Año clave para el sector

Las energéticas se la juegan en 2024 con nuevas estrategias y cuentas pendientes

Repsol e Iberdrola presentan pronto actualizaciones de sus planes estratégicos con importantes inversiones por delante, mientras Naturgy y Argelia aún tienen que pactar el precio del gas para tanto para 2023 como para 2024.

Ignacio Sánchez Galán (Iberdrola), José Bogas (Endesa), Francisco Reynés (Naturgy), Josu Jon Imaz (Repsol) y Antonio Brufau (Repsol).
Las energéticas se la juegan en 2024 con nuevas estrategias y cuentas pendientes.
Nerea de Bilbao (Infografía)

El sector energético deja atrás otro año convulso y no parece que 2024 vaya ser menos. El curso pasado Naturgy fue protagonista por varios motivos. Sonó un 'número dos' para el presidente de la compañía, Francisco Reynés, y presentó revisión de su plan estratégico a 2025 con menos inversiones y más retribución para el accionista, pero no cerró uno de sus frentes más importantes, la negociación del precio gas con Argelia.

Naturgy y Sonatrach cerraron en octubre de 2022 el acuerdo para la revisión del precio de su contrato de suministro de gas natural solo para ese año y todavía tiene pendiente 2023 y 2024. Fuentes cercanas a la compañía destacan la buena relación que mantiene con la empresa estatal argelina y aseguran que no hay mayor preocupación dentro de la gasista. 

Según la empresa, la única razón por la que la revisión de precios se cerró solo para 2022 y no para tres años como estipulan sus contratos fue por la altísima volatilidad de los precios de los 'commodities'. Sin embargo, en el último año el precio del gas se ha estabilizado. Reynés se reunió a finales de octubre con el nuevo presidente y consejero delegado de Sonatrach, Rachid Hachichi, con el objetivo de continuar con las negociaciones sobre el precio del gas que la energética española compra a la firma estatal argelina, pero no cerraron el acuerdo.

Naturgy y Argelia mantienen contratos hasta 2032

Los contratos actualmente en vigor fueron firmados hace más de 20 años con vigencia hasta 2032 para un volumen anual del orden de 5 millones de metros cúbicos (bcm) y suponen compromisos firmes de volumen, tanto de suministro para la firma argelina, como de retirada obligada de gas para la gasista española vía cláusulas 'take or pay'. 

El contrato entre ambas compañías es el más importante de entrada de gas argelino a España, un gas que Naturgy recibe a través del gasoducto Medgaz, del que son accionistas ambas empresas. Naturgy y Sonatrach tienen una estrecha relación comercial, industrial y financiera, ya que Sonatrach es también accionista de Naturgy  con el 4,1% del capital. Jon Ganuza lidera las negociaciones como responsable del área de Aprovisionamientos y Mercados Mayoristas tras la salida voluntaria de Antoni Basolas, quien trabajó durante 18 años en el grupo. Sorprende el movimiento en plenas negociaciones con Argelia para la revisión del precio de su contrato de suministro de gas natural para 2023-2024.

La empresa que preside Francisco Reynés también protagonizará previsiblemente en 2024 una gran operación corporativa. Está está estudiando la venta de su negocio en Australia, englobado en Global Power Generation (GPG), por un importe de unos 4.000 millones de dólares (2.430 millones de euros). Naturgy y KIA, socios en GPG con una participación del 75% y el 25%, respectivamente, habrían contratado a Morgan Stanley para explorar las opciones de venta, que se espera que se cierre en el primer trimestre. 

Por su parte, Repsol también tiene cita con los inversores este ejercicio y actualizará su plan estratégico tras lograr con dos años de antelación la consecución de los objetivos fijados para 2025. La compañía llega al encuentro con sus inversiones congeladas en España a la espera de saber cómo se articulará el incentivo a las inversiones estratégicas anunciado por el Gobierno como medida para aliviar el impacto del impuesto energético, que se finalmente se ha prolongado durante otro año -acababa en 2023-. Según la propia compañía, la nueva hoja de ruta se focalizará en una estrategia que permita alcanzar las cero emisiones netas de la compañía en 2050, a la vez que mejora la posición de valor.

Aunque el consejero delegado de Repsol, Josu Jonz Imaz, se ha definido en varias ocasiones como unos de los CEO "más aburridos", la petrolera está llamada a ser protagonista dentro del sector. Dispone de músculo financiero y tiene mucho que hacer todavía para no quedarse atrás ante Iberdrola, Endesa y compañía en la lucha por las energías renovables. Por su parte, Iberdrola también celebra en 2024 su 'Capital Markets Day'. Lo hará el 21 de marzo en Londres y el evento tiene el gran atractivo de que ha liberado recientemente 11.000 millones de euros para invertir tras renunciar a la compra de PNM Resources a través de su filial estadounidense Avangrid, lo que le da una fuerte flexibilidad financiera.

En noviembre de 2022, la eléctrica presidida por Ignacio Sánchez Galán anunció un plan de inversiones récord de 47.000 millones de euros durante el periodo 2023-2025 basado en más redes eléctricas y en crecer de forma selectiva en renovables, aunque en dicha cantidad se incluía la operación truncada en Estados Unidos, su principal destino inversor para esos tres años, con el 47% de la cifra total, seguido de Reino Unido (16%) y España (13%). Además, la compañía llega al encuentro habiendo alcanzado ya los 7.500 millones de euros previstos en su plan de rotación de activos y alianzas para el final del periodo, lo que le ha permitido reforzar el balance y maximizar el acceso a nuevas oportunidades de crecimiento.

Endesa, entre las que gozará de un año más tranquilo

Iberdrola también está pendiente de cerrar definitivamente el acuerdo vinculante que firmó en junio del año pasado con Mexico Infrastructure Partners (MIP) por el que el fideicomiso adquirirá el 55% del beneficio bruto de explotación (Ebitda) de Iberdrola en el país azteca, incluyendo los contratos asociados y los más de 410 empleos relacionados. La española percibirá unos 6.000 millones de dólares (unos 5.580 millones de euros). 

De su lado, parece que Endesa tendrá un año más tranquilo. La compañía ya actualizó en noviembre del curso pasado su hoja de ruta tras varios meses de especulaciones y posibles recortes en inversión bajo la nueva cúpula de su matriz Enel. Sin embargo, el grupo italiano dejó claro que será más selectivo a la hora de invertir en renovables y que centrará el tiro en el negocio de las redes de distribución, que goza de retribución regulada y donde, en su opinión, se dan unos marcos regulatorios "justos y estables".

De este modo, la compañía que dirige José Bogas tiene claro cuales serán sus ejes estratégicos para 2024-2026: rentabilidad y la flexibilidad, con el modelo de socios externos y rotación de activos en marcha, a la hora de decidir el destino de las inversiones; eficiencia y efectividad de las operaciones, con mayor control de costes y maximizando la generación de caja; y sostenibilidad financiera y ambiental.

Bajo este contexto, ha decidido cancelar el proceso de venta de su cartera de clientes de comercialización de gas en España, que lanzó en 2022. al considerar que, a los actuales precios, no se puede "cristalizar su valor"-. No obstante, está buscando la entrada de un socio estratégico con una participación minoritaria para una cartera de renovables de unos 2.000 MW de potencia. En concreto, se trata tanto proyectos en operación como en desarrollo, mayoritariamente fotovoltaicos, y la operación estaría valorada en unos 2.000 millones de euros. Según adelantó Cinco Días, Endesa ha contratado a Santander e Intesa San Paolo para la venta. El objetivo la cotizada es alcanzar los 13.900 MW de potencia al final del plan mediante una inversión de 4.300 millones de euros.

Enagás, plan estratégico y a la espera del laudo contra Perú

Enagás también prevé actualizar su plan estratégico en el primer semestre de 2024, una vez que tenga con mayor visibilidad sobre los avances en los proyectos del corredor H2Med -el gran corredor de hidrógeno verde en Europa que conectará la Península Ibérica con la ciudad francesa de Marsella- y la Red Troncal de Hidrógeno española. No obstante, otro asunto importante que atañe al operador gasista nacional es el arbitraje que mantiene contra el Estado Peruano por el proyecto del Gasoducto Sur Peruano (GSP). 

La compañía esperaba el laudo a partir de septiembre y los asesores legales del grupo esperan un resultado positivo. El proyecto de gasoducto de más de 1.000 kilómetros fue paralizado en 2017 y Enagás se personó ante el Centro Internacional de Arreglos para la Disputa sobre Inversiones (Ciadi), el organismo de arbitraje del Banco Mundial. La previsión de Enagás son recuperar la mitad de la inversión (unos 200 millones de euros) en 2024 y el resto más allá de 2030.

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