Capital sin Reservas

El futuro horóscopo de Naturgy tras el mal fario de Géminis

Isidro Fainé sabe que el futuro de Naturgy pende del hilo que maneja el nigeriano Adebayo Ogunlesi como máximo responsable del fondo GIP
Isidro Fainé sabe que buena parte del futuro de Naturgy pende del hilo que maneja el nigeriano Adebayo Ogunlesi como máximo responsable de GIP
CEDE

El nonato proyecto Géminis de Naturgy parece que ha pasado a la historia y el Gobierno ha saludado los acontecimientos a la espera de que Francisco Reynés descubra un nuevo signo zodiacal con los astros bien alineados y al gusto de sus actuales inversores institucionales. El fondo CVC ha echado un capote a la empresa asegurando en tiempo y forma que no está por la labor de vender su participación accionarial. Una salida al quite que, sensu contrario, evidencia que el otro socio histórico de referencia, Global Infrastructure Partners (GIP), lleva tiempo colocado en primera línea del andén, con las maletas hechas y esperando que llegue el tren para cerrar su aventura en el grupo energético de La Caixa. La escapatoria se da por descontada y lo más preocupante es que el primer convoy a punto de entrar en la estación procede de Francia y en su pasaje figura un competidor de primera clase como es TotalEnergies.

La capacidad de seducción de Isidro Fainé para disuadir a GIP de su interés por salir de Naturgy se agotó el pasado año cuando el factótum del empresariado catalán se cogió del brazo del nigeriano Adebayo Ogunlesi, director gerente del fondo de infraestructuras neoyorquino, para presentar a tan ilustre inversor ante la alta sociedad del mundo corporativo y de negocios. El singular abrazo de Vergara quedó retratado para la posteridad como la nota pintoresca del XX Congreso de la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE). Entre los asistentes de postín que acudieron a la cita destacaba la vicepresidenta Nadia Calviño, garante en nombre del Gobierno de las actividades reguladas sobre las que se fundamenta el plan estratégico de la empresa gasista y cuya sola presencia inducía, o así debía suponerse, un cierto aval para la estabilidad del grupo una vez superado el terremoto accionarial que provocó la OPA parcial de fondo australiano IFM.

Escenificada la pose en un gesto puntual de cortesía no parece que ahora exista ningún acuerdo válido para la posteridad. Más bien al contrario, tanto Fainé como Reynés saben que GIP ha dado por concluido el periodo de maduración de la apuesta emprendida dentro del capital de Naturgy en 2016. Si acaso, la única salvedad que mantiene en suspenso la presumible desinversión es la cotización que a día de hoy registra la empresa gasista en bolsa, bastante elevada todavía para los eventuales postores industriales que se tientan la ropa ante las incertidumbres que acechan al sector energético. GIP no puede vender por debajo del precio de mercado, pero si Naturgy consolida un valor de referencia cercano y por encima de los 19 euros que pagó en su día a Repsol y a La Caixa nada tendría de extraño que el Gobierno se encontrara de golpe y porrazo con los franceses de TotalEnergies llamando a la puerta.

Los responsables de Naturgy han alertado a Teresa Ribera del enorme riesgo que entraña la eventual incursión de la francesa TotalEnergies en el capital de la empresa gasista

El riesgo es tan certero como inminente y así se lo han hecho saber con no poca inquietud los responsables de la compañía a Teresa Ribera. La vicepresidenta in traslation se ha cubierto las espaldas pregonando a los cuatro vientos su rechazo ante la escisión de Naturgy en dos entidades para separar las actividades liberalizadas de aquellas que se desarrollan bajo el patrocinio del Estado dentro del mercado regulado. Las declaraciones de la ministra no dejan de ser una larga cambiada que no apacigua las angustias porque todo el mundo sabe que el ‘spin off’ anunciado en febrero está muerto y enterrado desde hace tiempo y eso es precisamente lo que ha motivado que GIP se busque la vida poniendo en almoneda el 20% que posee en la compañía. Lo que ahora se ventila es mucho más trascendente porque el fututo de la primera empresa gasista puede depender directamente del destinatario que adquiera esta participación.

La presunta y temida entrada de TotalEnergies es, desde luego, para hacérselo mirar. El entramado de relaciones geopolíticas derivado de la crisis energética unido a los denodados esfuerzos de Enmanuel Macron para refundar las relaciones con Argelia como suministrador preferente de gas a Europa constituyen una espada de Damocles para el actual equilibrio de fuerzas dentro del capital de Naturgy. A La Caixa le ha ido bien hasta ahora en comandita con unos socios financieros que se han comportado como 'sleeping partners' sin imponer ninguna posición activista en el desarrollo estratégico y de negocio de la empresa. La situación cambia como del día a la noche si ahora se incorpora a la mesa del consejo una entidad competidora de elevado pedigrí institucional y amparada con pasaporte europeo, por lo que tampoco sería fácil levantar empalizadas con objetivos proteccionistas claramente opuestos a la doctrina comunitaria de Bruselas.

Lo último que le falta a Pedro Sánchez para superar la extravagante hoja de servicios de Zapatero como presidente del Gobierno sería hacer de Naturgy una segunda Endesa, abducida por el capital extranjero. TotalEnergies cuenta además con un aliado potencial en Sonatrach, que actúa como socio de referencia con un 4% del capital de la primera compañía integrada de gas y electricidad en España. La multinacional francesa podría cerrar filas perfectamente con la homóloga estatal argelina hasta alcanzar su todavía oscuro objeto de deseo sin necesidad siquiera de utilizar un caballo de Troya español como hizo Enel en Endesa con la inestimable colaboración del grupo Acciona que preside José Manuel Entrecanales. De eso hace ya casi catorce años y los paralelismos históricos no son nada tranquilizadores dada la tendencia del actual jefe del Ejecutivo a ceder santos y limosnas ajenas con tal de obtener el favor y el fervor de sus colegas comunitarios.

Repsol es el primo natural de Zumosol para evitar otro 'caso Endesa' e impedir que una segunda empresa estratégica del sector energético sea abducida por intereses extranjeros

Los socios españoles de Naturgy, es decir el grupo financiero de La Caixa, bien harían en ir buscando un caballero blanco para contrarrestar una presunta acometida extranjera frente a la que el Gobierno sólo podrá oponer su típica cara de póker. La inestabilidad del mercado energético coincide en un momento de especial crispación política derivada del ambiente preelectoral que se respira en España. Una combinación explosiva que, aunque resulte paradójico, no deja lugar a dudas sobre la nula importancia que Pedro Sánchez concede al futuro de cualquier empresa del Ibex, por estratégica que resulte. Naturgy necesita cuanto antes un primo de Zumosol que no puede ser otro que Repsol, máxime ahora que Antonio Brufau e Isidro Fainé han soltado sus pelillos a la mar, recomponiendo las antiguas relaciones de su etapa juvenil cuando ambos pugnaban 'deportivamente' como delfines de Josep Vilarasau.

La primera petrolera del país está en claro proceso de metamorfosis y su conversión a la nueva religión ecologista va a exigir un esfuerzo inversor que buenamente podría concentrarse en dar réplica a cualquier intento de invasión hostil en Naturgy. Repsol es uno de los grandes beneficiarios de la crisis energética y va a batir este año récords de resultados, lo que permite a la compañía observar el futuro con una especial amplitud de miras. Josu Jon Imaz, en su calidad de consejero delegado por obra y gracia de Brufau, necesita por lo demás una gran operación que convalide su tarjeta de visita como indiscutible primer ejecutivo. Sería una forma también de resarcirse con la historia pues no se olvide que fue Repsol la que dio entrada a los fondos de inversión en el capital de la antigua Gas Natural. Naturgy se ha puesto a tiro en la confianza de que su antiguo accionista le eche las cartas y se convierta en el signo ascendente de su nuevo e incierto horóscopo.

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