"La serie se está revirtiendo"

El petróleo se coloca líder de un 'super ciclo' desigual en las materias primas

La evolución de este tipo de activos tiene similitudes estructurales con lo sucedido a principios de los 2000, cuando comenzaron un largo y poderoso ascenso hasta alcanzar precios récord.

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El petróleo se coloca líder de un 'super ciclo' desigual en las materias primas
Pixabay

En la actualidad prevalece el debate sobre si los mercados están ante lo que se puede considerar como un superciclo de precios y rentabilidades en las materias primas. Se trata de una cuestión que cada vez un mayor número de inversores se plantean, ya que existen varias similitudes estructurales entre los principios de la década del 2020 y los principios de la del 2000. Es decir, la última vez que las materias primas comenzaron un largo y poderoso ascenso a precios récord.

Los mercados de materias primas tienen ciclos bien definidos a lo largo del tiempo, y esto es particularmente evidente cuando se observan los rendimientos relativos de las commodities en comparación con otros activos de crecimiento. “La medida que hemos utilizado durante varios años para resaltar la naturaleza cíclica de los mercados de materias primas es comparar los retornos anualizados de cinco años de las acciones y materias primas mundiales y, en este sentido, la serie se está revirtiendo, lo cual se explica mejor por la subinversión en los mercados de materias primas”, comentan Andrew Kaleel y Mathew Kaleel, gestores de Janus Henderson.

Durante los últimos tiempos hemos visto una importante reducción de la inversión en el suministro de materias primas con el capex en las empresas de petróleo y gas y minería cayendo alrededor del 40% desde 2011. A principios de la década del 2000, China representaba una fuente importante de demanda de materias primas. Hoy, podemos estar a punto de entrar en un período sin precedentes de inversión de capital global coordinada para facilitar la transición energética.

También existen algunas diferencias clave. “Hoy en día, es probable que el enfoque en el cambio climático limite la inversión en combustibles fósiles incluso cuando los precios suban, lo que podría crear un impacto histórico en la oferta”, analiza James Luke, gestor de fondos de Schroders.

Además, el aumento de las tensiones geopolíticas está marcando el comienzo de un período en el que la resistencia de las cadenas de suministro y el almacenamiento estratégico podrían reforzar la demanda de materias primas, desde agrícolas hasta metales.

El debate dentro de este plano no es si se está construyendo un rally alcista en las commodities que puede tildarse de superciclo, sino más bien si esa tendencia es estructural para el conjunto de los productos básicos o si se está gestando una asimetría.

Según James Richards, analista de renta variable de Fidelity, las perspectivas de crecimiento muestran divergencias en las diferentes regiones y sectores, por lo que las rentabilidades podrían registrar una mayor dispersión a partir de ahora, lo que daría lugar a ganadores y perdedores.

“Pensamos que el buen comportamiento relativo que han mostrado recientemente todas las materias primas, desde el cobre hasta el maíz, va a sufrir cambios y probablemente veamos una mayor dispersión en las rentabilidades a partir de ahora”, anticipa Richards en un último informe.

Los riesgos para la demanda mundial parecen estar creciendo y, a este respecto, cabe mencionar la ola actual de casos de Covid-19 en mercados emergentes como la India y Brasil. De ahora en adelante, el experto de Fidelity cree que la demanda de materias primas energéticas aumentará con la reapertura paulatina de las grandes economías.

En contrapartida, la demanda de metales y productos agrícolas probablemente se podría desacelerar ante la moderación del ritmo de crecimiento en China y la finalización del ciclo mundial de reposición de existencias. La dinámica de ese “superciclo” en las materias primas puede ser muy desigual.

El mercado energético y su racha alcista

El repunte del precio del petróleo ha sido impresionante, pero los riesgos parece que siguen estando orientados al alza. A pesar de los recortes a las previsiones de demanda, por ejemplo, por parte de la OPEP en fechas recientes, es probable que a finales de año se produzca un rebote de la demanda que podría encontrarse con una oferta inferior a lo esperado.

“La OPEP únicamente se ha comprometido a aumentar gradualmente la producción de petróleo y creemos que probablemente cumpla las previsiones, ya que la mayoría de los miembros han mostrado disciplina a la hora de cumplir con los niveles de producción acordados”, cuenta Richards.

Entretanto, también es probable que las empresas del sector del esquisto de Estados Unidos incrementen la producción lentamente. Estas siguen estando centradas en proteger el balance y han sido cautas a la hora de invertir en sus campos petrolíferos.

Dispersión respecto a los metales y materias primas agrícolas

En cuanto a los metales, las perspectivas son menos halagüeñas, ya que gran parte de la demanda depende de la economía china y el crecimiento podría frenarse durante los próximos meses debido al endurecimiento monetario gradual del banco central chino.

Un contrapeso es la descarbonización, que consideramos una temática importante que provocará un periodo plurianual y sostenido de crecimiento por encima de la tendencia en algunas materias primas, especialmente en los metales como el litio, el níquel y el cobre, que se utilizan en las cadenas de valor de los vehículos eléctricos y las energías renovables.

Mientras, respecto a las materias primas agrícolas, el maíz y la soja han liderado los avances, sobre todo debido a la demanda china.

El mes pasado, la oficina del Departamento de Agricultura de Estados Unidos en Pekín pronosticó que las importaciones de maíz de China para el año comercial 2020-2021 se situaban en un volumen récord de 28 millones de toneladas, frente a una estimación de 7,6 toneladas métricas en el periodo anterior.

Sin embargo, algunas de estas fuerzas podrían agotarse. Por ejemplo, gran parte de la demanda de maíz de China obedeció a la reposición de la cabaña porcina, que se vio reducida a la mitad en 2018-2019 debido a la fiebre porcina africana.

En abril, la cabaña porcina se había recuperado hasta el 97,6% del nivel que presentaba a finales de 2017, según el Ministerio de Agricultura de China. “La demanda de algunas materias primas agrícolas va a aumentar por el empujón al diésel de fuentes renovables en Estados Unidos, pero no está claro si eso sostendrá los precios a los niveles actuales”, asegura Richards.

“La fortaleza general que han mostrado las materias primas en lo que llevamos de año ha despertado inquietudes en torno a la inflación y el encarecimiento de los materiales, y debería ser objeto de atención por parte de los inversores en todas las clases de activos”, añade el experto.

La potencial dispersión en su evolución futura podría dar más pistas sobre la recuperación mundial y los sobresaltos que podría depararnos el camino.

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