Tras varios recortes 

Air Europa impugna el convenio para negociar in extremis con los sindicatos

La empresa de Globalia se cita con los miembros de tripulación y cabina. Los trabajadores temen una negociación a la baja aprovechando las malas circunstancias.

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Un avión de Air Europa
EFE

A las puertas de un pretendido nuevo rescate del Gobierno, a través de la SEPI, y con la incógnita sobre el desenlace de la compra por parte de Iberia, la aerolínea Air Europa se cita de nuevo con la plantilla tras varios enfrentamientos. La compañía del grupo turístico Globalia ha impugnado el convenio colectivo vigente y ha hecho un llamamiento a los trabajadores para constituir una mesa de negociación válida que dé luz a un nuevo marco laboral. El clima con la plantilla es cada vez más tenso, habida cuenta de la batería de ajustes que se han tenido que llevar a cabo con motivo de los efectos de la crisis sanitaria sobre el negocio de la compañía.

Fuentes sindicales explican a La Información que la última cita se dio el pasado 2 de septiembre con los miembros de la tripulación y cabina, cuando la dirección actualizó el estado de la compañía. En aquella cita, no obstante, no se formó formalmente la mesa de negociación, lo que da margen a ambas partes a empezar a negociar durante 30 días -y otro mes extensible- en busca de un acuerdo. Los representantes principales de los trabajadores serán cuatro sindicatos (UGT, CCOO, AACEFSI, SITCPLA y USO), que deben ponerse de acuerdo para acordar su grado de representatividad en el órgano de decisión.

La relación en Air Europa entre los trabajadores y la dirección no pasa por su mejor momento. La compañía turística, que ha pasado la tijera entre su tripulación y piloto por los efectos del coronavirus en su negocio, ha visto cómo algunas de sus decisiones han sido judicializadas. La última, en julio: la Audiencia Nacional condenaba a la compañía a incluir en su ERTE a 675 tripulantes de cabina de pasajeros (TCP) a los que había dejado fuera de este sistema de protección. Desde el Sindicato Aviación Actúa Contra el Fraude Sindicato Independiente (AACEFSI) recuerdan a este medio que la sentencia todavía no se ha ejecutado. 

Otro encontronazo reciente lo protagonizaron los pilotos, que rechazaron la propuesta de la aerolínea por ser, a su juicio, inasumible. A una bajada de aproximadamente el 6% del sueldo, la compañía controlada todavía por la familia Hidalgo también quería recortar gastos en comidas, hoteles y uniformes. Fuentes de SEPLA, sindicato mayoritario de este gremio, explican a este medio que desde ese momento no se han vuelto a reanudar más conversaciones.  

A diferencia de otras aerolíneas que ya han sacado a todos sus trabajadores de los ERTE, Air Europa todavía sigue aplicando este mecanismo de protección del empleo para gran parte de su plantilla. La clave: su nivel de tráfico de pasajeros todavía va a la zaga del resto de aerolíneas de su talla, según los datos de Eurocontrol. De acuerdo a la información consultada, la afectación de la plantilla perteneciente a los TCP oscila entre el 23% y el 50%, en función de la base en la que operan. Las menos perjudicadas son las de Madrid y Palma de Mallorca. El porcentaje de los pilotos en ERTE es mayor en el sector, si bien no hay datos concretos sobre la compañía.

Necesidad de liquidez y falta de certidumbre

La posibilidad de negociar un convenio a la baja junto a los ajustes ya propuestos para redimensionar la compañía a las circunstancias actuales se deben a la necesidad de la compañía de sobrevivir. Los datos a cierre de 2020 radiografían una empresa en una situación crítica: 427 millones de euros de pérdidas, 364 millones de euros de patrimonio neto negativo -quiebra técnica- y deslizó la necesidad de una nueva inyección extra de liquidez.

Hasta ahora, el Gobierno ha utilizado el mecanismo de solvencia de la SEPI para rescatar a la compañía con 475 millones de euros. Esta ayuda, que suma préstamos ordinarios y participativos, se une a las líneas de créditos ICO recibida durante los primeros compases de la pandemia. La falta de vuelos hacia América Latina y Estados Unidos, no obstante, han echado al traste las previsiones para devolver el dinero, lo que abre la puerta a que el Estado pase de ser acreedor a accionista si finalmente se ve obligado a convertir la deuda en acciones.

Todo ello con la incógnita de la compra de Iberia de fondo. La aerolínea del grupo hispano-británico IAG (Level y British Airways, entre otros) acordó comprar la aerolínea por 1.000 millones de euros en 2019, pero la llegada del coronavirus obligó a renegociar los términos y acordar un segundo precio de adquisición (500 millones). La operación se ha nublado todavía más con la investigación en profundidad de la Comisión Europea, que quiere analizar las implicaciones de este proceso de concentración en el mercado. La probable reclamación de descartes regulatorios podría encarecer la compra todavía más, hasta el punto de hacer inasumible los requisitos de Bruselas. 

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