Financiación barata

El chollo del rescate: España ha evitado 13.000 millones en ajustes por el MEDE

El mecanismo europeo de rescate no prevé problemas financieros por la Covid-19, pero sugiere que el país aún crece por las rentas de las reformas de Rajoy.

Gráfico con los ahorros presupuestarios acumulados gracias al rescate europeo
El préstamo blando del rescate ha ahorrado más de 13.000 millones a las arcas del Estado.
Nerea de Bilbao

Si el Gobierno de España hubiera tenido que financiar el año pasado en el mercado los cerca de 24.000 millones de euros que aún tiene pendientes de devolver al Mecanismo Europeo de Estabilidad Financiera (MEDE, según sus siglas en español) por la financiación barata recibida como consecuencia del rescate de las cajas de ahorros, el déficit de las cuentas públicas habría sido una décima superior al registrado, del 2,82% del PIB; la posición de España fuera del brazo correctivo del Procedimiento de Déficit Excesivo - que se activa a partir de un déficit del 3%- estaría en cuestión y tal vez a estas alturas estaríamos otra vez hablando de los tristemente célebres 'hombres de negro' de Bruselas.

Hablamos, lógicamente, de un escenario hipotético, que tiene sus vertientes alternativas. Es de esperar que para esquivar un escenario de esa magnitud, el Gobierno habría actuado para evitar que las cuentas públicas llegaran a ese punto, lo que le habría obligado a recortar gastos ya que lo de conseguir más ingresos está difícil en tanto no se aprueben nuevos Presupuestos. La cuestión de fondo es que la financiación barata recibida del Mede continúa siete años después abaratando de forma significativa la carga de intereses del Estado español y según las estimaciones formuladas por el organismo presidido por Klaus Resling ha ahorrado desde el año 2012 más de 13.000 millones de euros a las arcas públicas españolas.

El MEDE realiza esa estimación a partir de la comparación de los tipos de interés efectivos que pagan los países por la financiación recibida del mecanismo y la que tendrían que pagar en función de los títulos con un vencimiento similar que los países emiten en los mercados, con una serie de correcciones por los beneficios evidentes sobre la consideración de sus títulos de deuda que estos países han obtenido gracias al rescate. Según ese método de cálculo, el Tesoro español ahorró solo en 2019 en torno a 1.400 millones de euros de carga financiera.

Por poner la cifra en perspectiva, 1.400 millones de euros es la mitad del coste presupuestario que va a tener la puesta en marcha del celebradísimo Ingreso Mínimo Vital, o la cuantía del crédito extraordinario dispuesto para que el Ministerio de Sanidad pudiera adquirir material de protección para el personal sanitario o en servicios esenciales durante lo peor de la crisis de la Covid-19. En otras palabras, es mucho dinero. Y es una ventaja extra que se obtiene en el que, según el propio Tesoro Público, es el momento en que el Estado español se está financiando más barato en los mercados.

En ejercicios anteriores al de 2019, el ahorro obtenido por España como consecuencia de las favorables condiciones en las que recibió la financiación europea para cubrir el abismal agujero que el rescate de las cajas de ahorro abrió en las arcas públicas ha llegado a ser de 2.200 millones de euros. Otro dato proporcionado por el Mede en su informe anual de 2019, aprobado en la reunión de su Consejo de este jueves, a la que asistió por videoconferencia Nadia Calviño en representación de España, subraya el buen negocio financiero que ha sido para España el rescate europeo. 

España recibió en su día 42.333 millones de euros, de los que a día de hoy ha devuelto 17.600 millones de euros  - en 2018 adelantó el pago de 8.000 millones- y tiene pendientes de devolución 23.700 millones, que tiene que reintegrar de aquí a 2027. Desde 2013 hasta 2018, la factura de los intereses asociados a esa financiación ascendió a 1.343 millones de euros. De haber tenido que financiarse por su cuenta ese coste habría sido como mínimo diez veces mayor, siempre según los datos proporcionados por el MEDE.

Viviendo de las rentas de las reformas del PP

Que el MEDE proporcione estos datos todos los años no es casual. Su informe anual señala por una parte los ahorros que su intervención ha provisto a los países 'rescatados' y por otra una evaluación de los avances obtenidos por éstos en orden a conseguir la estabilidad financiera por sus propios medios. España no sale del todo mal en la fotografía: la institución destaca que el país seguía creciendo en 2019 por encima de la media europea y que ese ejercicio obtuvo su séptimo superávit consecutivo por cuenta corriente, pero desliza que lo ha conseguido "apoyándose en las reformas estructurales del pasado", una construcción que utiliza en dos ocasiones.

También destaca que el país estaba en 2019 cerrando ya la brecha que le separa de su crecimiento potencial a largo plazo, lo que en el lenguaje de los economistas implica que ya se ha encendido el chivato que aconseja nuevas reformas estructurales, y que arrastraba una tasa de desempleo todavía muy elevada, por mucho que cayera por debajo del 14% por primera vez en casi una década. Respecto a la banca, el MEDE dice que el colchón de capital de la banca española es el adecuado, pero que su ratio de capital de máxima calidad aún se sitúa por debajo de la media europea y que su nivel de apalancamiento continúa siendo también superior al estándar.

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