del diálogo social.

No obstante, hay que tener en cuenta que la eventual transferencia directa anual bajaría hasta el entorno de los 7.000 euros para un trabajador tipo. Y es que, con datos de la nómina de marzo, los nuevos jubilados mayores de 65 años cobran de media 1.276 euros mensuales (17.864 anuales), de modo que, según la simulación realizada por la Seguridad Social, el cheque por cada año de retraso en la jubilación se situaría en unos 7.000 euros, que se incrementarían en torno a un 10% para los trabajadores que hubieran cotizado más de 44,5 años, de acuerdo con la referencia fijada por Escrivá.

Los incentivos de Escrivá a la jubilación demorada... 

Respecto a este pago único, la reforma propone hasta tres tipos de incentivos, entre los que el trabajador podría elegir, de modo que favorezca la máxima flexibilidad para cada persona. 

Además del 'cheque', se contempla un porcentaje adicional de la pensión del 4% por cada año de demorada y otra que consistiría en una combinación de ésta y el incentivo de 12.000 euros. 

...Y los nuevos coeficientes que penalizarán el retiro anticipado

El proceso de cambio de los coeficientes será transitorio y durará seis años hasta que se aplique el nuevo sistema con sus respectivos novedosos porcentajes. Estos se irán incrementando progresivamente cada año, aunque el Ejecutivo todavía no ha compartido cómo será exactamente ese aumento progresivo.

La nueva fórmula divide los tipos de coeficientes en función de dos factores. Por un lado, el número de años y meses cotizados: menos de 38 años y seis meses; más de 38 años y seis meses y menos de 41 años y seis meses; más de 41 años y seis meses cotizados y menos de 44 años y seis meses; más de 44 años y medio cotizados. Por otro lado, se tiene en cuenta el número de meses de anticipo con los que se accede a la jubilación. Estos van desde un mes hasta los 24, y cuantos más sean más alto será el porcentaje del coeficiente reductor y, por tanto, el recorte en la pensión. 

De este modo, un trabajador con menos de 38 años y seis meses cotizados sufrirá un coeficiente de un 21% mientras que el actual sería del 16%. Lo mismo ocurrirá con los trabajadores con más de 38 años y 6 meses cotizados y menos de 41 años y seis meses, cuyo coeficiente se incrementará del 15% actual al 19%.

La pensión máxima de los jubilados vip

La propuesta de Escrivá es que a futuro estos coeficientes reductores se apliquen directamente sobre la pensión resultante y no sobre la base reguladora de la pensión - como sucede ahora - para evitar que haya personas que puedan jubilarse antes de tiempo con una penalización mínima en su pensión y "reforzar la equidad".

Pero hasta llegar a ese punto, plantea un periodo transitorio de seis años en que la reforma se hará de manera progresiva, que cuando culmine implicará un recorte del 17% para los que tengan mayores carreras de cotización y se retiren con dos años de antelación, frente al 4% actual. Para ese mismo supuesto, la reducción baja al 5% cuando la jubilación se produzca con un año de antelación, frente al 2% vigente, y al 3,64% si es con seis meses, frente al 1% actual.

La revalorización de las pensiones 

El mantenimiento del poder adquisitivo de las prestaciones es, según dijo Escrivá, el "punto más importante de la reforma de pensiones. En este sentido, expuso que las pensiones se revalorizarán según el IPC del año anterior y, para evitar reducciones en la prestación durante los años de inflación negativa, se compensarán las tasas de esos años a lo largo de los tres siguientes. Además, ha asegurado que no se verán afectadas por las compensaciones las pensiones mínimas.

Escrivá señaló que el nuevo mecanismo, que viene a sustituir el actual índice de revalorización de las pensiones -el IRP, que en años de desfase en las cuentas deja la subida de pensiones en un 0,25%- es "una fórmula más sencilla, transparente y comprensible".

Añadió, además, que la fórmula estará abierta a discusión periódicamente, ya que la propuesta del Gobierno será que el Pacto de Toledo, sindicatos y patronales analicen cada cinco años su impacto. La idea es por tanto revisarlo cada cinco años y que entre en vigor este 2021, dentro de un primer paquete de reformas entre las que se encuentran otras nuevas medidas.

La parte más dura de la reforma, hasta el 2027

Por último, Escrivá ha planteado retrasar al año 2027, la entrada en vigor de la parte más dura de la reforma de las pensiones. En el último documento de trabajo remitido a los agentes sociales, al que ha tenido acceso La Información, el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones propone que el llamado "factor intergeneracional" se mantenga congelado durante los próximos cinco años y medio. La medida estrella del ministro genera dudas no sólo entre empresarios y sindicatos sino también en el propio Gobierno de coalición, donde Unidas Podemos ya ha dejado claro que no va a aceptar ningún recorte de las prestaciones.

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