Tras el encarcelamiento de Hásel

Sánchez e Iglesias esquivan la bronca política pese a la violencia en las calles

Moncloa afirma que la coalición marcha bien y los ministros de Unidas Podemos no han entrado en la polémica. Presidencia negocia con el PP la renovación del CGPJ y con Bruselas las reformas económicas.

El cisma en el Gobierno crece mientras Sánchez negocia el CGPJ y los fondos UE
Sánchez e Iglesias esquivan la bronca política pese a la violencia en las calles
Borja Puig de la Bellacasa / Moncloa

El Gobierno de coalición lleva desde el mes de noviembre sin celebrar los tradicionales 'maitines' de los lunes en Moncloa por diferentes motivos. Algunas semanas se han convocado y desconvocado a última hora y otras ni siquiera estaban previstos. La reunión sirve para unificar criterios, estrategias y pulir algunas disensiones. Han pasado ya dos meses y medio y, entre medias, sólo ha habido un cara a cara entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias el 4 de enero y una cita de confraternización entre la cúpula de PSOE y Unidas Podemos hace tres semanas que se caracterizó por los reproches cruzados. Esto no significa que el Ejecutivo no se encuentre engrasado pero sí ofrece una explicación de por qué la coalición da una imagen de puertas para fuera de continua gresca. No era una estrategia de cara a las catalanas, como dijo la ministra portavoz María Jesús Montero, sino que, según consideran algunos dirigentes de uno y otro bando, el cariz de los acontecimientos empieza a ser preocupante.

Sánchez dice que la violencia es "inadmisible"

La tensión en la coalición va creciendo por días y el clima se encuentra enrarecido. Socialistas y morados no pueden disimularlo en los pasillos del Congreso de los Diputados. Hay quien habla de "teatro" pero es representativo ver cómo los grupos parlamentarios no se han aplaudido esta semana. Odón Elorza, 'pata negra' del PSOE, afirma que "ni nos miramos de frente". En el área ejecutiva las cosas sí siguen funcionando. Por ejemplo este miércoles se han celebrado reuniones entre ministerios de uno y otro bando y la situación es de normalidad. David Lucas e Ione Belarra estuvieron negociando la Ley de Vivienda. O Nacho Álvarez se vio con Transición Ecológica para avanzar en la reforma el Bono Social.

Desde Moncloa también restan importancia a los problemas. Sánchez no ha intervenido en la disputa. Tampoco Pablo Iglesias. Desde las altas instancias gubernamentales explican a La Información que la coalición se encuentra en buen estado de salud y que los dos puntos de unión clave, el presidente y el vicepresidente segundo, mantienen la confianza mutua. También sus lugartenientes, esencialmente Iván Redondo, Paco Salazar y Félix Bolaños; y Julio Rodríguez y Juanma del Olmo. "Todo marcha bien", proclaman desde el entorno de Sánchez. "Nosotros a seguir gobernando", añade otro alto cargo. Misma sensación en la Vicepresidencia de Derechos Sociales. El trabajo entre ambas partes del Gobierno es diario y los conflictos, por tanto, no traspasan las paredes del Ejecutivo. Ni en el Consejo de Ministros del martes ni en la nueva Interterritorial de los fondos europeos del mismo día (que se ha convertido desde esta semana en un nuevo ambiente de colaboración en la coalición) ni en la Comisión General de Secretarios de Estado y Subsecretarios de este jueves se ha evidenciado división alguna.

En Moncloa, de hecho, la prioridad en este momento es doble. Por un lado, cerrar el acuerdo de renovación del CGPJ y otros órganos constitucionales. Y, por otro, en cerrar la negociación con Bruselas de cara a la aprobación definitiva del Plan de Inversiones y Reformas y el posterior desbloqueo de las primeras ayudas comunitarias. Sánchez tardó menos de 72 horas en tender la mano a Pablo Casado para recuperar el pacto del Poder Judicial y las negociaciones siguen. Este jueves hubo negociaciones. Y se han incorporado dos actores nuevos: Redondo y Pablo Hispan, el jefe de gabinete del presidente del PP, que fueron quienes pusieron en contacto el miércoles a sus superiores. Con la Comisión Europea, por su parte, las conversaciones avanzan para poder tener listo el Plan el 31 de mayo.

Otro ambiente se vive en Ferraz. Dirigentes del PSOE mostraban ayer su malestar por el polémico tuit de Pablo Echenique ("todo mi apoyo a los jóvenes antifascistas que están pidiendo justicia y libertad de expresión en las calles) y hacían propias las palabras de Carmen Calvo. Desde UP no entrar en la condena o no de la violencia y centran su crítica en las escenas de policías agrediendo a manifestantes en Madrid, Barcelona o Linares. Dos posturas, por tanto, enfrentadas y toleradas por los máximos responsables, que han esquivado entrar en el terreno de la polémica.

Desde UP advierten que su postura en los conflictos va a ser "el espíritu del pacto sunt servanda": lo pactado es sagrado

Tanto Sánchez como Iglesias son conscientes de que las disputas van a ser constantes lo que quede de legislatura. "Hay Gobierno de coalición para rato como va a haber conflictos en la coalición para rato", repiten gráficamente fuentes gubernamentales. Es más, el resultado de las elecciones catalanas reafirma sus posturas. Al PSOE no le ha ido mal y Unidas Podemos sigue saboreando los ocho escaños de los comunes. A los morados les fue bien que uno de los debates políticos se centraran sobre la ausencia de "plena normalidad democrática" y, ya avisan, que van a continuar en esa línea. Un ejemplo: la interpelación defendida por Iglesias esta misma semana en la que hablaba del poder de los medios de comunicación: "Yo pinto menos, que estoy en el Gobierno, que los dueños de Atresmedia y Mediaset", dijo desde la tribuna de oradores del hemiciclo. No piensan parar. "Somos cabezones".

Hay varias leyes en marcha que, aparte de todo lo que rodea al encarcelamiento de Hásel, también están tensionando las costuras de la coalición. Una de ellas es la Ley Zerolo del PSOE y el conflicto con el Ministerio de Igualdad. La solución no se anticipa sencilla estando implicadas en la pugna, además, Calvo e Irene Montero. La Ley de Vivienda cuyas negociaciones, como decimos, se retomaron este jueves es otra piedra de toque para el Gobierno. Debería estar lista para la próxima semana. Desde UP advierten que su postura en todos estos conflictos va a ser "el espíritu del pacto sunt servanda". Es decir, van a pelear por respetar lo pactado. 

El PP ya ha pedido el cese de Pablo Iglesias por el tuit de la discordia de Echenique e, incluso, ayer subió el diapasón al acusar a Sánchez de ser el responsable de esas líneas que han incendiado la política. Ciudadanos ha hecho lo propio. En la cúpula del Gobierno restan importancia a esta estrategia de los populares y se centran en otros aspectos. Este viernes Sánchez estará en Mérida para presentar el Plan de Recuperación. No se espera que se pronuncie sobre el fuego interno.

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