Respuesta a la 'llamada' de Guindos

Fainé retoma la fusión con Bankia que fracasó en la época de Rodrigo Rato

La Caixa intentó en 2012 llevar a cabo una integración de la entidad participada por el Estado pero esta vez los movimientos del BCE son determinantes para que la operación salga adelante. 

José Ignacio Goirigolzarri, Bankia
José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia.
Europa Press

Primeros intentos de fusión en la época Covid. Caixabank y Bankia estudian una operación estratégica que podría dar lugar a uno de los mayores bancos de España con más de 650.000 millones de euros en activos. No es la primera vez que ambas entidades financieras tratan de unirse, ya ocurrió en 2012 cuando La Caixa de Isidro Fainé y la entonces Bankia de Rodrigo Rato mantuvieron intensas conversaciones en una de las entonces llamadas 'fusiones frías' que nunca llegaron a fructificar. Ahora, la situación es bien diferente, Luis de Guindos, vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE) y uno de los 'padrinos' de la entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri, lleva meses insistiendo en la idea de una consolidación en el sistema financiero, un camino que en esta ocasión es más llano que fue entonces. 

Ambas entidades confirmaron a última hora de la noche de este jueves que se estaban produciendo conversaciones autorizadas por ambos Consejos de Administración. Caixabank, primero en emitir su comunicado, señalaba a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que "se encuentra en negociaciones con Bankia S.A para analizar una fusión entre ambas entidades, sin que por el momento se haya alcanzado ningún acuerdo". Bankia, por su parte, apenas unos minutos después y rozando la medianoche, enmarcaba dichos contactos "en el marco del estudio habitual de posibles operaciones estratégicas".

Pero esto no es solo cosa de dos entidades privadas. Resulta crucial el papel del Estado en todo este proceso, pues cuenta con más de un 60% del capital de Bankia a través del Fondo de Reestructuración de Activos Bancarios (FROB) que, tal y como están los plazos a día de hoy, debe ser desinvertido antes de diciembre de 2021. El Ministerio de Asuntos Económicos también se pronunciaba a falta de unos minutos para la medianoche y señalaba que "el FROB lo analizará (...) desde la perspectiva de generación de valor y optimización de su capacidad de recuperación de ayudas". Debido a este hecho, cualquier ecuación en la que Bankia pueda estar inmiscuída tiene que contar con el beneplácito de los poderes públicos, algo que históricamente ha sido una barrera de cara a cualquier operación. 

De concretarse el histórico movimiento -la mayor fusión desde hace más de 20 años- la entidad resultante estaría participada, en cerca de un tercio como primer accionista, por la Fundación La Caixa a través de Criteria, que preside el propio Fainé, y, en un porcentaje cercano al 15% por el Estado, una posición que permitiría a las arcas públicas ir aliviando la situación que llevan arrastrando desde el 'rescate' de 2012 en el que se pusieron sobre la mesa más de 22.000 millones de euros. 

La pandemia de la Covid-19 ha llevado a las entidades financieras a una posición en bolsa que nada tiene que ver con la que tenían a principios de año, cuando ya acumulaban importantes descuentos con respecto al valor de activos. Pero más allá de las consecuencias de la enfermedad que asola el parqué, los balances de unas y otras también se han visto afectados por el virus, llegando a ganar un 70% menos hasta junio que en el mismo periodo del año anterior como consecuencia de las importantes provisiones. Como es lógico, estas cifras han tenido una repercusión directa sobre los niveles de rentabilidad de los bancos europeos en general y de los nacionales en particular. 

Los dos protagonistas de las negociaciones situaron este indicador en el mes de junio por debajo de la recomendación del 5% que hacen los reguladores. En concreto, Bankia se quedó en el 2,2%, mientras que Caixabank se situó en el 4,7% al cierre del primer semestre. Ante esta situación el vicepresidente del BCE y exministro de Economía, Luis de Guindos, tildaba de "urgente" la necesidad de operaciones de integración, al tiempo que el Banco de España las veía como una opción, pero sin querer convertirse en el 'padrino' de una boda que en 2012 no terminó bien. 

La relación Fainé - Rato

Pero la relación entre Caixabank y Bankia viene de largo. El que fuera presidente de la caja catalana, Isidro Fainé, ya se pronunció acerca del futuro de Bankia en el juicio que acogió la Audiencia Nacional para dirimir responsabilidades penales por la salida a bolsa de la entidad. En su declaración en calidad de testigo el pasado mes de mayo, Fainé explicó los hechos que rodearon la salida de Rodrigo Rato de la entidad nacionalizada así como de los planes para rescatarla. Al respecto, Fainé confesó que Caixabank invirtió 100 millones de euros en acciones del grupo tras recibir una llamada del Banco de España y que se deshicieron de las mismas cuando vieron "que no había solución".

Su testifical en el juicio que acogió el pasado año la Audiencia Nacional también sirvió para recordar que hubo un proyecto de fusión entre Caja Madrid y La Caixa. Al respecto Fainé dijo que simplemente se produjeron "conversaciones" que no se plasmaron en ningún papel porque no llegaron a formalizarse. "Estas eran las ideas que tenía yo al menos para intentar hacer este acercamiento. No pudo ser y lo entiendo porque decidieron hacer otras operaciones", apuntó el banquero. Esta versión se sumó a la prestada en el juicio por el expresidente del BBVA Francisco González y el exministro de Economía Luis de Guindos en relación a la delicada situación que atravesaba Bankia en mayo de 2012. Todo un antecedente que ahora vuelve a cobrar relevancia. 

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