Turno hoy para Fernández Díaz

Martínez centra la operación Kitchen en Interior y pone un cortafuegos a Rajoy

Protagonizó un interrogatorio muy insulso en el que admitió cierta opacidad en el reparto de los fondos reservados y denunció manipulación de sus mensajes. 

francisco martínez audiencia nacional
El exsecretario de Estado dijo que Villarejo reportaba a la DAO de la Policía y al CNI. 
Agencia EFE | L.I

Ni existió una trama Kitchen ni Mariano Rajoy está detrás de la misma. Al menos así se desprende de la declaración que prestó Francisco Martínez este jueves ante el juez que investiga el espionaje a Luis Bárcenas. Aunque sigue sin aclararse qué papeles concretos se sustrajeron al extesorero del PP sobre la supuesta caja 'b' o quienes ordenaron esta operación, lo cierto es que el exsecretario de Estado de Seguridad cerró filas y no aplicó la técnica del ventilador. Lejos de apuntar a la cúpula del PP -a la que sí mencionó en anotaciones o en mensajes con terceros- se limitó a circunscribir estos hechos a una actuación policial. La acción, dijo, fue conocida por su entonces jefe y ministro del Interior pero ni fue ilegal ni tuvo como fin el robo de papeles confidenciales sobre una contabilidad opaca del PP. 

La declaración de Martínez tenía en vilo a exaltos cargos del Partido Popular; máxime después de denunciar que tras su imputación en el caso Villarejo le habían dejado solo. Sin embargo, las duras reflexiones que plasmó en su teléfono o los mensajes intercambiados con su entorno más cercano en los que advertía que tiraría de la manta si era necesario, dejaron paso a un Martínez más sosegado y comedido. Empezó su interrogatorio ante el juez señalando a Jorge Fernández Díaz. El exministro, al que le toca hoy declarar, sería el que le habría hablado del confidente por excelencia en esta causa: Sergio Ríos Esgueva. Este hombre era el chófer de la familia Bárcenas-Iglesias, aunque acabó siendo captado por la policía patriótica para ejercer de 'topo' para ellos.

Ante las dudas acerca de si Ríos Esgueva era un "informador" policial, el exsecretario de Estado preguntó al ministro, el cual le reportó al exnúmero dos de la Policía, Eugenio Pino, quien admitió los hechos. De este modo confirmó la existencia de una actuación para averiguar, según dijo, dónde escondía Bárcenas su fortuna, si tenía testaferros y si eran ciertas las informaciones que apuntaban a vínculos del exgerente popular con la mafia de la camorra. Martínez, que pidió al juez que el Consejo de Ministros desclasificara documentos protegidos por la Ley de Secretos Oficiales para tirar de la manta, defendió este tipo de actuaciones policiales. Fuentes presentes en el interrogatorio consultadas por La Información explican que normalizó las investigaciones no judicializadas así como la participación en las mismas de confidentes. 

Defiende a Pérez de los Cobos

Ahora bien, de las presuntas irregularidades que investiga el juez y que implicarían el robo de material a Luis Bárcenas, nada. Es más, se desvinculó por completo de la entrada en el domicilio familiar del expolítico. También dijo que Fernández Díaz era el que más al tanto estaba de la operación contra Bárcenas por su fortuna en el exterior y que si llevó ante notario los mensajes que éste le envió fue precisamente porque le molestó muchísimo que se desmarcara públicamente de este asunto. Según explicó al juez, no entendió que negara ante los medios los hechos puesto que sí conocía los pormenores del tema y no habían hecho nada ilegal. Por eso, dice, puso ante notario los famosos mensajes de texto que el exministro le envió entre julio y agosto de 2013, año en que comenzó la operación. 

En los mismos Fernández Díaz habló de la importancia del operativo, le facilitó el nombre del chófer de Bárcenas e incluso hizo alusión al contacto 'cecilio', en referencia al CNI. Sin embargo, ayer Francisco Martínez bajó el tono y apuntó incluso a que podría tratarse de mensajes que reenvío de terceros. El ministro, por su parte, niega por completo ser el autor de las comunicaciones. Sobre el capítulo de los pagos con fondos reservados, Martínez confirma que los autorizaron tanto él como el coronel Diego Pérez de los Cobos, entonces director del Gabinete de Coordinación y Estudios de la Secretaría de Estado de Seguridad. Aunque defendió férreamente la actuación de ambos, admitió ante el magistrado Manuel García Castellón que este sistema es en cierto modo opaco puesto que Interior da luz verde a los pagos sin conocer los detalles de las operaciones debido a su carácter confidencial. De hecho, comparó este sistema con el empleado por el FBI

El que fuera secretario de Estado de Seguridad se guardó la artillería para arremeter contra los investigadores del caso Tándem. Según ha podido saber este periódico, existe un informe policial del pasado mes de abril que incluiría muchos más mensajes incautados en los dispositivos telefónicos de Martínez. Este documento, que no obra en el sumario digitalizado de la causa, contendría un error al haber unido en un mismo mensaje dos frases que se pronunciaron con un intervalo de diferencia de meses. De hecho, dijo que este informe estaba manipulado puesto que recogía una expresión suya en un contexto diferente al real. Tanto es así que, según las fuentes consultadas, hizo alusión el mensaje original para denunciar este fallo. 

Ajeno a la excúpula policial

Martínez  no respondió a los motivos por los que borró parte de lo contenido en el teléfono que le fue incautado por los agentes en la orden de entrada y registro a su domicilio del pasado mes de marzo. No obstante, y tal como informó este diario, sí pidió acceder al volcado de sus dispositivos electrónicos antes de protagonizar esta declaración en la que solo respondió a las preguntas del juez y de su defensa letrada. El magistrado, por su parte, no se interesó por el grado de conocimiento que pudieran tener Rajoy (apodado 'El barbas' o 'El asturiano') así como tampoco por Dolores de Cospedal y su marido Ignacio López del Hierro. Todos ellos fueron señalados por Villarejo como los verdaderos interesados en sustraer a Bárcenas la documentación clave sobre una supuesta caja 'b' del PP. Sin embargo, apenas salieron a relucir. 

En lo que respecta a Rajoy simplemente se refirió a él para desligarle por completo del caso. Sobre la exsecretaria general de los populares apenas unas breves menciones en relación a lo que le dijo Andrés Gómez Gordo, inspector de la Policía también implicado en la causa y exjefe de seguridad de Cospedal en el Gobierno de Castilla-La Mancha. Unas declaraciones que distan mucho del contenido de los mensajes que envió a excompañeros del Ministerio. En los mismos amagó con desvelar quien le ordenaba proteger a Villarejo, dijo que su fallo fue ser "demasiado leal" y que había sido un "pringao" nadando en "una piscina con tiburones". El comisario jubilado fue más allá y dijo en sus interlocuciones con otros acusados de esta pieza que obstaculizó la investigación de la Gürtel por petición de Cospedal y que de no ser por él Rajoy podría estar en la cárcel.

Sin embargo, no hubo ni una sola referencia a este asunto. Tampoco le preguntó el magistrado, el cual declinó la petición de Anticorrupción de imputar a Cospedal y su marido a expensas de ver cómo avanzaba la causa. Martínez era clave en este asunto y no movió ficha en contra de ellos. Tampoco se espera que lo haga este viernes el exministro por lo que este operativo presuntamente ilegal y que contó con la intervención de altos mandos policiales como Enrique García Castaño, se queda por el momento acotado a la Policía y al Ministerio del Interior. Precisamente García Castaño, 'El Gordo' fue el que propició la imputación de Martínez el pasado mes de enero al asegurar que se compró un ordenador con fondos reservados y en el mismo se volcó el contenido de los teléfonos de Bárcenas y de un pendrive sustraído. Según dijo, Martínez fue el receptor de estos dispositivos pero él lo rechazó de plano este jueves.

El ático de Ignacio González

Sí apuntó en la misma dirección que Eugenio Pino en su declaración en enero del pasado año. El exnúmero dos de la Policía dijo al juez que Villarejo reportaba de sus actuaciones a la Policía y al CNI, dirigido entonces por Félix Sanz Roldán. En esta ocasión, el exsecretario de Estado de Seguridad refrendó este argumento y dijo que el comisario jubilado -que culpa de todos sus males al 'generalísimo'- estaba autorizado para rendir cuentas de sus trabajos como agente encubierto a 'La Casa'. De este modo Martínez intentó normalizar la labor de los policías implicados en este caso de corrupción hasta el punto de que comparó el operativo sobre Bárcenas con el caso del ático de Ignacio González. Aunque el expresidente madrileño sostiene que fue víctima de la red de Villarejo en este asunto concreto, Martínez defendió que la operación no cuenta con papeles policiales y, pese a ello, se trató de un operativo completamente legal. 

Como suele ser habitual en los casos de corrupción, Martínez atribuyó el origen de su relación con Villarejo a una persona fallecida. En concreto dijo que hace ya ocho años el exdirector general de la Policía Juan Cotino -que murió en marzo por coronavirus- le habló a Fernández Díaz de Villarejo. Según expuso, Cotino dio muy buenas referencias del comisario y se lo presentó como una persona que tenía en su poder mucha y muy valiosa información. Sobre estos asuntos se pronunciará este viernes el exministro en una declaración en la que todo apunta que no arremeterá contra sus superiores ni contra la excúpula del PP, reforzando de este modo el cortafuegos trazado hoy por el exnúmero dos del Ministerio del Interior.

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