Empate técnico

Telefónica y Repsol cruzan los dedos ante las elecciones generales en Perú

La operadora y la petrolera tienen en juego más de 3.000 millones de euros de ingresos. El país decide entre Keiko Fujimori y Pedro Castillo, con dos propuestas populistas.

Castillo y Fujimori antes de las elecciones
Castillo y Fujimori antes de las elecciones
Agencia EFE

Perú acudirá a las urnas este domingo para elegir presidente. Lo hará en un clima de inestabilidad política tras la destitución del anterior primer mandatario y con dos propuestas antagónicas encarnadas por la conservadora Keiko Fujimori y el líder sindicalista Pedro Castillo. Algunos de los grandes del Ibex 35 mirarán muy de cerca el resultado de estos comicios. Telefónica y Repsol son dos de los que más se juegan, pues entre los dos sumaron el año pasado ingresos por valor de más de 3.200 millones de euros en este mercado latinoamericano.

Todos los focos están puestos sobre Castillo, quien hasta el pasado mes de marzo, era casi un desconocido entre las esferas políticas. De 51 años es el líder de Perú Libre, un partido que en su ideario y su programa se califica como marxista y que plantea un modelo basado en la "economía popular con mercados". En la primera vuelta de las elecciones, que tuvo lugar en abril después de la sacudida que vivió el país, el izquierdista, al que la élite empresarial -también la española- mira con desconfianza y recelo, irrumpió y logró mucha notoriedad en un afán generalizado por el cambio. 

El candidato Castillo

Con su sombrero de paja 'chotano' y su lápiz, el profesor plantea un discurso centrado en el mundo rural -donde ha ganado muchos enteros en los últimos meses- y defiende la elaboración de una nueva Constitución, con la recuperación del rol empresarial del Estado y de la 'mano dura' con las multinacionales. En los últimos meses ha puesto sobre la mesa medidas como las nacionalizaciones de compañías enfocadas en 'utilities' como las telecomunicaciones o la energía. "El mercado no puede controlar al Estado tiene que ser el Estado el que controle a los mercados", aseguraba en uno de los debates presidenciales de las últimas semanas.

España es uno de los países con mayores inversiones allí. Dos de las compañías españolas del Ibex 35 con presencia significativa en el país que operan en esos mercados son Telefónica y Repsol. Sobre la teleco, Castillo en ese mismo debate electoral del pasado mes de mayo anunció que conversará con ella y con las empresas eléctricas "para que se baje el recibo y se condonen [las deudas]". Respecto a la petrolera, el pasado mes de abril prometió nacionalizar el principal yacimiento de gas, Camisea, así como "rescatar los recursos estratégicos del país". Esa explotación es gestionada por Pluspetrol, un consorcio integrado, entre otros, por la empresa dirigida por Josu Jon Imaz.

La sombra de Fujimori

La otra candidata en las elecciones es Keiko Fujimori, hija del que fuera presidente Alberto Fujimori (1990-2000), que hoy está cumpliendo la condena de 25 años de cárcel por tres sentencias por corrupción y crímenes de lesa humanidad tras el autogolpe de Estado del año 1992. En libertad bajo fianza, en plena investigación por lavado de dinero en el 'caso Odebretch', la política se presenta por tercera vez para acceder a la presidencia agitando el fantasma del comunismo frente a Castillo.

Con el favor de la élite empresarial, a la que ha prometido una "economía social de mercado" con un mayor favor hacia la inversión internacional, Fujimori también plantea medidas populistas ante la creciente desigualdad en el país, con la entrega de varios bonos a familias (uno de 2.500 dólares a cada familia con una víctima de Covid) o el reparto del 40% de un impuesto por la extracción de minerales, petróleo o gas a familias que vivan cerca de las explotaciones. Propone un incremento del endeudamiento y un aumento del gasto público.

El negocio español

Las empresas españolas miran muy de cerca lo que suceda en estas elecciones. Hay mucho negocio en juego. Telefónica, cuya entrada en el país fue precisamente a través de la privatización de las dos mayores empresas de telefonía del país por más de 2.000 millones de dólares en 1994, hoy cuenta con unos ingresos anuales en el país de unos 1.600 millones de euros. Se trata del segundo territorio latinoamericano del país por tamaño, muy cerca de Argentina, pero especialmente azotado por las divisas. Hoy la operadora tiene varios litigios fiscales millonarios abiertos en el país y un arbitraje internacional con el Estado. Al igual que Colombia o Ecuador, esta filial ha estado en las quinielas para ser vendida en la 'Operación Salida' de la región que inició José María Álvarez-Pallete a finales de 2019.

Para Repsol también es una plaza importante. Es el cuarto país por volumen de ingresos ordinarios después de España, Estados Unidos y Portugal, con 1.672 millones de euros en el año 2020. Con quince años de trayectoria en este mercado, la compañía opera la principal refinería de petróleo del país y una de las más importantes de Latinoamérica, llamada La Pampilla. La petrolera no es la única. Otras compañías del Ibex como Ferrovial o la banca han tratado de ganar enteros. Naturgy ve estos comicios 'desde la barrera' pues pactó a finales del año pasado el abandono de este mercado.

Más de 25 millones de peruanos están llamados a votar mañana. Los comicios tendrán lugar en medio de una durísima crisis marcada por la Covid (en la última semana se han cambiado los criterios para determinar las muertes por esta enfermedad disparando los registros hasta los 184.000 y colocándolo como uno de los países con peor comportamiento de la región junto a Brasil). Deberán elegir entre Pedro Castillo y Keiko Fujimori. Y las empresas españolas lo vigilarán muy de cerca.

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