Apuntala su proyecto político

Díaz saca rédito del 'ensayo general' de la ruptura de la coalición y mira a 2023

Las relaciones entre la vicepresidenta y Pedro Sánchez entran en 'guerra fría' tras la crisis desatada por la reforma laboral. El presidente del Gobierno empieza a marcar distancias con su futura rival electoral.

Pedro Sánchez y Yolanda Díaz en Cumbre Hispano-Portuguesa
Díaz saca rédito del 'ensayo general' de la ruptura de la coalición de cara a 2023
Europa Press

Yolanda Díaz sale reforzada de la crisis desatada en el Gobierno por la reforma laboral. Lo dicen las encuestas, que sitúan a la vicepresidenta segunda como la líder mejor valorada del panorama político, y se palpa estos días en los pasillos de las altas esferas del poder económico. La líder del flanco de Unidas Podemos saca rédito electoral de lo que podría considerarse como un 'ensayo general' de la ruptura de la coalición que, inevitablemente, se producirá antes de las elecciones generales de 2023. Mientras, la relación con Pedro Sánchez se enfría y el jefe del Ejecutivo y secretario general del PSOE empieza a marcar distancias con la que será su futura rival electoral.

Aunque en el equipo de Díaz repiten como un mantra que no hay riesgo de ruptura de la coalición, la separación será un hecho en un futuro próximo, toda vez que la actual vicepresidenta ya ha anunciado que liderará un proyecto político propio. Por eso Díaz tiene claro, en cada choque en el seno del Gobierno, que es fundamental marcar las diferencias con sus socios para aglutinar apoyo social, pero sin hacer demasiado ruido. Así lo hizo tras la "injerencia" directa de la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, en la reforma laboral: solicitó una reunión urgente de la mesa de seguimiento del acuerdo de coalición, pero fue la ministra de Derechos Sociales y secretaria general de Podemos, Ione Belarra, quien lo hizo público a través de Twitter.

La crisis se ha resuelto a favor de Díaz. Aunque el departamento de Calviño consideran una victoria participar en las reuniones de negociación de la reforma laboral, será la ministra de Trabajo quien dirija la mesa principal con los agentes sociales. Pero no solo eso. La vicepresidenta segunda ha conseguido que los responsables de los distintos departamentos implicados en la reforma (además de Trabajo, Seguridad Social, Asuntos Económicos, Hacienda y Educación) que Calviño quería incorporar a la coordinación se sienten a hablar sobre el contenido, en una mesa presidida por Pedro Sánchez, para fijar la posición del Gobierno sobre la reforma laboral en los términos del acuerdo de coalición. Recordemos que aquel texto decía, literalmente: "Derogaremos la reforma laboral. Recuperaremos los derechos laborales arrebatados por la reforma laboral de 2012". 

Díaz ha asumido como una gran victoria lo que en algunos ámbitos se interpreta como una evidente derrota: ha perdido el control absoluto de una reforma que hasta ahora pilotaba en solitario. Pero la vicepresidenta se ha mostrado satisfecha ante la ciudadanía por conseguir sentar al PSOE a renovar el compromiso de modificar, al menos, los aspectos más lesivos para los trabajadores de la legislación del PP. Puede que, en realidad, como apuntaba recientemente Pablo Iglesias, esta batalla ya esté ganada. Y es que empieza a expandirse esta reflexión incluso en la órbita empresarial: "Si se deroga la reforma laboral gana Yolanda Díaz; y si no se deroga, también gana Yolanda Díaz, porque Pedro Sánchez no le deja derogarla".

En el ámbito sindical coinciden en que la futura líder del proyecto político que pretende arrebatarle espacios al PSOE en las elecciones de 2023 sí ha sacado rédito electoral de la crisis de la reforma laboral. "Pedro Sánchez pierde. La sensación general es que Yolanda Díaz quiere impulsar reformas que son buenas para la gente y la parte socialista del Gobierno se las frena", analiza un sindicalista con treinta años de experiencia en una de las grandes centrales del país. La sensación general en UGT y CCOO es de optimismo: "Aunque se haya montado una coordinación digna del 'camarote de los hermanos Marx', tenemos buenas expectativas respecto a las negociaciones y a la reforma que va a salir de aquí", comenta otro responsable sindical.

"Si se deroga la reforma laboral gana Yolanda Díaz; y si no se deroga, también gana Yolanda Díaz, porque Pedro Sánchez no le deja derogarla".

En el flanco empresarial no ocultan su satisfacción por el hecho de que la vicepresidenta económica vaya a tener voz -y voto- en la reforma laboral. Calviño es vista en la CEOE como un 'dique de contención' frente a las medidas planteadas por la ministra de Trabajo, que consideran "marxistas" e "intervencionistas". Sin embargo, Díaz despierta simpatías en la patronal, empezando por su líder, Antonio Garamendi, con quien mantiene una relación fluida. No en vano, y pese a las diferencias obvias, han firmado una docena de acuerdos en la mesa de diálogo social. También en el Ibex, Yolanda Díaz es vista con el paso del tiempo como una aliada más que como la temida comunista que amenazaba con ser. Ha tejido, en general, buenas relaciones en la mayoría de los principales entornos de poder del país.

'Guerra fría'

La tregua -que no la paz- pactada entre los socios del Gobierno es fruto de la negociación entre los equipos del PSOE y Unidas Podemos. Pedro Sánchez y Yolanda Díaz no han mantenido ninguna conversación directa durante la batalla de la reforma laboral, según confirman desde ambos equipos. El presidente del Gobierno no levantó el teléfono para intentar acercar posturas con su vicepresidenta, y la titular de Trabajo tampoco lo hizo. Fuentes gubernamentales señalan que en Moncloa no gustaron las formas de los socios minoritarios de UP, con ese tuit en el que Belarra (con el beneplácito de Díaz) hizo público que su formación había solicitado al PSOE una reunión urgente de la mesa de seguimiento de la coalición para "abordar la gestión y ejecución de los compromisos", sin mencionar, eso sí, la reforma laboral.

Sánchez está empezando a marcar distancias con Díaz. Empezó a hacerlo en los días previos a la aprobación del proyecto de Presupuestos Generales del Estado de 2022, con anuncios como los bonos jóvenes para cultura y vivienda, dos medidas de gran calado social que fueron capitalizadas prácticamente en exclusiva por el presidente del Gobierno. En clave electoral, el giro más claro se evidenció en el 40 Congreso Federal del PSOE, donde el líder socialista hizo una apuesta por la moderación y reivindicó su proyecto socialdemócrata para los próximos años. En Moncloa admiten que la relación entre ambos se ha enfriado, aunque en público proyecten unión. La crisis de la reforma laboral ha sido el 'ensayo general' de una ruptura anunciada, pero todavía quedan muchos meses de legislatura por delante.

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