Receta para afrontar la crisis

El BdE pide un mecanismo para vigilar que las empresas limiten sus beneficios

El supervisor advierte de que la economía española crecerá 1,5 puntos menos de aquí a 2024 si patronal y  sindicatos no firman un pacto de rentas que modere las subidas salariales y los márgenes empresariales.

Pablo Hernández de Cos, Banco de España
El BdE pide un mecanismo para vigilar que las empresas limiten sus beneficios
Europa Press

El Banco de España da un paso más en la definición de su vademécum para hacer frente a las consecuencias económicas de la guerra en Ucrania. El gobernador Pablo Hernández de Cos lleva medio año pidiendo un pacto de rentas para frenar la escalada de la inflación, pero el estallido del conflicto bélico no ha hecho más que empeorar el escenario y ahora considera urgente que los agentes sociales alcancen un acuerdo al respecto. Pero la negociación entre la patronal y los sindicatos está bloqueada por las cláusulas de revisión salarial con el IPC y, entre tanto, el supervisor va perfilando el modelo de pacto de rentas que necesita la economía española para salir de esta crisis.

El supervisor ha pasado en cuestión de meses de defender la necesidad de reestructuración de sectores completos para evitar una apocalipsis zombi empresarial a apostar por un pacto de rentas entre patronal y sindicatos que fuerce a las empresas a moderar sus márgenes y proteger el empleo a cambio de aplicar subidas de sueldos moderadas para los trabajadores. Las líneas maestras de ese complejo juego de equilibrios fueron detalladas en estas páginas hace un mes, pero ahora Hernández de Cos da un paso más y demanda la articulación de un mecanismo que permita verificar que, efectivamente, las empresas asumen esa limitación de sus beneficios.

El gobernador del Banco de España considera necesario que ese sacrificio empresarial sea cuantificable. Durante una comparecencia en la Universidad de Sevilla este martes, De Cos expuso los principales ejes sobre los que considera que debe pivotar el pacto de rentas y uno de ellos, precisamente, consiste en acompañar la moderación salarial con "compromisos explícitos de moderación de los márgenes empresariales". El máximo responsable del supervisor descarta así cualquier medida intervencionista por parte del Gobierno, al apostar por "compromisos", que no obligaciones. Pero sí consideró necesario "articular algún mecanismo para que esta moderación de márgenes sea verificable". Una idea novedosa en el discurso de De Cos.

Fuentes del BdE explican que ese mecanismo debería ser diseñado de manera conjunta por la patronal y los sindicatos, en el marco de la negociación del pacto salarial que el Gobierno pretende incorporar a un eventual gran acuerdo de rentas nacional. Frente a las dudas que existen en el diálogo social sobre cómo se pueden moderar los márgenes empresariales sin intervención gubernamental (el Ejecutivo no puede limitar las ganancias de una compañía, solo adoptar medidas como prohibir el reparto de dividendos si recibe ayudas públicas) el planteamiento del gobernador pasa por que las empresas asuman un compromiso explícito y los sindicatos tengan manera de comprobar su cumplimiento a través de un mecanismo que permita cuantificar esa moderación de los beneficios.

El pacto de rentas que recomienda el organismo supervisor parte de la base de que empresas, hogares y administraciones públicas deben interiorizar la pérdida de renta de la economía española provocada por las tensiones geopolíticas en suelo europeo y repartir sus costes de manera equilibrada para evitar una espiral inflacionista. Es decir, que ni las empresas pretendan mantener intactos sus márgenes ni los trabajadores aspiren a conservar su pleno poder adquisitivo. Y debe tener en cuenta, además, el impacto asimétrico de las perturbaciones y adaptar las decisiones a las distintas empresas, sectores y hogares, evitando medidas de aplicación general que resulten rígidas para determinados segmentos de agentes económicos.

Concretamente, respecto a las subidas salariales, el BdE lanza dos recomendaciones. La primera, que los compromisos de incrementos sean plurianuales y vayan ligados a la protección del empleo para aportar certidumbre a largo plazo a hogares y empresas a la hora de tomar decisiones de gasto e inversión. Y la segunda, que se eviten fórmulas de indiciación automática de los sueldos a la inflación pasada o cláusulas de salvaguarda con el IPC para reducir el riesgo de que se desencadene una realimentación entre los incrementos de los salarios y los de los precios (los temidos efectos de segunda ronda). Con todo, respecto a la cuantía, el supervisor recomienda a los agentes sociales inspirarse en la inflación subyacente, que es más reducida al no incorporar los precios energéticos.

Ese es el pacto de rentas que el gobernador del Banco de España plantea sobre el papel, pero la realidad en la mesa de negociación abierta entre la patronal y los sindicatos es más compleja. Los empresarios no quieren ni oír hablar de moderar sus márgenes porque consideran que ya lo están haciendo indirectamente al no trasladar el incremento de los costes de producción a los precios finales. Los sindicatos, por su parte, no están dispuestos a renunciar a las cláusulas de revisión para garantizar el mantenimiento del poder adquisitivo de los trabajadores frente a la escalada de la inflación. Y la CEOE está en ese punto del lado del BdE, al rechazar la indexación.

Así las cosas, el pacto de rentas ni está ni se le espera y su ausencia es un peligro económico de primer nivel para Hernández de Cos, que maneja cálculos internos del Banco de España (del modelo trimestral MTBE) que subrayan los beneficios de una política de rentas exitosa y reflejan que la economía española crecerá un punto y medio menos de aquí a 2024 si se produce una espiral inflacionista. "El MTBE permite estimar el efecto sobre la actividad y el empleo de una reacción del resto de los precios nacionales y de los salarios privados en línea con el efecto directo del aumento del precio de la energía sobre el nivel general de precios. El impacto negativo acumulado sobre la actividad y el empleo, en diferencias respecto a las proyecciones actuales, si se produjese esta traslación completa, podría ser de aproximadamente 1,5 puntos porcentuales en 2024", subrayó el gobernador.

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