BBVA contra Santander: beneficios sin dividendo vs. pérdidas con retribución

BBVA y Banco Santander han presentado sus resultados semestrales. Dos caminos diferentes pero con un mismo resultado: los números rojos cosechados hasta el mes de junio. En cambio, el camino que emprenden ahora es completamente diferente. Por un lado, Santander, da por hecho que cerrará el ejercicio de 2020 con pérdidas contables pero prepara ya el reparto de dividendo a sus accionistas. Por otro, BBVA cuenta con sanear sus pérdidas -actualmente en los 1.100 millones- antes del mes de diciembre, cerrando el año con beneficios. En cambio, la situación actual hace que no se plantee retribuir a sus accionistas en lo que queda de año.

Dos rumbos opuestos que parten de un mismo punto, un gran saneamiento, cada uno en función de su magnitud, que les ha permitido conseguir una base sólida para iniciar la recuperación de la pandemia. BBVA fue el primero en hacerlo con las cuentas de marzo. La entidad que preside Carlos Torres provisionó 1.400 millones de euros en el primer trimestre, a lo que sumó la dotación contra el deterioro del fondo de comercio en Estados Unidos, es decir, otros 2.084 millones de euros. 

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Ahora, tras un segundo trimestre que desde la entidad califican como "bueno", ha conseguido minimizar esas pérdidas hasta dejarlas en 1.157 millones. Esta cifra es, según el CEO de la entidad, Onur Genç, fácilmente recuperable en lo que queda de año. De esta forma, el segundo espada del banco confirmaba que espera cerrar el ejercicio con beneficios. En cambio, los dividendos no son una opción para lo que queda de año -BBVA fue una de las pocas entidades que retribuyó a sus accionistas con 0,16 euros el pasado 9 de abril al haber aprobado en junta el reparto antes de que se pronunciase el supervisor-. Por un lado está la recomendación del Banco Central Europeo (BCE) de eliminar esta retribución al accionista y, por otro, la voluntad del consejo de administración. Por este último motivo, tampoco es posible la variable del 'scrip dividend' que sí utilizará Santander. 

La entidad que preside Ana Botín está justo en el punto contrario, cerrará el año previsiblemente con pérdidas contables, pero retribuirá a los propietarios de sus títulos tanto con cargo a 2019 como a 2020. Así lo atestiguaba este miércoles su consejero delegado, José Antonio Álvarez, que señalaba que pese a que será imposible remontar las pérdidas de más de 10.000 millones generadas a nivel contable en el primer semestre, si se atiende al beneficio recurrente, este se mantendría intacto. Por ello no solo no han renunciado al dividendo, también han buscado la mejor opción para que sus accionistas cobren una parte de los beneficios de 2019. 

En este sentido, Santander retribuirá a los propietarios de sus títulos con un dividendo en acciones de 0,10 euros con cargo a 2019. Según explicó el propio Álvarez, esta fórmula no está sometida a la recomendación del BCE al no implicar una reducción directa de los ratios de capital. Además, la entidad plantea que de cara al próximo año y pese a preveer cerrar 2020 en pérdidas, el reparto de efectivo una vez que se levanten las limitaciones impuestas por Europa. En este sentido, la entidad cántabra se ha reservado seis puntos básicos de capital -unos 400 millones de euros- para este fin, siempre y cuando las condiciones de mercado se normalicen.

Golpe en la bolsa

Pero pese a que sus posturas son opuestas en este sentido, las reacciones del mercado han sido muy similares. Santander presentó los resultados semestrales el miércoles con un golpe a la cotización a primera hora de la mañana que se acercó al 6%. A lo largo de la jornada la cifra se matizó pero con el anuncio de que la pérdidas serían una realidad en diciembre, la cotización volvió a caer hasta cerrar la jornada en los dos euros y perder un 4,71%. El jueves tampoco fue un camino de rosas para la cántabra que terminó el día con una caída del 5,74% hasta los 1,88 euros por título. 

BBVA tampoco se ha librado de las caídas en el Ibex 35. La entidad que preside Carlos Torres también ha recibido el castigo de los mercados pese a aminorar las pérdidas con respecto al cierre del primer trimestre del año. Desde el comienzo de la jornada las acciones del banco comenzaron a caer, situándose en el margen de los 2,63 euros a primera hora de la tarde. Desde entonces trataron de remontar levemente hasta cerrar con una caída del 8% y situarse en los 2,698 euros por título.