Conferencia con analistas

CNMV da 10 días a Grifols para responder sobre dudas relativas al informe Gotham

La farmacéutica insiste en que ha cumplido "con absoluta seguridad, al 100%" la normativa contable y que todas las transacciones en cuestión con su accionista Scranton han sido validadas por banca, auditor y CNMV.

Thomas Glanzmann, presidente ejecutivo de Grifols.
Thomas Glanzmann, presidente ejecutivo de Grifols.
Grifols vía La Información

Grifols cierra filas ante la mayor crisis reputacional desde que salió a bolsa en 2006, después de las acusaciones vertidas por la firma Gotham City, que opera en corto o la baja sobre las acciones del grupo, e insiste en que sus prácticas contables han sido validadas tanto por los inversores institucionales, bancos acreedores que financian a la compañía, el auditor KPMG y Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). 

En una conferencia con analistas que siguen habitualmente la empresa y sin acceso a preguntas para la prensa, la cúpula directiva de Grifols ha asegurado que ha cumplido "con absoluta seguridad, al 100%, la normativa contable", según el director financiero del grupo, Alfredo Arroyo, ante las dudas sobre la doble contabilización de los resultados de las empresas BPC Plasma y Haema AG tanto por Grifols como por su accionista Scranton, que compró las empresas en 2018 con financiación de Bank of America y un préstamo de la propia Grifols.

"La NIIF 10 dice claramente que si una empresa controla potencialmente una sociedad debe consolidarla", ha señalado Arroyo. "Los términos de la operación de venta BPC y Haema contienen una opción de compra irrevocable. La transacción fue revisada y validada por KPMG. También fue revisada por el supervisor", añadió. La CNMV de Rodrigo Buenaventura ha enviado un requerimiento de información a Grifols sobre dos cuestiones contenidas en la investigación de Gotham y da 10 días para que el equipo de la farmacéutica elabore su respuesta.

Scranton: 3 Grífols y 19 inversores más

Grifols vendió a su accionista Scranton el 100% de ambas empresas, pero mantuvo la gestión y la posibilidad de recomprarlas en cualquier momento durante 30 años al mismo precio de la venta, motivo por el cual ha consolidado en sus cuentas los resultados de estas empresas que ya no son suyas, pero que pueden serlo. 

La desinversión formaba parte del acuerdo de refinanciación con los bancos acreedores que en 2019 extendieron un nuevo cheque a la compañía por 8 años de 5.300 millones de euros. El arquitecto de la estructura financiera de Grifols recordó que todas las operaciones y cifras que se han puesto en duda son públicas, están contenidas en los estados financieros y se han informado con diligencia. 

Sobre la relación entre Grifols y Scranton, el presidente ejecutivo de la compañía, Thomas Glanzmann, señaló que el citado accionista no es un family office de la familia Grifols, sino una sociedad con "22 inversores de los que solo 3 son Grífols". La citada sociedad controla el 8,6% del capital de Grifols pero posee activos de gran relevancia para el negocio como las citadas BPC y Haema. El primer ejecutivo del grupo ha descartado que vayan a ejercer dicha opción de recompra.

Según los directivos de la farmacéutica, la compañía financió parte de esa transacción a petición del banco de Scranton. "El préstamo de Grifols a Scranton fue de 95 millones de dólares a una tasa de euríbor + 200 puntos básicos", detalló Arroyo ante las preguntas de los analistas. El coste de esa deuda ha pasado de representar apenas 2 millones de dólares anuales, a más de 7 millones debido a la escalada de más de 450 puntos básicos del Euríbor desde entonces.

No convence y se desploma en bolsa

Las explicaciones de Grifols ante los analistas profundizan en la argumentación contenida en los hechos relevantes de martes y miércoles, pero no terminan de convencer a los inversores, que vuelven a vender las acciones de la farmacéutica. Los títulos de Grifols se desplomaron un 16,17% al cierre, hasta 9,9 euros por acción. En el momento de inicio de la conferencia con analistas, las acciones apenas registraban un descenso del 2% y cotizaban en torno a los 11,8 euros.

Cuestionados sobre la capacidad financiera de la empresa para hacer frente a los vencimientos de 2025, Arroyo (CFO) señaló que cuentan con liquidez por encima de 1.000 millones de dólares y esperan ingresar otros 1.800 millones con la venta de casi todas sus acciones en Shanghái RAAS a Haier que anunciaron en diciembre.  

"Nos ayudará a reducir nuestra deuda y acelerar nuestra desapalancamiento para alcanzar nuestro objetivo de 4 veces [deuda/ebitda] este año", apuntó el director de operaciones (COO) y ex CEO, Raimón Grífols Roura, hijo del presidente de honor de la empresa, que situó el cierre de esta operación durante "la primera mitad de 2024".

En un intento por recuperar la confianza de los inversores, el presidente y consejero delegado, Thomas Glanzmann, aseguró que la empresa va por buen camino. "Cumpliremos con nuestros compromisos [de resultados] para el año 2023, incluyendo la conclusión de la transacción en China, y esperamos dar a conocer resultados muy sólidos en línea con las últimas orientaciones actualizadas", dijo.

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