800.000 no ven la recuperación antes de 2 años

SMI, luz, despidos... Casi 1,2 millones de autónomos no descartan echar el cierre

El 30% de los trabajadores por cuenta propia cree que la subida de impuestos y de la electricidad son las principales situaciones que ponen en peligro las pequeñas empresas. En octubre subirán las cotizaciones.

José Luis Escrivá Yolanda Díaz
Los autónomos, pendientes de la continuidad de las ayudas y el efecto SMI.
Europa Press

La crisis económica generada por el coronavirus obligó a cerrar en apenas ocho meses -entre marzo y octubre de 2020- dos de cada diez negocios, casi la totalidad con entre uno y cinco trabajadores, según un estudio experimental sobre la coyuntura demográfica de las empresas durante la pandemia elaborado a principio de año por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Estos cierres eran consecuencia de la debilidad económica de estas pequeñas empresas, que siguen adelante y pagan impuestos con grandes esfuerzos y en las que cualquier incidencia o sobrecoste, del tipo que sea, puede obligarlas a echar la persiana de un día para otro.

Sin embargo, las restricciones por la Covid no han sido el único escollo al que se han tenido que enfrentar en los últimos meses, en los que se ha aprobado subidas del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), que alcanza los 965 euros; con la factura eléctrica en máximos; y con el inminente fin de las ayudas públicas, además de la incertidumbre que genera en muchos la reforma del sistema público de pensiones, en la que se contemplan cambios en el régimen de estos trabajadores que podrían perjudicar principalmente a los que tienen con menos ingresos y a los más vulnerables.

Unido a esto, la negociación de la sexta prórroga de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) y las ayudas, que los autónomos piden que se mantengan mientras sigan las restricciones derivadas del coronavirus, continúa pendiente de algunas nuevas medidas que el Gobierno quiere introducir. Mientras, los empresarios reclaman el fin de los vetos al despido, una vía que creen que podría dar oxigeno a determinados negocios que están al borde del cierre y que tendrían una oportunidad, tal vez la última, de continuar. El Ejecutivo quiere mantener este veto, que impide prescindir de los empleados durante un plazo de seis meses a contar desde la fecha de reanudación de la actividad tras la aplicación del ERTE o la recepción de ayudas.

Uno de cada cuatro autónomos no ve el final de la crisis antes de dos años y la mitad todavía factura un 50% menos que antes del inicio de la pandemia

Así, hasta 800.000 autónomos, fundamentalmente al frente de microempresas, de un total de 3,2 millones, no ven el final del túnel de la crisis antes de dos años y se muestran más pesimistas que el Gobierno y algunos expertos que consideran que la recuperación es inminente, aunque no todos comparten que va a ser duradera. Mientras, casi siete de cada diez, 2,2 millones, reconocen que su negocio está en peores condiciones que antes de que la epidemia comenzase oficialmente y se impusiesen las restricciones. La mitad asegura que la caída de la facturación es aún superior al 50% con respecto a la de antes de marzo de 2020, según se desprende de una encuesta realizada por la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) a casi 1.400 de sus asociados.

De esos más de dos millones de autónomos que no han logrado recuperarse, prácticamente la mitad no descarta tener que cerrar su negocio, incluso el 7,4% asegura que irremediablemente tendrá que hacerlo. En total, 1,2 millones tienen sobre la mesa poner fin a su actividad, presionados, sobre todo, por los impuestos, cotizaciones y recibos de la luz, que hoy nuevamente alcanzará un precio récord. Por el contrario, el 49,5%, a pesar de que no ha recuperado el ritmo, afirma que no se plantea cerrar.

Otra de las preocupaciones del colectivo es la intención de la Seguridad Social de suprimir la prestación extraordinaria para autónomos con pérdida de facturación -la mayor parte- que no han cotizado lo suficiente y que en agosto cobraron más de 140.000 trabajadores por cuenta propia. El Gobierno plantea limitar las prestaciones extraordinarias a partir del 1 de octubre a cambio de mejorar las exoneraciones de las cuotas a la Seguridad Social para incentivar el mantenimiento de la actividad.

La subida del SMI, el 30% desde 2019, también afecta a las cotizaciones que pagan los empresarios. Uno de cada tres euros del sueldo bruto va a cuotas

Mientras, la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) a 965 euros acordada esta semana ha generado un nuevo frente para los pequeños empresarios, que desde que comenzó la legislatura han visto como los sueldos mínimos de sus trabajadores se han incrementado un 31%, que además ha supuesto un importante aumento de las cuotas, que suponen uno de cada tres euros del sueldo bruto. También deberán enfrentarse a una subida de las cotizaciones, paralizada por la crisis hasta el mes que viene. Casi el 75% de los trabajadores por cuenta propia afirma que no es el momento de subir el SMI. 

Los trabajadores por cuenta propia, que no pueden ajustar su consumo de luz a las horas en las que esta resulta más barato, han visto como sus facturas han subido hasta un 70% entre los que tiene más de 15 kW contratados, según Ecoluz Consultores, que reconoce las dificultades de muchos para entender la factura y sus conceptos. Mientras, desde ATA cuantifican este aumento en casi un 50% de media y admiten que para algunos el recibo eléctrico actual prácticamente duplica el que que pagaba hace apenas un año. La subida de impuestos y cotizaciones -30%- y la de la luz -26%- son las principales situaciones que ponen en peligro la supervivencia de los negocios de los autónomos y pequeños empresarios, según reconocen.

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