El sector bancario ha puesto de moda este 2022 las recompras de acciones en España. Las entidades han ‘limpiado el polvo’ a esta fórmula muy poco empleada con anterioridad para remunerar al accionista y seducir a los inversores en tiempos de incertidumbre como el actual. Tras un año de intensa actividad en este sentido y salvando distancias con CaixaBank, que ya se encuentra en la recta final de su plan, el Banco Santander encara diciembre como la única entidad con un programa en marcha.
En casi año y medio, la entidad liderada por Ana Botín habrá adquirido unos 2.700 millones de acciones propias y se quedará cerca del ‘megaplan’ de BBVA por 3.100 millones. Aunque la cifra es inferior a los 3.500 millones anunciados en el lanzamiento, se trata de uno de los mayores planes de toda Europa. Unida a la que está llevando a cabo CaixaBank, por un valor cercano a los 1.800 millones, los tres bancos amortizarán acciones propias por unos 7.600 millones. Cabe destacar que la Ley de Sociedades de Capital limita el valor máximo de la autocartera al 10% del capital.
La entidad puso en marcha su tercer programa de compra de acciones por valor de 978 millones el pasado 22 de noviembre a un precio medio de 2,606 euros y con la intención de que no exceda los 4,31 euros. A cierre de la bolsa este miércoles, las acciones cotizaban a 2,8 euros, con una capitalización bursátil que asciende a más de 40.400 millones. Banco Santander no atraviesa por su mejor año en bolsa, con una pérdidas superiores al 4,88%, frente al 5,09% que se anota el otro banco internacional del Ibex, el BBVA.
El Banco Santander, en los últimos diez días de noviembre, ya ha ejecutado cerca del 20% del plan, tras hacerse con más de 68 millones de títulos; operaciones que planea seguir ejecutando hasta el próximo 31 de enero de 2023, cuando está previsto su finalización. Esto supone un ritmo medio de 7,5 millones de títulos por día. La celeridad en las compras ha sido la tónica dominante desde que el grupo de origen cántabro optara por esta forma de dar un impulso a su capitalización.
Con estos tres programas de recompra, el banco ha roto su histórica tradición de llevar a cabo ampliaciones liberadas, de las que existen registros desde 1991. A lo largo de estas tres décadas había ejecutado más de 60 ampliaciones de títulos en circulación, que le ha permitido incrementar su capital social de manera colosal durante este periodo, así como financiar fusiones y pagar ‘scrip dividend’.
Precisamente la remuneración en especie mediante nuevas acciones ha sido una técnica muy utilizada por el sector bancario español en su conjunto, pero era criticada porque diluía a los accionistas, justo al contrario de lo que sucede con los programas de recompra de títulos. Con ellos, además de poder servir de colchón a la cotización en bolsa, las recompras también contribuyen a mejorar el beneficio por acción (BPA), que es beneficioso para los tenedores de acciones. El último informe financiero del banco, correspondiente a septiembre de 2022 arroja que el beneficio por acción se ha incrementado más de un 30% con respecto al mismo periodo de 2021, hasta los 0,409 euros, cifra que también incluye la mejora de sus resultados. De acuerdo con el consenso de analistas de Bloomberg, el precio objetivo a doce meses del Banco Santander es de 3,93 euros. El miércoles cerró a 2,80 euros.
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