Iglesias aprieta a Sánchez para derogar totalmente la reforma laboral de Rajoy

El pacto Sánchez-Iglesias pone en jaque a los mercados en pleno parón económico
El pacto Sánchez-Iglesias pone en jaque a los mercados en pleno parón económico
EFE

Acabar totalmente con la reforma laboral del PP o imponer una derogación 'light'. Es el pulso que están librando Pedro Sánchez y Pablo Iglesias en estos momentos, según explican fuentes cercanas a las negociaciones para conformar el Gobierno de coalición. El líder de Unidas Podemos ha puesto pie en pared y busca fulminar la norma que impulsó Fátima Báñez en 2012 y de la que Mariano Rajoy se siente tan orgulloso. Pero el candidato oficial a la investidura siempre se ha manifestado partidario de modificar los aspectos más lesivos de la misma y está expresando sus recelos.

La reforma laboral es el punto de la discordia entre Sánchez e Iglesias. Algo que están abordando directamente ellos, según fuentes de su entorno. Ya cuando cerraron el preacuerdo, el 12-N (entonces hablaron en genérico de "combatir la precariedad del mercado laboral y garantizar trabajo digno, estable y de calidad") se presentó como el principal escollo en la negociación y ese 'tira y afloja' continúa presente. Ambos líderes representan dos formas sensiblemente distintas de abordar la política laboral y eso ha generado roces, admiten.

En Podemos están mostrándose contundentes con esta medida. Han transmitido al equipo socialista que ya se han tragado demasiados 'sapos', renunciando, por ejemplo, a un Ministerio de Vivienda propio o a un impuesto específico a los bancos, y que la reforma laboral es, para ellos, una línea roja. Quieren la derogación total y volver a la norma de 2010. Sin medias tintas. Es un compromiso recogido en su programa electoral y quieren cumplirlo: fulminar la ley de Báñez que fue escrita "al dictado de la troika y con el beneplácito de la CEOE y el Círculo de Empresarios".

En plena disputa algunas fuentes indican que Iglesias, con el apoyo de los sindicatos, se está imponiendo a Sánchez y que la derogación total de la reforma laboral está siendo aceptada por el candidato a la investidura. Otras fuentes enfrían las expectativas e indican que es un aspecto que todavía a día de hoy se encuentra sobre la mesa negociadora sin cerrar totalmente. Admiten, eso sí, que la presión del líder de Podemos está siendo fuerte y que es uno de los aspectos más complicados de las conversaciones. No en vano, tal y como está diseñado el Gobierno de coalición, el Ministerio de Trabajo va a ser pilotado por Yolanda Díaz, por lo que la política laboral va a recaer en manos de Podemos.

Hay que recordar que en el PSOE, por su parte, siempre se han mostrado más cautos que Podemos y han defendido una postura intermedia. En su programa electoral apostaban por una derogación de los aspectos más lesivos de la legislación y aprobar un nuevo Estatuto de los Trabajadores.  Los socialistas prefieren utilizar un término diferente al de "derogación" de la reforma laboral. Quieren emplear un verbo más constructivo a la hora de dar a conocer el acuerdo de Gobierno de coalición. Algo que, de hecho, ya han ido suavizando desde su llegada al Gobierno, cuando empezaron a hablar de adaptar el marco laboral actual para avanzar en la creación del 'Estatuto de los Trabajadores del siglo XXI'.

La batalla dialéctica entre Sánchez e Iglesias se debe a que los socialistas advierten ciertos "recelos" a la hora de plantar este asunto tan sensible ante empresarios y patronales. La principal preocupación de la CEOE en estos momentos es que se cambie el marco legislativo en materia laboral, dado que, a su juicio, la reforma de 2012 permitió a las empresas mantenerse a flote en plena crisis económica gracias a la flexibilidad. Por ello, rechazarán cualquier planteamiento en este sentido coincidiendo con un nuevo enfriamiento de la economía.

Derogar totalmente la reforma laboral sería una victoria importante para Iglesias y para Unidas Podemos sobre Sánchez y el PSOE. Hay que recordar que el acuerdo de Presupuestos del año pasado ambos partidos pactaron acabar sólo con los aspectos "más lesivos" de la norma. En aquel texto que quedó en papel mojado se daba prioridad a la vuelta a la prevalencia del convenio sectorial, la ultraactividad, a la revisión de las causas para la modificación sustancial de las condiciones de trabajo, a la reducción de la dualidad y de la rotación laboral y a la obligación de constancia expresa del horario de trabajo en el contrato a tiempo parcial. A esto se añadiría la eliminación del despido objetivo por absentismo.

Reforma laboral

Los cambios en materia laboral serán cruciales en la próxima legislatura. Podemos y ERC están poniendo sobre la mesa sus exigencias y esto está generando cierta inquietud en el mundo empresarial. Sánchez se esfuerza por trasladar a los empresarios mensajes de tranquilidad sobre el futuro de la política económica. Lo hace a través de tres personas de su confianza: Nadia Calviño, Iván Redondo y Reyes Maroto. Aún así, los empresarios siguen desconfiando del pacto que están fraguando en secreto Sánchez e Iglesias y este mismo miércoles la Junta Directiva de la CEOE analiza el impacto de su agenda económica.

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