La gran banca cotizada ha iniciado con cierta timidez la senda de la remuneración del pasivo. Casi diecisiete meses después de que el Banco Central Europeo (BCE) diera un giro en su política monetaria, adoptando un enfoque más restrictivo para controlar la inflación desbocada, prácticamente todos los grandes bancos tienen una oferta en depósitos (o en cuentas) con el fin de atraer nuevos clientes o retener a los ya existentes. Eso sí, se trata de productos dirigidos a un tipo de cliente por lo que no realizan una comercialización masiva.
No hay que olvidar que, aunque es posible que el precio del dinero haya alcanzado su techo (los tipos de interés se sitúan ya en el 4,50%, salvo que haya alguna sorpresa en la reunión de diciembre), el traslado de esta subida a las imposiciones a plazo fijo se está produciendo de manera más lenta.
Uno de los pioneros fue Banco Santander, a través de su filial Openbank. El banco digital estrenó en septiembre de 2022 un depósito con una rentabilidad del 0,20%, un producto que ha ido renovando hasta ofrecer una remuneración del 3,07% a seis meses y siempre y cuando el cliente domicilie ingresos periódicos de al menos 600 euros. En caso de no hacerlo, el tipo de interés cae hasta el 2,01%.
Sin embargo, al vincularlo a un plazo de seis meses, la tasa anual equivalente (TAE) es inferior al 3,07%, es decir, realmente el banco ofrece una rentabilidad del 1,535% para quienes domicilien ingresos y del 1% para quienes no lo hagan. Además, la forma para lograr una mayor remuneración es mantener una relación con la entidad por un periodo determinado, de al menos seis meses.
Bankinter es otra de las entidades que arrancó a principios de este año una oferta en depósitos para determinados clientes y que no se comercializa de manera masiva. En ese sentido, la campaña llevada a cabo por el banco que preside María Dolores Dancausa lleva ofreciendo a sus clientes dos imposiciones a plazo fijo con unas rentabilidades que se sitúan en el 2,80% TAE hasta 50.000 euros y del 2,90% si se supera esa cifra. En ese sentido, es fundamental contar con unos ahorros elevados.
Además, cuenta con dos depósitos en dólares dirigidos para clientes con un perfil financiero más sofisticado. Se trataría de un depósito a un año con una remuneración del 4%, un TAE que caería hasta el 3,84% para plazos a seis meses. El importe mínimo es de 15.000 euros, pero el cliente debe tener en cuenta que corre con el riesgo de divisa.
BBVA, el último
Dentro de los grandes bancos cotizados, BBVA ha sido el último en sumarse. El banco con sede en 'La Vela' acaba de estrenar una oferta en ese sentido. Se trata de un depósito dirigido a determinados clientes. La clave será el nivel de vinculación que tienen el cliente con el banco. La remuneración se sitúa en el 2,75% y el importe mínimo de la inversión varía entre los 50 euros y los 500.000 euros. con un plazo de dos años.
Asimismo, el banco ofrece un depósito combinado, con una rentabilidad del 0,65%. Se trata de un producto para un plazo de 13 meses, que combina una imposición a plazo fijo con un fondo de inversión. La inversión mínima es de 600 euros. El cliente puede optar por varias opciones, que van desde el 30% de la inversión en una imposición a plazo fijo y el 70% en fondo, hasta el 70% en depósito y un 30% en fondos de inversión.
Caixabank también habría relanzado su oferta en depósitos. En concreto, el banco que dirige Gonzalo Gortázar lanzó un depósito bonificado que ofrece una remuneración del 1% a un año, pero que se puede lograr un interés adicional si contratas o mantienes vigentes determinados productos y servicios comercializados por Caixabank como es seguro de vida, de hogar o de salud, entre otros. Para acceder a ello es necesario domiciliar unos ingresos periódicos durante un plazo de 6 meses de al menos 600 euros.
Finalmente, y aunque no es un depósito como tal, destaca Banco Sabadell. El banco acaba de lanzar una campaña para captar clientes e ingresos y ha rediseñado su oferta a través de la Cuenta Digital de Sabadell. Ahora ofrece una rentabilidad del 2% anual, pero, y de ahí la diferencia, con carácter indefinido. El importe máximo de la remuneración es de 20.000 euros.
