Los famosos se rebelan

La cultura se ahoga con el virus: la 'ceja' rompe con Sánchez y pide una reacción

Grandes nombres del mundo del espectáculo claman contra la falta de ayudas y de apoyo del Gobierno de izquierda tras sufrir el golpe de la crisis pandémica. Preocupa la situación en la que quedan sus pensiones. 

Centenares de trabajadores de las artes escénicas se manifiestan durante la iniciativa "Alerta roja eventos".
Centenares de trabajadores de las artes escénicas se manifiestan durante la iniciativa "Alerta roja eventos".
EFE

Febrero de 2008. Más de una década ya. Un grupo de actores y actrices, cantantes, escritores, cineastas... presenta la Plataforma de Apoyo a Zapatero (PAZ) y un vídeo en el que, con un característico gesto, arqueando el dedo índice sobre uno de sus ojos, escenificaban no solo su apoyo a un partido, el PSOE, sino a su líder, José Luis Rodríguez Zapatero, por entonces presidente del Gobierno, y candidato socialista en las elecciones que se iban a celebrar en marzo de ese año. 

Abril de 2009. Uno de aquellos ‘artistas de la ceja’, que fue partícipe de aquella campaña, Miguel Bosé, que incluso interpretó junto a Joaquín Sabina y Joan Manuel Serrat, la canción ‘Defender la alegría’ en apoyo a Zapatero, suena fuertemente como posible nuevo ministro de Cultura para sustituir al frente de Ministerio de Cultura a otro de los hombres de la ceja, el esctritor César Antonio Molina, que acaba de ser cesado. 

Junio de 2020. Bosé carga en las redes sociales contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y contra el PSOE, que antes apoyaba, por su gestión de la pandemia hasta el punto de llamarle "supremacista" o "el salvador", además de asegurar que esta crisis de la Covid-19 es "la gran mentira de los gobiernos". Mentira o no, que parece que no, lo que es cierto es que el virus ha destruido por completo ‘el mundo de la ceja’ y a día de hoy son muchos los artistas y miembros del mundo de la cultura que han abandonado el barco socialista o han lanzado duras críticas al devenir del gobierno Sánchez, sobre todo, por su gestión de la pandemia o incluso, por su ‘alianza’ con Podemos o partidos independentistas radicales como ERC o EH Bildu.

El ya mentado Miguel Bosé, Juan Echanove, Alejandro Sanz, José Sacristán, Joan Manuel Serrat, Miguel Ríos... Son solo algunos de quienes han deslizado en las últimas semanas críticas a la actuación de Pedro Sánchez al frente del Gobierno y del PSOE y la mayoría de estas críticas giraban en torno a la pandemia y a la crisis provocada por la misma. Uno de los primeros, antes incluso de la pandemia, fue el ex ministro y antiguo director del Instituto Cervantes, César Antonio Molina, uno de los fundadores de la plataforma 'La España que reúne', que agrupa a una serie de intelectuales procedentes de la socialdemocracia y muy críticos con la decisión del PSOE de pactar con Unidas Podemos y con ERC. "Para el actual PSOE todos los que discrepamos somos unos fascistas", decía en enero Molina. 

‘Fascista’, ‘facha’ calificativos e insultos, algunas veces desde personas muy cercanas al gobierno, que han tenido que escuchar últimamente alguno de los discrepantes, caso de antiguos referentes de la izquierda en el mundo de la cultura como el cantante Joan Manuel Serrat o el actor José Sacristán, histórico militante del PCE, por quien salió en su defensa, por ejemplo, otro cineasta desencantado con el mundo de la ceja, como el director Álex de la Iglesia.

A todo esto, en abril se hizo viral un vídeo del actor Juan Echanove en el que arremetía contra el ministro de Cultura, Rodríguez Uribes, en el que llegaba a decir en voz alta: "¡ya no eres mi ministro!" tras criticar la política cultural y la falta de ayudas al sector por parte del gabinete de Sánchez. "Y todo sigue igual", repite Echanove. "El sector de la cultura lo que percibe es que está al borde de la suspensión de la actividad. Vivimos en un país que es incapaz absolutamente de llegar a un mínimo acuerdo para que las cosas puedan ir para adelante. El problema no es solo el Ministerio de Cultura, ahora el problema es de las distintas comunidades autónomas y de las distintas consejerías de Cultura en conjunto con las de Sanidad. Todos nos estamos dando cuenta de lo complicado que es administrativamente nuestro país. No solo faltan ayudas sino que no hay una política común en aforos, distancias, medidas... Por eso apoyo totalmente todas las movilizaciones de actores, cantantes, etc, que se están llevando a cabo".

Como las ha apoyado el cantante granadino Miguel Ríos, destacado miembro del clan de la ceja, además de otros artistas y cantantes como Jorge Drexler, Malú, Alejandro Sanz, Mónica Naranjo, Vetusta Morla... "Soy músico y hoy, como todas las personas que formamos parte del sector, estamos en alerta roja. La cultura es esencial para el futuro", decía en su cuenta de twitter Alejandro Sanz. 

Y es que el sector de la cultura y el espectáculo se ha sentido abandonado por el actual ejecutivo y ahora ha sido este sector el que ha pasado a la acción y ha abandonado al gobierno exigiéndole medidas urgentes. Así, la movilización en torno al movimiento Alerta Roja, que fue masiva este jueves 17 de septiembre en decenas de ciudades españolas, englobaba, entre otros movimientos, a MUTE (Movilización Unida del Mundo del Espectáculo). "El sector del espectáculo y los eventos aglutina a profesionales y empresas con un impacto directo estimado en el tejido económico del 3,8% del PIB español y es creador de 700.000 puestos de trabajo relacionados (...) Un sector muy heterogéneo y fragmentado, y con la característica esencial de transversalidad y dependencia de otros sectores, como el de la Cultura y Deporte, Industria y Turismo. Esto se traduce en una fragilidad estructural y en una inseguridad jurídica alarmante, que se está haciendo patente ahora más que nunca, demandando un esfuerzo complejo para abordar una reglamentación homogeneizada, específica y adaptada a las especiales circunstancias y particularidades en las que se desarrolla la actividad, marcada por la estacionalidad e intermitencia". 

Según MUTE, "el sector está viviendo una situación límite que, de no paliarse, supondrá la ruina de miles de familias, la imposibilidad de mantener el empleo y la inviabilidad futura de las empresas y de la actividad de muchos profesionales. Ante la falta de reconocimiento de una vulnerabilidad clara, así como de ayudas concretas por parte del Gobierno, es vital dar visibilidad a la preocupante situación que vive el sector del Espectáculo y los Eventos". 

Pero dejando de lado esta movilización global del mundo del espectáculo, hay una característica común entre los miembros del mundo de la ceja que abandonan a los socialistas, a estos socialistas, y en concreto a Pedro Sánchez. Su edad, cercana ya o que supera ampliamente la edad de jubilación. Ahí podíamos incluir a los ya mentados Miuguel Ríos, Sacristán, Serrat, Bosé, Echanove, César Antonio Molina... Y es que algunos de estos artistas, visto el parón cultural debido a la pandemia, quizás comienzan a pensar ya que es el momento, o lo será en pocos años, de irse a sus cuarteles de invierno a descansar y han visto, como vulgarmente se dice, las orejas al lobo de la inseguridad de sus posibles pensiones futuras, con un gobierno tan débil. 

César Antonio Molina (A Coruña, 1952) quizás ponía el dedo en la llaga en sus mencionadas declaraciones de enero de este año: "La ley electoral concede al nacionalismo una representación que no debería tener. Esa ley no se ha reformado y el PSOE y el PP han tenido que pactar en el pasado con los nacionalismos. Pero a lo que no se había llegado hasta ahora era al extremo de desguazar el país. Si esto se consuma, ¿se han preguntado los nacionalistas quién pagará las pensiones o los sueldos de los funcionarios en Galicia o en Cataluña?".

La palabra del millón: la pensión. En este sentido, han montado un gran revuelo mediático las palabras del actor Antonio Resines, quien ya hace unos meses, en plena pandemia había lanzado anbdanadas al ejecutivo. "El Estado tiene que dar un paso adelante y poner dinero encima de la mesa para la cultura. Nosotros somos trabajadores intermitentes y hay mucha gente que se dedica a la cultura. En esta profesión hay mucha gente que no tiene ingresos. La cultura tiene que ser cuestión de Estado. En Francia y otros países la cultura es así porque es muy importante que siga funcionando"

Ahora, el actor ha salido de nuevo a la palestra esta semana, con su monumental enfado ante una oficina de la Seguridad Social donde trataba de tramitar su jubilación. Algo que, aseguró, lleva tratando de formalizar desde hace meses. Resines se convierte así en el paladín de decenas de miles de españoles que tienen problemas para poder cobrar sus prestaciones, jubilaciones, ERTEs o desempleo, debido al colapso de las administración con la pandemia. 

"He solicitado hablar con el director de la sucursal, ¡pero me niegan el paso! Este edificio es público, es de la Administración del Estado. Me gustaría que alguien que tenga mando en plaza me contestase porque toda esta gente que está aquí está esperando a que les den una cita. ¡Necesitan el dinero! Están esperando para lo que sea, jubilación, pensiones... Te dicen que llames a un teléfono que no te deja pedir cita previa y te redirige a la web, pero en la web tampoco te lo permiten. Después vienes presencialmente y no puedes entrar sin cita previa y vuelven a redirigirte al teléfono. Pagamos durante tantos años para que nos atiendan". Definitivamente, el mundo de la cultura le ha partido la ceja a Sánchez y al PSOE.

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