Continúa la reorganización accionarial en Indra. El 'hedge fund' británico Melqart Asset Management, uno de los fondos de inversión más agresivos en su operativa en bolsa española, se ha sumado al accionariado del contratista de Defensa con una posición larga o alcista que supera el 1% del capital a través de derivados financieros, según la notificación a la CNMV.
La precisión sobre la dirección de su inversión es relevante puesto que se trata de uno de los grandes 'tiburones' bajistas de la City londinense. La firma que dirige Michel Massoud se ha granjeado cierta reputación en los círculos del Ibex 35 como un inversor temible después de dar sucesivos pelotazos en los últimos años en los crash bursátiles que llevaron al abismo o la quiebra, según el caso, a Dia, OHL, Abengoa o Banco Popular, entre otros.
Pero su última gran operación fue como aliado de Amber Capital en la remodelación de la cúpula de Prisa en 2020, que supuso la sorpresiva salida de la presidencia antes de Navidad de Javier Monzón y el ascenso al mismo sillón de Oughourlian, primero de forma interina y luego permanente. Melqart llegó a controlar el 4,6% del grupo de medios. Su posición fue decisiva para la victoria del 'hedge fund' Amber Capital y Telefónica en una votación que se resolvió por la mínima (52% vs 48%).
Tras la polémica de la CNMV con la concertación
Su llegada a Indra se produce en un contexto en el que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de Rodrigo Buenaventura se tuvo que pronunciar sobre la existencia o no de concertación de accionistas entre la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), el proveedor de armamento SAPA Placencia y Oughourlian (Amber), que controlan en conjunto algo más del 35% del capital de Indra.
Con esa mayoría, los tres socios han logrado sacar adelante una nueva hoja de ruta para Indra, además de cesar a consejeros y provocar la dimisión de varios independientes para facilitar futuros movimientos corporativos y apuntalar la nueva cúpula que preside Marc Murtra. El rodillo accionarial de SEPI, SAPA y Amber provocó la renovación de la mitad del consejo de administración. Los tres socios superan de largo el límite del 30% de las acciones que les hubiera obligado a lanzar una opa sobre Indra en caso de que el supervisor juzgase que había concertación entre ellos.
La CNMV admitió que tenía indicios de esa situación y de que habían "cooperado" entre ellos pero finalmente optó por no hacer nada. El supervisor de los mercados tiene carácter independiente está adscrito al Gobierno, que a su vez controla a través de la SEPI el 25,1% de Indra y se ha convertido en una de las mayores participaciones en bolsa de su cartera.
A su vez, la compañía que dirige Ignacio Mataix (CEO) es uno de los mayores contratistas del Estado en sectores tan diversos como Defensa, recuento electoral, aeropuertos, ciberseguridad, tecnología, consultoría o servicios financierios, entre otros. El futuro pasa por la agrupación y escisión de estos negocios con el objetivo de simplificar su actividad. En este sentido, Indra está llamada a ocupar un papel relevante en la nueva compañía aeronáutica ITP Aero, que fue adquirida por Bain Capital a Rolls Royce.
El gigantes del capital riesgo de EEUU ha reservado casi un tercio del accionariado para socios españoles entre los que se encuentra el Gobierno Vasco, SAPA Placencia y JB Capital Markets, la boutique financiera de Javier Botín. En julio, Bain nombró puso a los mandos de ITP Aero al histórico Juan María Nin, su ejecutivo de confianza en España y presidente de su inmobiliaria Habitat, propiedad de Bain. En septiembre, la compañía vasca fichó a Javier Lázaro, que fue director financiero de Indra (CFO) hasta abril, al tiempo que confirmó a Carlos Alzola como consejero delegado.
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