Después de semanas en vilo, han bastado solo unas horas de cónclave en Moncloa para detonar un 'sálvese quien pueda' entre los principales grupos energéticos del país. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se reunió este martes con los primeros espadas de las grandes eléctricas y los referentes nacionales del negocio de hidrocarburos. Lejos de resolver las dudas del sector, el jefe del Ejecutivo sigue guardando con celo las medidas regulatorias que se están barajando internamente para atajar la meteórica escalada de precios en el pool. La parálisis de Moncloa ha tensado las costuras del sector y, antes de acabar el día de ayer, eléctricas y petroleras se enzarzaron en un fuego cruzado por ver quién paga la factura del próximo plan de choque energético.
El objetivo del presidente, que lideró la reunión junto a la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, y el secretario general de Asuntos Económicos y G20, Manuel de la Rocha, era anticipar, a puerta cerrada y sin la intromisión de sus socios en el Ejecutivo, las medidas que baraja el Gobierno frente al actual 'estado de alarma' energético. Pero el Gobierno ha preferido no desvelar todas sus cartas ante los pesos pesados del sector, dado que Moncloa esperará a la resolución del Consejo Europeo, que se reúne en dos días, 24 y 25 de marzo, para diseñar su propia batería de medidas.
Los máximos ejecutivos de compañías de toda índole desfilaron en dos tandas por el Palacio de la Moncloa. Por la mañana, Sánchez, Ribera y de la Rocha mantuvieron un 'cara a cara' con el frente eléctrico. La cumbre reunió al presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, el primer ejecutivo de Endesa, José Bogas, el presidente de Nautrgy, Francisco Reynés, el CEO de Repsol, Josu Jon Imaz, el presidente de Acciona, José Manuel Entrecanales, y la consejera delegada de EDP, Ana Paula Marques.
A las 19:30 de la tarde, arrancó el cónclave con los gigantes de los hidrocarburos al que no asistió Sánchez, pero sí la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. Repitió Josu Jon Imaz, a quien se sumaron el consejero delegado de Cepsa, Maarten Wetselaar, el presidente de BP España, Andrés Guevara De la Vega. También acudieron a la cita los presidentes de la AOP, José Antonio Carrillo, y UPI, José María Gordo. La directriz de Moncloa fue la misma en ambos casos: "Prohibido destripar el contenido de la reunión".
Moncloa insiste en que eléctricas y petroleras deben "arrimar el hombro" para frenar el descontrol de precios. De lo contrario, vendrán males mayores. Así lo deslizaron Sánchez y Ribera, según señalan fuentes próximas a estas reuniones en conversaciones con La Información. Ambos dejaron caer que el Ejecutivo tiene aún "margen tributario" para garantizar que los colosos del sector se involucran en la batalla contra la crisis energética. La duda sigue siendo qué mecanismo aprobará el Ejecutivo para asegurar el apoyo económico de las energéticas en el momento de poner en marcha el futuro plan de choque.
A la espera de la respuesta europea, que desvelará si los Estados miembros apoyan la propuesta española de desacoplar el gas del mercado mayorista, Sánchez y Ribera han dejado sin resolver las mismas dudas que tienen al sector en vilo desde que el presidente del Gobierno anunció, el pasado 2 de marzo, su intención de aprobar un Plan Nacional para responder al impacto económico y social de la invasión de Ucrania. Eléctricas y petroleras se han adelantado y han llenado los espacios en blanco con un cruce de acusaciones consistente en lanzar la pelota al otro lado del campo.
Las primeras aseguran que las "ganadoras" de la reunión han sido las segundas quienes a su vez, denuncian la actitud "inmovilista" de las anteriores. El eje sobre el que gira el tira y afloja son los windfall profits, los ingresos extraordinarios conocidos como beneficios caídos del cielo que unos y otros se echan ahora en cara, en la recta final para conocer la batería de medidas de Moncloa, según fuentes del sector consultadas por este diario.
Ribera: "Hay que tener cuidado con propuestas como la aprobación de un impuesto exclusivo sobre las eléctricas... su legalidad es cuestionable"
La propuesta de una tasa especial contra los beneficios de los gigantes del sector, que enarbola Unidas Podemos a través de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, quedó fuera del orden del día, tal y como coinciden todas las fuentes consultadas. Un claro síntoma de los reparos del ala socialista ante la ofensiva de se sus socios de coalición. Ribera trató de zanjar este debate, que ha tambaleado el actual statu quo entre el Gobierno y los colosos energéticos, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que tuvo lugar después de la cumbre matinal con las eléctricas. "No se ha hablado de impuestos", aseguró la vicepresidenta tercera.
La propia Ribera ha mostrado sus reticencias a cualquier sucedáneo de una tasa exclusiva sobre los beneficios de las eléctricas. "Hay que tener cuidado con estas propuestas porque su legalidad es cuestionable", sugirió ayer la ministra en los pasillos de Moncloa. Se trata de una medida que la propia titular de Transición Ecológica trató de poner en marcha el pasado mes de septiembre, con el real decreto 17/2021, pero la presión del lobby eléctrico y la equidistancia de Bruselas lograron frenar su implantación. En las recientes reuniones con los gigantes del sector, Moncloa ha 'colado' un aviso a navegantes. Aquellos que no colaboren en frenar la crisis "pagarán un coste reputacional" como el que, en su momento, afrontó el sector bancario.
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