A su auditor, PwC

Abengoa se resiste a presentar cuentas para evitar declararse en liquidación

La compañía sevillana no ha presentado aún los balances de 2019, ya que hacerlo sin firmar la reestructuración supondría aceptar el principio de empresa en liquidación. 

Efe
Abengoa se resiste a presentar cuentas para evitar declararse en liquidación.
Agencia EFE 

Abengoa sigue sin presentar las cuentas de 2019 en medio de una batalla entre el accionariado y el consejo de administración y a las puertas de un nuevo cambio en la dirección de la compañía. Los minoritarios agrupados en AbengoaShares llevan meses -desde que era Marcos de Quinto el que capitaneaba la agrupación- solicitando conocer los estados financieros de la empresa, pero ni el consejo de administración que encabezaba Gonzalo Urquijo ni el que ahora forman Margarida Smith y Juan Pablo López-Bravo han formulado oficialmente dichas cuentas ni lo van a hacer hasta que se firme la reestructuración que lleva meses estancada. 

Fuentes conocedoras de la situación confirman a La Información que el auditor de la sociedad, PwC, no pudo emitir el informe de auditoría porque no había tenido acceso a las propias cuentas. "El informe de cuentas está hecho desde mayo de 2020", señalan fuentes al tanto de este tema, "pero no se ha podido emitir". La justificación es puramente técnica y su retraso sine die pretende evitar declarar a la compañía en liquidación. 

Cabe recordar que una compañía tiene que formular las cuentas en base a un principio de empresa en funcionamiento o a un principio de empresa en liquidación. En caso de que se elija la primera opción, la habitual en una empresa sin problemas de viabilidad, las cuentas deben emitirse por parte del consejo de administración con la seguridad de que un año después la situación real de la compañía sea esa, la de una empresa en funcionamiento. En cambio, ante una situación como la de Abengoa, en la que existe un patrimonio negativo y por tanto, una vez que se formulen las cuentas se entraría en causa de disolución, sin un acuerdo de reestructuración previo debería optarse por la formulación de cuentas bajo el principio de empresa en liquidación. En esa situación, "la salvación de la compañía sería muy difícil" por el mensaje que se está mandando al mercado, admiten las mismas fuentes.

En este sentido, y de acuerdo con esta información, la única opción para  formular las cuentas de Abengoa SA de 2019 bajo el principio de empresa en funcionamiento es habiendo firmado primero la reestructuración financiera que lleva meses paralizada y que supondría garantizar la viabilidad de la compañía. De hecho, el pasado mes de agosto, cuando se alcanzó el preacuerdo entre acreedores y el consejo de administración que entonces  encabezaba Gonzalo Urquijo, solo se esperaba la firma de la Junta de Andalucía, a la que estaba condicionada el acuerdo, para enviar las cuentas al auditor. 

Pero varios meses después, a punto de cumplirse el plazo máximo para que el Gobierno de Juanma Moreno estampase su rúbrica en el acuerdo, saltaron las alarmas cuando Elías Bendodo admitió que no contaban con una fórmula jurídica válida para realizar la aportación de 20 millones prometida. "Si se hubiera enviado como empresa en funcionamiento sin haberse firmado el acuerdo de reestructuración el auditor hubiese emitido una opinión con salvedades", es decir, hubiera mostrado que existían determinadas incertidumbres, asuntos o situaciones de cuyo desenlace final se desconoce. 

Por tanto, pese a que llevaban redactadas desde mayo y, según fuentes conocedoras, "están listas para enviarse en cuanto se firme el acuerdo", aún no se ha hecho. No lo hizo el consejo de administración de Urquijo y tampoco tiene pensado hacerlo el de Margarida Smith y Juan Pablo López-Bravo. "Llegue quien llegue, tampoco lo hará", apuntan otras fuentes. Mientras tanto, los minoritarios llevan semanas exigiendo conocer la realidad financiera de la empresa y, a sus preguntas al servicio de relación con inversores de la compañía sobre cuándo se harán públicos los números de 2019, reciben como respuesta un "están pendientes de cerrar el plan de reestructuración". 

Los minoritarios preguntaron a PwC la razón para no publicar el informe de auditoría y la 'big four' respondió que no le habían enviado las cuentas de 2019

Tras la denuncia pública de Marcos de Quinto en La Información sobre la inexistencia de cuentas de 2019 porque "supuestamente PwC [el auditor] no las ha querido firmar", AbengoaShares envió un burofax a la 'big four' para conocer la realidad de la situación. Varias semanas después, en pleno lío por el acuerdo al que el propio vicepresidente de Coca-Cola había llegado con el equipo de Urquijo para ofrecer PIVs a los minoritarios -que fue rechazado por los propios accionistas tras solo dos días-, PwC respondió que no había realizado dicho informe de auditoría porque ni siquiera había recibido las cuentas, extremo que recogía este jueves el Diario de Sevilla. 

Esa respuesta enviada por el gigante estadounidense a uno de los dos despachos de abogados que asesoran legalmente a los minoritarios -ahora sindicados con más de un 16% del capital de la quebrada matriz- pasó sin pena ni gloria durante más de un mes. En ese tiempo, llegaron al consejo de administración de Abengoa SA los actuales presidente y consejera y el ya dimitido Jordi Sarriás, que desobedecieron el mandato de los minoritarios y abogaron por aprobar cuanto antes el Plan Vellocino que había propuesto Urquijo. El próximo día 4 de marzo se celebrará una nueva junta de accionistas que, salvo sorpresa de última hora, destituirá a dicho consejo y convertirá a Clemente Fernández, expresidente de Amper, en presidente de la empresa sevillana. 

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