Aguanta la presión de Wall Street

Powell guarda otra subida de tipos pero ve al 'crédito más caro' por la crisis bancaria

El gobernador de la Fed frena en seco sobre la posibilidad de reacelerar las subidas de tipos y considera que la reciente crisis entre los bancos tendrá efectos restrictivos sobre la concesión de crédito al hacerlo más caro.

Jerome Powell, gobernador de la Fed.
Jerome Powell, gobernador de la Fed.
Fed vía La Información

Jerome Powell está acostumbrado a lidiar con la máxima presión. Con un coro de voces como Goldman Sachs o el multimillonario Elon Musk presionándole en los últimos días para que frenase otra subida de tipos -o incluso los bajase-, el gobernador de la Reserva Federal volvió a mantener la mano firme en el timón de la política monetaria de EEUU para elevar por novena vez las tasas de referencia, hasta el 4,75%-5%. Completa así un ciclo de 500 puntos básicos en apenas doce meses en el precio del dinero que rige en el área dólar. 

No descarta que haya más porque domar la inflación es el objetivo primordial ahora mismo. "La estabilidad de precios es responsabilidad de la Reserva Federal. Sin estabilidad de precios, la economía no funciona para nadie", aseguró en su esperada conferencia de prensa tras la reunión. Las proyecciones de la Fed todavía apuntan a una subida adicional de tipos, al rango del 5-5,25%, sin cambios con lo que dijo en diciembre pero con un gran cambio respecto a las advertencias que lanzó Powell el 7 de marzo días antes de la crisis en la banca.

"Ya no declaramos que anticipamos que los aumentos continuos de las tasas serán apropiados para sofocar la inflación. En cambio, ahora vemos que puede ser apropiado un endurecimiento adicional de la política", apuntó. El presidente recordó que los indicadores económicos han sido "más fuertes de lo esperado", con un mayor impulso en la actividad y la inflación. ¿Qué ha cambiado entonces para que Powell haya suavizado su tono? Básicamente, la crisis en la banca está terminando de realizar el trabajo para la Fed.

"Creemos que es probable que los eventos en el sistema bancario en las últimas dos semanas resulten en condiciones crediticias más estrictas para los hogares y las empresas, lo que a su vez afectaría los resultados económicos. Es demasiado pronto para determinar el alcance de estos efectos y demasiado pronto para decir cómo debería responder la política monetaria", agregó. De un modo u otro, el objetivo de la Fed de frenar la demanda y con ello las presiones sobre la inflación ahora tienen una crisis remando en su misma dirección.

El banquero central ya tuvo entre 2018 y 2019 un pulso con el entonces presidente del Gobierno, Donald Trump, que le llegó a declarar el "enemigo público número uno" y a amenazar con su cese por no bajar los tipos de interés. Ahora tiene a buena parte de la comunidad inversora, y política en EEUU en su contra debido a las recientes quiebras de bancos, cuyo origen enraiza con la depreciación de las carteras de bonos de las entidades por la subida de tipos de 500 puntos básicos en apenas 12 meses, todo un récord en la Fed.

Yellen contraprograma a Powell sobre los bancos

Powell es consciente de ello y quizá por eso lanzó un mensaje tranquilizador sobre las recientes medidas impulsadas por el banco central en pos de la estabilidad financiera. "Deja en claro que hay suficiente liquidez disponible en el sistema. Nuestro sistema bancario es sólido y resistente", señaló. El presidente de la Fed apuntó además que están dispuestos a actuar en caso de que se reproduzca la crisis. "Tenemos las herramientas para proteger a los depositantes cuando existe una amenaza de daño grave a la economía o al sistema financiero. Estamos preparados para usar esas herramientas. Los depositantes deben asumir que sus depósitos son seguros", subrayó.

Lo que parecía como un bálsamo a la desconfianza de los inversores sobre los bancos duró menos de lo que canta un gallo. En ese mismo momento, a pocos kilómetros de allí, la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, intervenía ante el Senado de los EEUU al respecto del techo de deuda pública del Gobierno Biden -que sigue negociando a contrarreloj para elevarlo- pero acabó hablando de bancos y todo se enredó. Solo 24 horas antes, la mujer más poderosa de la economía estadounidense no descartaba aplicar la garantía del 100% de todos los depósitos de bancos intervenidos en un discurso a una asociación del sector. Pero antes esa misma cuestión en el Senado, Yellen se desdijo de plano: "Eso no es algo que hayamos estudiado, no es algo que estemos considerando".

Fue justo en ese momento, y no tras la subida de tipos de interés de la Fed, cuando la banca de EEUU comenzó a caer a plomo otra vez con los inversores del sector vendiendo otra vez asustados. Al cierre, el Dow Jones, el S&P 500 y el Nasdaq terminaron con repentino desplome del 1,6% que se fraguó en la última media hora de sesión y estuvo protagonizado por las entidades financieras. Comerica, M&T Bank, US Bancorp, Zions, KeyCorp, Fifth Third y PNC Financial se desplomaron entre un 5%y 8,5%, arrastrando a un sector que incluso llegó a cotizar en positivo durante la conferencia de Powell. Si hay algo peor para una crisis de confianza en la banca, quizá es la descoordinación y el discurso contrapuesto entre las dos instituciones llamadas a restaurarla.

 

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