Cada tarrina cuesta 2,99 euros

Lidl estrena un helado con proteínas y bajo en azúcar: ¿tan sano como parece?

El supermercado alemán amplía la oferta de la marca blanca Gelatelli con estos helados de diferentes sabores: cookies and cream, tarta de caramelo y crema de chocolate.

Helados con proteínas de Lidl
Helados con proteínas de Lidl
Lidl

La forma en la que nos alimentamos está cambiando para bien y la industria se ve obligada a mejorar sus productos para captar clientes entre los más jóvenes. Cada vez apostamos más por la comida real en vez de ultraprocesados. Y una de las tendencias son los alimentos con suplementación de proteínas, como pueden ser yogures, quesos, gelatinas, galletas, pizzas o hamburguesas. Ahora Lidl estrena un helado rico en proteínas y, supuestamente, bajo azúcar. ¿Pero es tan recomendable como aparenta?

Si observamos el envase, tres mensajes no indican que el helado tiene altas cantidades de proteínas, que es más bajo en azúcares y que tiene pocas calorías. El combo perfecto de un helado saludable. El problema es que ninguna regulación limita estos mensajes en relación a unas cantidades exactas. 

Simplemente, indican que es más bajo en azúcares que el producto original, pero esto necesariamente no quiere decir que la cantidad sea baja. Algo habitual en muchos productos con reclamos saludables que invitan a comprarlos aunque ni siquiera sean necesarios en nuestra dieta como 'sin gluten' o que no se correspondan con la realidad, como los elaboradas con 'masa madre' cuando las cantidades son ínfimas.

Demasiados ingredientes y azúcar: poco saludables

Gelatelli, la marca blanca que elabora los helados de Lidl, ha estrenado este producto en tres sabores diferentes: cookies and cream, tarta de caramelo salteado y crema de chocolate. Ya estaba disponible en otros países, como Alemania, pero ya se puede comprar también en España. El precio de cada tarrina es de 2,99 euros.

Si observamos los ingredientes que contienen estos helados, vemos que la lista es bastante extensa, una pista que siempre hace indicar que no son productos demasiado saludables. Se elaboran con leche desnatada espesa, nata montada, edulcorantes maltodextrina, azúcar, inulina, mantequilla, emulsionante, estabilizadores, sal, aromas naturales o gasificantes, entre otros. 

Nutricionalmente, estos helados son bajos en calorías, pero tienen unas cantidades de azúcar elevadas como para consumirlos de forma habitual. Según la información nutricional, contienen 128kcal, 3,3g de grasas, 22,6g de hidratos de carbono de los cuales 11,8g de azúcares, y 7,1g de proteínas cada 100 gramos de producto. La ración recomendada es de 50g, por lo que ingeriríamos 3,5g de proteínas.

Una cantidad pequeña teniendo en cuenta que para un adulto, lo normal es tomar 0,8 gramos de proteínas al día por cada kilo de peso, lo que se ingiere en una dieta equilibrada saludable. Hay estudios que apuntan que es peor un exceso de proteínas en el cuerpo que un déficit. Sin embargo, la cantidad de azúcar es elevada, ya que la OMS recomienda consumir 5g al día, cantidad que superaríamos con una sola ración de helado.

¿Qué nos aportan los alimentos con extra de proteínas?

Este tipo de alimentos ricos en proteínas vienen a sustituir o complementar los batidos y las barritas que están recomendadas para personas que hacen deporte habitualmente. Así, no son necesarios en nuestra dieta si no necesitamos este aporte extra de proteínas. 

Para deportistas, la cantidad recomendada siempre depende del peso, el objetivo y el deporte que haga cada uno. Si queremos adelgazar habrá que tomar unos 2,2 gramos diarios por cada kilo de nuestro peso, mientras que si queremos aumentar nuestra masa muscular habrá que ingerir unos 2,5 gramos al día por cada kilo de nuestro peso. Son en estos últimos casos cuando es interesante suplementar la dieta con proteínas

De cualquier forma, siempre es más interesante obtener esa extra de proteínas con alimentos que lo contienen de forma natural como pueden ser los siguientes: huevo, salmón, atún pollo, pavo, soja, frutos secos, jamón serrano, carne de ternera, yogur griego, garbanzos, gelatina, guisantes o avena, entre otros.

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