Y provocar el concurso de acreedores

Pérez Dolset actúa contra ING Holanda por bloquear 140 millones al Grupo Zed

Pide también la imputación de la rusa Vimpelcom tras apuntar que Fridman se valió de nueve firmas para desviar 900 millones del Grupo Zed.

Dimite el cofundador de Grupo Zed de su cargo de presidente de los desarrolladores españoles de videojuegos
El empresario pide también comisiones rogatorias a Holanda y Estados Unidos. 
Portaltic/EP

El que fuera dueño del Grupo Zed, Javier Pérez Dolset, ha remitido un escrito a la Audiencia Nacional en el que solicita una batería de diligencias para esclarecer la caída del grupo que achaca al magnate ruso Mijail Fridman. El empresario madrileño ha puesto el foco en el conglomerado bancario liderado por ING Bank con el que contrató un crédito sindicado de 140 millones de euros y que no pudo devolver, según apuntala, porque se fraguó una operación de asfixia de sus filiales en Rusia hasta tener que declarar el concurso de acreedores de la empresa española. Por ese motivo solicita al magistrado que investiga estos hechos desde hace tres años que cite como persona jurídica a la entidad holandesa, además de Alfa Bank y de la firma ligada a Fridman, Vimpelcom. 

En su escrito, al que ha tenido acceso este diario, explica que se hace necesario escuchar también en sede judicial a una serie de cargos de la empresa rusa y de Temafon, sociedad esta última que era filial conjunta de su empresa de Vimpelcom y que se utilizó para sellar un negocio de telefonía en el año 2009. Además también propone comisiones rogatorias a Holanda y Estados Unidos para recabar documentación de la entidad y de la firma rusa. El empresario, que también está siendo investigado en esta causa, asegura que sus socios rusos provocaron un auténtico expolio en connivencia con los bancos que participaron en este crédito y que provocó la asfixia de Zed al reclamarle un impago de 24 millones de euros.

Según su relato, los hechos se remontan a 2009 cuando Zed cerró el negocio de telefonía con Vimpelcom. Este acuerdo comercial supuso para la rusa pasar de facturas 30 millones de dólares anuales a un total de 1.000 millones en apenas tres años. Según relata fue entonces, en 2012, cuando Vage Engibaryan, socio ruso de Zed+, creó junto con Vimpelcom (asociada al dueño de Dia) una "estructura societaria paralela" para desviar los fondos de la empresa de videojuegos madrileña. En concreto denuncia que se apoyaron para ello en una sociedad nueva que bautizaron con un nombre muy similar a MIPR Limited. En concreto, a la nueva firma le llamaron MIPR Investments Limited. Se trata de un entramado que en realidad no tenía empleados y que era controlado en última instancia por el consejero delegado de Temafon, Sergey Gorbunstov. 

El acta clave

Pese a que Fridman niega categóricamente cualquier responsabilidad con la caída de Zed, la defensa de su anterior dueño aporta con este escrito lo que considera una prueba clave de los hechos: se trata del acta de uno de los consejos de administración celebrado por las dos MIPR en enero de 2013.  Según este papel, Vimpelcom y Engibaryan habrían creado en connivencia con Fridman un entramado empresarial de hasta nueve compañías durante todo el 2012 para desviar más de 900 millones de euros, según las cifras contenidas en su plan de negocio. Para respaldar su tesis, el empresario se basa en las conclusiones del auditor de PwC en Rusia, Edwin Harland, el cual detalló ante el juez los pormenores de este presunto bloqueo de financiación.

En lo que respecta a Fridman, afirma que su relato exculpatorio en la Audiencia Nacional fue "falso" en cuanto a que dijo que no tenía relación con Vimpelcom o con Engibaryan. Según la documentación aportada ahora por Pérez Dolset, ambos eran consejeros de filiales de Vimpelcom radicadas en Chipre por lo que sí tendrían conocimiento de lo que se fraguó en los consejos de MIPR. "Entre los años 2012 y 2020, la empresa Vimpelcom y Engibaryan habrían facturado y previsiblemente desviado la cantidad de 3.270 millones de euros en ventas y más de 916 millones de euros en Ebitda", explica.

El destino del dinero

Según explica, los fondos se repartieron en un 75% para Vimpelcom (en calidad de propietaria de MIPR), un 20% para Alfa Bank (filial de Amsterdam Trade Bank, controlado por Fridman) y un 5% para Engibaryan. De este modo, incluye al entramado bancario en este presunto desvío de dinero de Zed del que también se benefició Letterone. En sintonía con lo denunciado por Anticorrupción, Pérez Dolset apunta a una connivencia entre ING Holanda, Alfa Bank y HSBC para provocar la asfixia de Zed en un momento en que el grupo había pedido un crédito sindicado de 140 millones de euros para financiar su salida a bolsa en el mercado estadounidense. 

Según el escrito, Alfa Bank firmó una línea de crédito de 500 millones de dólares con Vimpelcom 20 días después de que a esta última se le abriera una investigación por blanqueo de capitales, delito del que en febrero de 2016 se acabaría declarando culpable. "Como se puede comprobar en las últimas cuentas anuales de Vimpelcom del año 2019, ésta ha repagado en su totalidad los créditos concedidos en 2013 y 2014 por ING Alfa Bank y HSBC. Por lo tanto, podemos inferir que el dinero ilegalmente desviado de Zed terminó en los bolsillos de Vimpelcom, Letterone, ING, Alfa Bank y HSBC", reza el escrito el cual añade que el banco holandés no solo ocultó las prácticas de la sociedad rusa sino que también recomendó que se incorporara al accionariado de Zed. 

El bloqueo a Temafon acabó siendo la puntilla para la tecnológica española que vio como la falta de crédito hizo que no pudiera responder a un impago de 24 millones de euros que le solicitó el conglomerado bancario. Según explica Anticorrupción, se trató de una "estrategia ilegal" de interrupción de pagos de dividendos de las filiales rusas que dio lugar a una falta total de liquidez. El peritaje de PwC recoge al respecto que parte de la asfixia se produjo porque el reparto de dividendos del negocio con Temafon no fue equitativo. Así, mientras MIPR se hizo con su parte el abril de 2013, los dividendos del Grupo Zed se abonaron en noviembre de 2014. En ese periodo el grupo Temafon se habría apropiado de manera indebida de los fondos que competían a la otra parte y que alcanza la cifra de 525.000 euros.

Mostrar comentarios