Entrevista de trabajo: durar menos de 15 meses en una empresa destruye tu CV

Los primeros dos años de un empleado en una compañía suelen ser críticos: según los expertos, hasta los seis meses, una nueva incorporación no consigue el punto óptimo de productividad esperado; hasta los 18 meses, no se suele sentir integrado en la cultura de la empresa; y, a partir de los 24 meses, es cuando un empleado conoce a fondo la estrategia empresarial. Por eso, la tasa de abandono en ese período es relativamente alta. Una situación sumamente perjudicial tanto para la compañía (se estima que cuesta tres veces más una nueva contratación que retener y formar el talento propio) como para el trabajador, ya que dejar un empleo antes de los primeros 15 meses es equivalente a borrar años de experiencia del currículum.

Especialmente, de cara a optar una entrevista de trabajo, tal y como refleja un estudio llevado a cabo por TalentWorks en el que se analizó una muestra aleatoria de 6.976 solicitudes de empleo en 365 ciudades de EEUU y en diferentes sectores. Los resultados desvelaron que los solicitantes que habían sido despedidos o habían dejado su anterior empleo durante los primeros 15 meses, tenían un 43% menos opciones de ser contratados. De hecho, el principal escollo era que las empresas ni siquiera atendían su solicitud: solo en un 7,6% de los casos, en comparación con el 13,4% de quienes acumulaban más de 15 meses en su última empresa.

Según los investigadores, dejar un empleo en los primeros 15 meses es equivalente a perder exactamente 4,9 años de experiencia en nuestro currículum. La razón principal es que los reclutadores suelen hacer una primera criba de candidatos simplemente echando un vistazo rápido al currículum. De hecho, según otro estudio independiente, el personal de recursos humanos suele emplear de media 30 segundos en revisar un currículum, por lo que no es de extrañar que un aspecto tan relativo como el tiempo que hemos estado en nuestra última empresa sea casi definitivo a la hora de llamar a un candidato para concertar una entrevista de trabajo.

El problema es que, en los tiempos que corren, la alta rotación en las empresas y la tremenda crisis de empleo generada a raíz del coronavirus impiden en muchos casos que una persona acumule más de unos meses en una misma empresa, especialmente entre los menores de 30 años, donde se está concentrando el desempleo en estos meses. En cualquier caso, resulta significativo que para los reclutadores siga siendo una 'bandera roja' el tiempo que ha pasado un candidato en su último empleo y, simplemente, lo descarten por haber estado menos de 15 meses.

De hecho, el estudio mencionado es demoledor, incluso entre los candidatos experimentados: aquellos que dejan una empresa dentro de los primeros 15 meses sufren mucho más durante la búsqueda de empleo. Los solicitantes de empleo que acumulan cinco años de experiencia, por ejemplo, tuvieron una tasa de entrevistas del 16% y su pérdida estimada de años de experiencia laboral fue de 3,7 años por cada puesto que habían antes de esos 15 meses; por su parte, los candidatos con 10 años de experiencia tuvieron una tasa de entrevistas del 14,3%, pero cada 'borrón' en el currículum les suponía perder de media 8,3 años de experiencia laboral.

Sea como fuere, lo cierto es que cuando se logra pasar el corte y llegar a la entrevista, puede que la cuestión del tiempo que hemos pasado en la última empresa salga a relucir. Llegados a ese punto, el problema pasa a ser explicar por qué hemos dejado (o nos han despedido) de una empresa antes de llegar a los 15 meses en ella. En ese caso, una de las claves es no mentir y tratar de ser lo más honesto posible sin eludir, por supuesto, resaltar nuestras virtudes y lo que hemos aprendido en nuestra última experiencia, así como lo que podemos aportar a un nuevo proyecto.