Próxima parada, las primarias de Andalucía

Así diseña Sánchez su nuevo Gobierno: de la moción en Murcia a los indultos

Moncloa prepara una ofensiva en varios frentes para la vuelta del verano. El objetivo es recuperar la iniciativa política y encarar con garantías el próximo periodo electoral. Podemos también hará cambios.

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Así diseña Sánchez su nuevo Gobierno: de la moción en Murcia a los indultos
EFE

Los motores del Gobierno empiezan a bramar. Moncloa está preparando varias iniciativas en diversos frentes que van a comenzar a desplegarse en las próximas semanas. Septiembre es un mes clave para la puesta en escena de esta estrategia, el momento preciso que Pedro Sánchez tiene en el horizonte para activar el contragolpe. El objetivo es recuperar una iniciativa política perdida tras todo lo que ha traído consigo el error de cálculo en la moción de censura en Murcia y el ascenso del PP. El reto no es menor y Sánchez se la juega. Afirma un alto cargo del Gobierno que en estos días se está empezando a decidir cuál es el color del futuro Ejecutivo. Quedan treinta meses para las próximas elecciones generales -desde Moncloa aseguran que con los Presupuestos de 2021 en el bolsillo y los fondos europeos se puede "resistir"- y la coalición conformada por PSOE y Unidas Podemos se prepara para vivir una catarsis de cara a la segunda mitad de la legislatura.

Para entender mejor qué estrategia está diseñándose en Moncloa hay que remontarse a principios de marzo de este año. Diferentes fuentes del Gobierno reconstruyen para La Información los pasos que se han ido dando desde ese momento. El PSOE de Murcia hace llegar a Ferraz la información de que habría la posibilidad de plantear una moción de censura en la Región. El Secretario Coordinación Territorial, Santos Cerdán, se pone al frente de las negociaciones e informa a Sánchez. El mensaje que transmite el presidente viene a decir que si es posible arrebatar ese gobierno al PP, adelante. Pero ni los socialistas murcianos ni Cerdán miden bien la operación. El resultado: fracaso estrepitoso de la moción y elecciones anticipadas en Madrid. Moncloa entra entonces en escena.

Es el PSOE madrileño quien "pide ayuda" a Sánchez. El presidente habla con Iván Redondo, que no tiene ningún interés en la política partidista, y le encarga que se implique. Se intenta preparar entonces una operación similar a la de Salvador Illa en Cataluña. El problema es que los socialistas tienen a un candidato como Ángel Gabilondo de salida -estuvo cerca de ser Defensor del Pueblo-. Surgen otros nombres, como el de Manuela Carmena o el del ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes, pero todos se descartan. Sánchez escoge a Gabilondo y se comienza a prepara la campaña del "soso, serio y formal". Acto seguido Pablo Iglesias dimite y en el PSOE hay quien busca un acercamiento a Íñigo Errejón, que no llega a madurar. 

La contundente victoria de Ayuso y el 'sorpasso' de Más Madrid provocan un tsunami en Moncloa y Ferraz. En el entorno del presidente comenzaron a hablar de un "todos contra Sánchez", aprovechando el momento de debilidad política del líder de los socialistas. Es en esos días cuando se empieza a fraguar la estrategia cuyos primeros movimientos ya son públicos. El presidente decide entonces lanzar los indultos a los doce líderes del procés. Es su primer gran reto, le decisión que va a marcar el mandato de Sánchez. Riesgos políticos existen pero los va a asumir él en primera persona. Justicia ya está trabajando, ayudado por Moncloa, en la redacción de esos doce expedientes que llegarán, probablemente antes de las vacaciones de verano, al Consejo de Ministros. "Tienen que construirse y fundamentarse bien", añaden fuentes gubernamentales. Los indultos, confirman desde Justicia, irán acompañados de la reforma de los delitos de sedición y rebelión dentro de una modificación del Código Penal en la que lleva trabajando Juan Carlos Campo desde hace meses, y de la mesa de negociación bilateral con la nueva Generalitat presidida por Pere Aragonès.

En Moncloa esperan, por cierto, que el renovado Govern contribuya a avanzar en el "reencuentro". El 'vademécum' que va a guiar la Mesa bilateral va a ser la Agenda que entregó en 2020 Sánchez al entonces presidente, Quim Torra. Fuentes de Hacienda confirman que están dispuestos a hablar de la financiación autonómica, de la reforma de un modelo caducado desde 2014, y de un impulso a las infraestructuras. La línea roja volverá a ser la autodeterminación y la amnistía. Alguna fuente del Gobierno está deslizando estos días que una posibilidad que podría salir en las negociaciones sería una nueva reforma del Estatut para encajar los términos que puedan salir de la negociación. Desde Moncloa son cautos y prefieren ir paso a paso: "Iremos viendo" cómo se desarrolla la Mesa. Se está preparando la 'Operación Reencuentro'. La primera foto de Sánchez con Aragonès será el lunes en Barcelona con motivo la entrega de la medalla de Foment del Treball a Javier Godó.

Crisis de Gobierno a medio plazo

La catarsis que planea Sánchez en el Gobierno irá acompañada también de una remodelación del Consejo de Ministros. La habrá seguro pero no es inminente, destacan desde Moncloa. Tal y como se contó en estas páginas, el presidente piensa en el medio plazo, no en el corto, para remodelar su equipo. Los citados indultos y las primarias en Andalucía marcarán los siguientes pasos a seguir, unas votaciones internas que, por cierto, el sanchismo no descarta perder frente a Susana Díaz. La expresidenta de la Junta de Andalucía guarda sus bazas y, de momento, no se ha posicionado sobre los indultos. Las elecciones internas del próximo domingo, además, coinciden con la reedición de la manifestación de Colón y con la presencia en la misma de Pablo Casado. La decisión del presidente del PP de acudir ha sido bien recibida por el Gobierno, por cierto. 

Sobre los cambios en las carteras, Moncloa pide cautela y remarca que la decisión está sola y exclusivamente en una persona: Pedro Sánchez. Pero lo cierto es que la publicación de esta crisis de Gobierno ha provocado un importante revuelo en el seno de la coalición. En ambas filas. Es un hecho que varios ministros encaran el final de este curso político en una situación complicada. El caso más evidente es el de Arancha González Laya, cuya gestión de la crisis con Marruecos no ha gustado en diferentes ámbitos gubernamentales. Una crisis, por cierto, cerrada en falso y que podría provocar nuevos momentos de tensión en las próximas semanas. La ministra de Exteriores, que dirigió la entrada y salida de Ghali en España, ha recibido el reproche de su homólogo de Interior, a quien no ha gustado nada las decisiones que se han ido tomando y que han dejado heridas las relaciones con Marruecos. Para sustituir a Laya las fuentes consultadas citan el nombre de José Manuel Albares, el que fuera 'sherpa' de Sánchez en Moncloa, embajador en París actualmente.

Moncloa pide cautela y remarca que la decisión está sola y exclusivamente en una persona: Pedro Sánchez

El área económica del Gobierno también podría sufrir cambios de relevancia aprovechando un rearme ideológico en el que también se está pensando. En este sentido una de las decisiones importantes que ha tomado Sánchez en las últimas semanas ha sido la de impulsar la reforma laboral para que entre en vigor este mismo año. No es baladí. "No es lo mismo encarar la recuperación económica con la reforma laboral en vigor que sin ella", apuntan desde la coalición. En este sentido el presidente se ha posicionado junto a Yolanda Díaz, que venía insistiendo en este punto, frente a la opinión de Nadia Calviño. La vicepresidenta segunda también es citada como una de las candidatas a ocupar otras responsabilidades tres esta crisis de Gobierno, al igual que el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá. Moncloa repite una y otra vez que hay que esperar a la decisión que tome el presidente.

Los cambios podrían afectar al área de Unidas Podemos. Una fuente afirma que Sánchez, incluso, ya lo tiene hablado con Yolanda Díaz. Desde el área morada prefieren no hacer declaraciones. En este sentido, estas fuentes mencionan a dos miembros del Consejo de Ministros: Alberto Garzón, titular de Consumo, y Manuel Castells, de Universidades. El líder de Izquierda Unida, por cierto, suena como candidato de UP en Andalucía. Y un dato que ofrece otra fuente: Castells es "amigo" del presidente del Gobierno.

Para entender todos los cambios de nombres que se preparan en el Gobierno también hay que mirar al Congreso Federal del PSOE. Será un momento decisivo también para el sanchismo. El momento de poner en marcha su proyecto para los próximos años y, llegado el caso, de renovar los equipos también en el partido. Aquí surgen varias dudas: "¿Quién será el número dos?" "¿Qué proyecto saldrá en el terreno económico y social?" El cónclave de Valencia es importante para encarar el próximo ciclo electoral con garantías de poder seguir gobernando en el periodo 2024-2028. 

En el socialismo y en Unidas Podemos empieza a inquietar una realidad de cara a esa convocatoria: la derecha se está reagrupando en torno a dos marcas en una amplia mayoría de las comunidades autónomas mientras que la izquierda camina hacia una división en tres siglas. En Madrid ya ha ocurrido. Todo dependerá del proyecto nacional de Íñigo Errejón y Más País. La clave se llama sistema d'Hondt y perjudica, claramente, la dispersión del voto. Ya hay quien apuesta por comenzar a explorar alianzas.

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