Movistar no ha querido esperar para remangarse en la batalla comercial de las telecos en España con su nuevo paquete de tarifas MiMovistar. La operadora aprieta con los primeros recortes del 50% para tratar de robar el máximo número de clientes a sus rivales en la previa del periodo veraniego, clave para la captación de todo el curso próximo. Estos descuentos se extienden a todos los productos, incluido todo el fútbol. Se trata de rebajas más agresivas que Orange, el segundo operador en España, aunque no llega al nivel de Vodafone, que sigue manteniendo un perfil más duro.
En un mercado altamente promocional como el español, con hasta seis operadores más o menos relevantes con ofertas de fibra y móvil completas, la clave en las tarifas no está tanto en la configuración sino también en la política de descuentos y hasta dónde se pretende llegar con ellos. Los rivales estaban expectantes para ver cómo era el estreno de Movistar con el nuevo portfolio, que introduce algo más de flexibilidad pero que no reduce de manera significativa los precios de Fusión en productos similares. El estreno llega con recortes pese a la intención del grupo de enfriar al máximo esta pelea comercial.
En concreto la compañía ha planteado descuentos del 50% durante tres meses para todos los productos. No sólo para los tres paquetes de conectividad, sino también para todos los que tienen que ver con la televisión o con los servicios vinculados como los videojuegos o las alarmas. Es sólo para clientes nuevos en el afán de captar el máximo número de líneas de sus rivales, después de un arranque de año en el que esta deriva hacia el ‘low cost’ le ha costado 148.000 líneas móviles que han ido a parar principalmente a las filas del Grupo Másmóvil y a la rumana Digi. No afecta, en principio, a los usuarios de la antigua Movistar Fusión que tendrán la opción de cambiarse, pero sin rebajas significativas por el momento.
Esta estrategia comercial está a medio camino entre Orange y Vodafone, cuyos equipos comerciales trabajan a pleno rendimiento para la reconfiguración de sus tarifas de cara al verano y con MiMovistar como la apuesta de Telefónica. La operadora francesa sigue teniendo una actitud menos agresiva con ofertas del 25% durante cuatro meses. El propio consejero delegado, Jean François Fallacher, aseguró durante la última presentación de resultados que han optado por ser “extremadamente disciplinados” en su política comercial y por mantener un perfil “cauto” para no “sobrepromocionar”. Los británicos sí que están apretando el acelerador con rebajas durante un año completo y recortes en el ‘bajo coste’ con su segunda marca Lowi.
Hasta ahora, Telefónica ha mantenido una actitud menos promocional en los últimos trimestres. Incluso en la configuración de las nuevas tarifas no se vio una fuerte agresividad en precios, pues a igualdad de servicios no existen grandes diferencias a la baja. Además durante los últimos meses la cúpula directiva ha trasladado incluso la posibilidad de hacer subidas selectivas para tratar de abordar la elevada inflación acumulada en España. El propio consejero delegado, Ángel Vilá, defendió durante la junta general de accionistas que tuvo lugar el pasado mes de abril que esperaban que con la fusión de Orange y Másmóvil se fijara desde ya un nivel “más racional” de competencia en el sector.
Además de las rebajas, como ya hiciera con Movistar Fusión, Telefónica trata de promocionar paquetes concretos ya configurados. Plantea tres: el convergente básico sin ningún contenido de televisión, el que incluye un paquete básico audiovisual y el que tiene todo el fútbol. Este último, con una fibra de 1 ‘giga’ se queda en 123 euros después de los tres meses de promoción. Si se reduce a un tercio la velocidad de la conexión a internet en casa apenas se ahorran ocho euros. Con esta nueva configuración le va a dar más libertad para poder hacer ofertas selectivas en paquetes concretos. En esta ocasión, el 50% se aplica a todo. Pero de cara a una potencial guerra por el fútbol podría ser mucho más agresivo en el paquete que incluye todas las competiciones sin afectar a la conectividad.
Algunos de los analistas, como Banco Santander, acogieron con cierto optimismo esta nueva configuración de precios. Entienden que se sacrifican márgenes -en un momento marcado por la dureza comercial en España- especialmente en el lado de la conectividad de más bajo valor, pero para tratar así de frenar la salida de clientes. Aún así para esquivar una caída de ingresos medios, deberá captar más, según Santander. En los últimos meses los observadores del mercado han puesto todos los focos sobre el mercado local, que representa más del 40% del flujo de caja libre de todo el grupo. Los resultados financieros de este segundo trimestre serán claves para medir la recepción de estas nuevas tarifas.
Con el nuevo portfolio ya en el mercado, en el 'cuartel general' de Movistar miran de reojo las negociaciones de Orange y Dazn para la adquisición por parte de los franceses de los derechos en manos de los británicos. En estas últimas semanas no ha habido grandes acercamientos e incluso el propio consejero delegado de los galos avisó de que podría sólo comprar los partidos en manos de Telefónica. El gigante del streaming necesita reducir el riesgo financiero con el pago millonario por parte de la operadora de telecomunicaciones (aún tiene que cubrir 180 millones invertidos esta primera temporada). Del resultado de estas conversaciones dependerá la guerra por los clientes de fútbol este verano. La última fue en 2018 y dejó una agresividad comercial inaudita.
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