Podemos confirma a su economista jefe y prepara un 'fichaje' para el Gobierno

La salida de Pablo Iglesias del Gobierno y el ascenso de Yolanda Díaz a la Vicepresidencia tercera implicará un movimiento en cadena de piezas dentro del equipo de Unidas Podemos. Será una transición que llevará aparejada tanto continuidad como la irrupción de algún nuevo rostro en algún área clave de decisión durante lo que quede de legislatura que, según explican desde Moncloa, no será poco. De esta forma, Nacho Álvarez, secretario de Estado de Derechos Sociales y responsable económico del partido, continuará en el Ejecutivo pero a partir de mediados de abril pasará a depender orgánicamente de Ione Belarra, futura ministra. En este momento la formación morada está estudiando el nombramiento de una sustituta de la navarra en la Secretaría de Estado para la Agenda 2030.

Belarra se hará cargo de las funciones principales que hasta ahora venía desempañando Iglesias al frente del Ministerio. La Ley de Vivienda, que se ha convertido en el principal caballo de batalla en el seno de la coalición y que Unidas Podemos ya ha introducido en la precampaña como una línea roja en la que no piensa ceder, será la prioridad para la futura ministra a lo largo de las próximas semanas o meses. El hecho de que el PSOE rechace presentar su propia normativa sin sus socios y que sólo sea posible sacar adelante una ley con el grupo de partido que apoyaron los Presupuestos implica que la negociación se podría prolongar sine die, incluso más allá de la salida de Iglesias del Ejecutivo en vísperas del inicio de la campaña. Que los socialistas incumplen el pacto de coalición es algo que va a repetir UP por activa y por pasiva hasta intentar cerrar un acuerdo.

Nacho Álvarez seguirá desempeñando, por su parte, las mismas funciones que hasta ahora. Es el economista de referencia para Unidas Podemos, el hombre que negoció los Presupuestos con el PSOE y por él pasan y pasarán los asuntos principales del área. Su relación con Díaz es diaria, con vasos comunicantes fluidos entre uno y otro ministerio, de forma que ambos continuarán formando tándem de cara a los meses que se avecinan. El secretario de Estado de Derechos Sociales viene discutiendo con insistencia con varios ministerios diferentes medidas económicas, desde el plan de reformas, con Nadia Calviño, María Jesús Montero y José Luis Escrivá; hasta las mejoras en el Ingreso Mínimo Vital, con el propio ministro de Inclusión. Su papel, por tanto, será el mismo que hasta ahora.

Unidas Podemos incorporará un nuevo cargo al Ejecutivo motivado por el ascenso de Belarra a ministra. Se está pensando en alguien del partido

Habrá, eso sí, algún 'fichaje'. Unidas Podemos incorporará un nuevo cargo al Ejecutivo motivado por el ascenso de Belarra a ministra. De esta forma, su puesto al frente de la Secretaría de Estado para la Agenda 2030 lo ocupará previsiblemente, según las fuentes consultadas, un cargo del partido morado. Habrá, por tanto, que reforzar equipos internos y reconfigurar algunas parcelas en la renovada, parcialmente, área gubernamentales de la formación morada.

Yolanda Díaz, por su parte, se convertirá en la interlocutora directa con Pedro Sánchez en el Gobierno, ocupando el papel que dejará Iglesias. La futura Vicepresidenta tercera, por tanto, tendrá un área de poder política superior al de Nadia Calviño y podrá despachar cara a cara con el presidente en Moncloa los grandes asuntos de la coalición y de los grupos parlamentarios, desde las conversaciones sobre las reformas en ciernes (incluida la laboral que se activa ese mismo miércoles y la de pensiones), hasta la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), las mejoras en el citado Ingreso Mínimo Vital (IMV) o, llegado el caso, los futuros Presupuestos Generales del Estado. Díaz, por tanto, ejercerá de líder morada en el Gobierno y queda por ver si conforma una bicefalia con Iglesias al frente del partido. Todo dependerá de lo que ocurra el 4 de mayo en Madrid. 

Queda también por dilucidar qué harán hombres clave en el equipo de Iglesias. Es el caso, por ejemplo, de Juanma del Olmo, 'fogonero' indispensable para que la coalición siga engrasada gracias a su interlocución con el director de gabinete de Sánchez, Iván Redondo. O Julio Rodríguez, jefe de gabinete del vicepresidente segundo y miembro del comité de seguimiento del Covid. También Díaz tendrá que configurar sus equipos en base a lo que está por venir. Las fuentes consultadas citan dos personas clave en su nueva vida política: la catedrática de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de la Universitat de València, Amparo Ballester, su jefa de prensa; y el secretario de Estado, Joaquín Pérez Rey. Son su núcleo duro y lo seguirán siendo.

El dilema de Sánchez: cómo reconfigurar la coalición

En Moncloa también tendrán que tomar decisiones y decidir cómo configurar la coalición a partir de las elecciones en la Comunidad de Madrid. Los resultados motivarán que se tomen decisiones. La duda se encuentra en dilucidar si Sánchez mantendrá el mismo statu quo en el Gobierno que hasta ahora, permitiendo disputas y fuego cruzado entre ministros, o decide introducir algunos cambios en el funcionamiento del día a día. Es una nueva fase, una nueva etapa, que llevará implicada algunos cambios. La relación de Sánchez y Díaz es buena, pero el perfil político de la sucesora de Iglesias es diferente. Tras el 4-M se verá pero en Unidas Podemos lo tienen claro: "El vademécum de la coalición es el pacto de Gobierno, no hay más".

Sánchez se va a volcar en Madrid con Ángel Gabilondo. De hecho, la campaña socialista se está diseñando con la ayuda de Moncloa. Hay que recordar que Iván Redondo y Francisco Salazar ya hicieron lo propio con Salvador Illa en Cataluña. Sin perder de vista Andalucía, donde Ferraz está moviendo hilos para preparar la sucesión de Susana Díaz. De hecho, la federación andaluza era, junto al Congreso federal de octubre, la prioridad para los socialistas hasta que el teléfono de Sánchez sonó hace ahora una semana e Iglesias le comunicó que abandonaba el gobierno para intentar que Isabel Díaz Ayuso no sume mayoría.