El mes de mayo fue un punto de inflexión para Renfe. El final del estado de alarma motivó a la compañía a restablecer parte de la oferta eliminada hasta el momento con motivo de las restricciones, al mismo tiempo que miraba por el retrovisor la llegada de la competencia en la alta velocidad. Pero al cierre del mes de mayo, las cifras obtenidas han sido una bocanada de aire. El número de pasajeros mejoró tanto contra mayo de 2020 como también respecto al pasado mes de abril de este año, lo que ayudó a mejorar sus ingresos y a aligerar sus números rojos.
Así lo prueba la documentación consultada por La Información y que, de acuerdo a las fuentes consultadas, fue aprobada por el consejo de administración de la operadora estatal que preside Isaías Táboas este lunes 28 de junio. En términos operativos, Renfe Viajeros transportó a casi 30 millones de pasajeros, cifra que está muy por encima de los apenas siete millones que viajaron en mayo del pasado año, cuando el confinamiento todavía acaparó parte del mes.
En el plano financiero, el grupo tuvo en el quinto mes del año unos ingresos de 258 millones de euros (un 50% más) y un resultado neto de -27 millones de euros, unos números rojos inferiores a las pérdidas de 60 millones registradas durante el mismo mes del año anterior. La mejor noticia la dio el resultado de explotación (ebitda) de la filial de viajeros que, a diferencia de los últimos meses, cerró en positivo.
Por lo que respecta al resto de divisiones del grupo Renfe, apenas hubo novedades reseñables. La de Mercancías se anotó una mejora en las toneladas transportadas (6,54 millones, un 10% más que en mayo del año anterior), aunque no fue suficiente para cerrar en positivo; Fabricación y Mantenimiento creció en ingresos y rentabilidad; la filial de Alquiler de Material, que apenas pesa en el balance global del grupo, mejoró todos sus vitales.
Los datos de Renfe hasta mayo estuvieron marcados por el fin del estado de alarma. La decisión de recuperar la normalidad por los buenos datos epidemiológicos motivó a la compañía a recuperar parte de la oferta y a lanzar iniciativas para estimular el tráfico en aquellos servicios más sensibles a las restricciones a la movilidad. Un claro ejemplo fue el lanzamiento de ofertas para viajar en AVE y en servicios de larga distancia (LD) desde el 10 de mayo.
Nueva propuesta comercial
Estas iniciativas están teniendo continuidad de cara al verano, con el lanzamiento en junio del servicio de bajo coste Avlo - viajes en alta velocidad desde 7 euros - y de nuevas frecuencias. A ello se suma la nueva propuesta comercial, diseñada por Javier Martín, quien fichó en el mes de abril por la operadora. El plan de la compañía es que a partir de julio cambie la forma de comprar billetes, con el lanzamiento de tres opciones (Básico, Elige y Premium). La compañía asegura que su nuevo sistema permitirá que el billete sea más barato a medida que se compre con mayor antelación. También se aplicarán descuentos a todas las franjas de edad, como niños, jóvenes y la categoría seniors.
El mes de mayo también estuvo marcado por la llegada de la competencia. El lunes 10, Ouigo, el operador low cost de la SNCF francesa, iniciaba sus operaciones y rompía el monopolio de Renfe en la alta velocidad. Las cifras más recientes de la compañía gala: 200.000 viajeros y un 90% de media de capacidad, tal y como adelantó La Información. La compañía dirigida por Hélène Valenzuela solo opera de momento la línea Madrid-Barcelona con paradas en Zaragoza y Tarragona, pero tiene en el radar viajar hasta Valencia y a otras cuatro ciudades españolas en los próximos meses. La expansión mira hacia Alicante, Córdoba, Sevilla y Málaga, con la meta de alcanzar las 30 salidas diarias.
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