Los intereses, clave

Las telecos españolas llegarán a la pugna comercial 'post-fusiones' con altas deudas

Analistas prevén una guerra en el sector pero que estará marcada por el apalancamiento tanto de Telefónica, como de la futura Orange-Másmóvil y Zegona-Vodafone. Digi también eleva sus pasivos en pleno despliegue.

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Europa Press

Más dureza comercial… pero con mesura para seguir pagando los intereses. Los analistas dan por hecho que el baile de operaciones del sector de las telecomunicaciones, con la fusión de Orange y Másmóvil y los consiguientes ‘remedios’ otorgados previsiblemente a Digi y la venta de Vodafone, se va a recrudecer la batalla, no sólo en el segmento residencial sino también en el mayorista. Pero la mayoría apunta a que el elevado endeudamiento de las grandes firmas supondrá un corsé importante que marcará el nivel de agresividad.

El propio consejero delegado de Telefónica, Ángel Vilá, admitía en el ‘Investor Day’ de la operadora que sirvió para presentar la hoja de ruta de los próximos tres años que no esperaban una gran disrupción en el mercado mayorista. Y una de las razones que esgrimía señalaba precisamente los balances de los grandes actores. “Los tres grandes jugadores están también muy endeudados en un tiempo de tipos de intereses altos que podrían ser más altos y por más tiempo; por lo que esperamos racionalidad financiera en el comportamiento de esos jugadores”, apuntaba. Esto también podría trasladarse al segmento de consumo, donde Digi también ha elevado de manera significativa su pasivo en pleno despliegue de red propia.

La transacción de Zegona va a implicar un endeudamiento importante de Vodafone España, que es uno de los jugadores más temidos debido a su necesidad de crecer de manera importante en el mercado. En la documentación aportada al mercado establecía que el paquete de financiación total de hasta 4.200 millones de euros en diferentes ‘paquetes’ implicaría un ratio de casi 3 veces el resultado bruto de explotación (Ebitda) del ejercicio. Pero esto era suponiendo que logran 600 millones ‘extra’ en capital. En la que acaban de cerrar la pasada semana sumaron 300 millones. Necesitarán el doble para mantener esa ratio que podría por tanto elevarse. Esto supone un pago de intereses relevante.

La propia Zegona dedica un largo capítulo en los riesgos del folleto presentado a los inversores a la situación financiera y a los efectos de ese endeudamiento en sus planes. Insiste en que las diferentes líneas de crédito pactadas -que podrían refinanciarse en el futuro- contendrán “una serie de cláusulas financieras y restrictivas y otras disposiciones que limitarán la capacidad de Vodafone España para operar su negocio”. En este sentido, mencionan por ejemplo la dificultad para abordar fusiones o un “cambio sustancial” en el negocio de la compañía; para llevar a cabo enajenaciones de activos o un endeudamiento adicional o realizar adquisiciones e inversiones.

En el caso de la ‘joint venture’ de Orange y Másmóvil el endeudamiento también es elevado. Hay que tener en cuenta que la empresa conjunta del segundo y cuarto operador incorpora la deuda de esta última -que se situaría por debajo de los 6.000 millones de euros tras las desinversiones de la red de Euskaltel, los accesos de zonas rurales y la venta de la filial portuguesa (aún pendiente de autorización regulatoria)-. A esto hay que sumar los 6.000 millones ‘extra’ de pasivo que servirán, principalmente, para pagar un ‘megadividendo’ asimétrico y así ajustar las valoraciones de ambas (Orange aporta sus activos sin cargas financieras). La ratio estaría entre los 5 y las 6 veces el Ebitda.

El actor más temido en esta contienda es, sin duda, la rumana Digi. Todo apunta a que la venta obligada de activos que implicará la ‘luz verde’ regulatoria a la fusión Orange-Másmóvil los tendrá a ellos como beneficiarios. Pero además de esta compra, la firma se ha comprometido a una fuerte inversión para su propia red, además de lo ya ejecutado. La firma ha ido levantando financiación, tanto en España como en la matriz, que han elevado el endeudamiento neto del grupo hasta superar la barrera de los 1.300 millones (un 30% más). Esto supondría unas 2,7 veces el Ebitda. Se trata de 0,5 puntos más que hace tan sólo un año (los vencimientos se disparan en 2025 hasta los 600 millones de euros frente a los 110 del próximo ejercicio). Tiene margen aún y por tanto tiene la capacidad de seguir siendo el ‘verso suelto’ aunque con mayor peso en la mochila que hace tan sólo dos años.

En el caso de Telefónica, el nuevo plan estratégico le obliga a seguir siendo el que llame a la “racionalidad” del mercado. No sólo en el mercado residencial, donde perderá el cetro de principal operador por número de clientes en favor de Orange-Másmóvil, sino también en el mayorista. La hoja de ruta se basa en una reducción de la ratio de deuda respecto a Ebitda hasta un máximo de 2,2 veces. A cierre de septiembre se situaba ligeramente por encima de los 26.500 millones de euros (2,5 veces). Esto junto con la obligación de un incremento de los ingresos del 1% anual le lleva a ese mayor perfil conservador. El propio consejero delegado lleva varios trimestres hablando de un mercado progresivamente más calmado.

Margen para la agresividad

Pese a todo, los actores están preparados para una mayor agresividad comercial, especialmente en el segmento de consumo. También en el área mayorista, donde Zegona quiere dar mucho más protagonismo a Vodafone -quien optó por prácticamente cerrar su red móvil y descartar el alquiler a terceros-. Esto llegaría después de varios trimestres en los que, con algunas excepciones, se ha vivido una cierta estabilización en las tarifas de los productos de más alto valor y una actividad creciente en el segmento ‘low cost’.

Digi no tiene intención de parar. Su consejero delegado ya avisó al mercado el año pasado que su intención era no tocar precios, pese al alza del IPC y el potencial impacto en sus márgenes. Sigue manteniendo mucha presión en paquetes de menor valor con fibra y móvil en 20 euros. Vodafone ya ha dicho que va a darle mucho más protagonismo a Lowi, su segunda marca para este vertical, aportándole una oferta de televisión. El año 2024 será clave. Pero la mochila de intereses financieros también lo será.

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