Diferencias difícil de salvar

Las cinco brechas en las pensiones que no se cerrarán con la reforma de Escrivá

Los pensionistas orensanos cobran 650 euros menos que los vizcaínos. La brecha de género supera los 450 euros, debido a los peores empleos. Uno de cada tres autónomos necesita complemento a mínimos.

José Luis Escrivá
El arma para reducir la brecha de género será el complemento de maternidad.
EFE

Sindicatos, empresarios y los responsables del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones han logrado cerrar en plazo un acuerdo para reformar el sistema pensiones durante los próximos 30 años. El resultado final del texto tendrá poco que ver con lo plasmado en un principio, ni en cuanto a la entidad de las medidas, ni en lo referente a los tiempos, que se han suavizado para conseguir un pacto, que sindicatos y empresarios no han puesto fácil, y que tiene el objetivo final de cumplir con Bruselas.

Las iniciativas que se plantean, que en buena medida se negociarán ya en la próxima legislatura, van encaminadas a garantizar pensiones dignas y la sostenibilidad del sistema sobre todo aplicando medidas encaminadas a retrasar la edad de jubilación, con dos o tres meses bastaría; eliminar los retiros forzosos en los convenios colectivos y poner más difícil los anticipados, que ahora representan cuatro de cada diez de los que se producen cada año. 

Sin embargo, excepto el complemento de maternidad para las pensiones contributivas, que también podrán cobrar los hombres y que supone 27 euros en cada una de las 14 pagas por cada hijo, hasta un máximo de cuatro hijos, la garantía de que las pensiones subirán de acuerdo al Índice de Precios al Consumo (IPC), lo que beneficia a las prestaciones más altas, o la paralizada tabla de cuotas para autónomos, poco se ha avanzado para reducir las enormes brechas que existen en el sistema, que se dan entre hombres y mujeres, viudos y viudas, nuevos jubilados y antiguos, en los diferentes regímenes y entre los que cobran las pensiones mínimas, que incluso necesitan complementos y los que cobran las máximas. 

Hombres vs mujeres

La pensión de jubilación viene determinada por los salarios y las cotizaciones realizadas durante la vida laboral y es en ese momento en el que las mujeres se ven abocadas a unas prestaciones en su retiro mucho menores que las de los hombres, que tienen sueldos más elevados -algo más del 10%- y largas carreras de cotización frente a las mujeres, que se ven obligadas a interrumpir sus trabajos por la maternidad y los cuidados de niños y mayores, que en algunas ocasiones ni siquiera retoman, y que son protagonistas de los trabajos a tiempo parcial -ocupan tres de cada cuatro- y temporales.

Una de cada cuatro mujeres ganó en 2019 menos o el equivalente al Salario Mínimo Interprofesional (SMI), porcentaje que en el caso de los hombres se reduce al 11%, según los últimos datos facilitados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Mientras, las estadísticas de la Seguridad Social muestran que los hombres tienen una jubilación de media 454 euros mayor que las mujeres, 1.366 euros frente a 912, no llegan a mileuristas y rebasan por poco el SMI. Hay 2,4 millones de mujeres cobrando la prestación de jubilación, 1,3 millones menos que hombres.

Ourense vs Bizkaia

El lugar en el que se vive también determina la pensión, fundamentalmente por el efecto que tiene en esta el tipo de trabajo. Salarios, sectores, la edad media de los trabajadores o la formación condicionan en buena medida la pensión que se cobrará. La actividad económica con mayor remuneración anual en 2019 fue el suministro de energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado (52.162 euros), mientras en el sector de hostelería apenas se cobra 14.561 euros, según las estadística Encuesta de Estructura Salarial hecha pública recientemente.

En diez comunidades de las 17 la prestación media de jubilación no alcanza los 1.187 euros que registra la media nacional. Mientras, la provincia de Ourense, en la que uno de cada cuatro ciudadanos depende de una prestación social -paro, subsidios, pensiones-, la nómina de la jubilación apenas alcanza los 835 euros, una cantidad similar a la que se paga en Lugo. En el otro extremo se encuentran Bizkaia, con 1.487 euros, una provincia en la que el sector industrial es protagonista del empleo; Álava (1.471) y Asturias, donde los jubilados de la Minería, con unas prestaciones muy altas, determinan su posición en el podio nacional.

Nuevos jubilados vs antiguos

Los nuevos jubilados, con largas carreras profesionales, sueldos elevados y muchos ya procedentes de la generación 'baby boom' entran fuerte en el sistema y consiguen prestaciones mucho más elevadas que los que llevan en él muchos años. Mientras las de los primeros se sitúan en 1.396 euros, las de los segundos apenas llegan a los 1.187 euros, último dato disponible, más de 200 euros. Por su parte, las prestaciones de los que se dan de baja, fundamentalmente por defunción, y que en muchos casos llevan dos décadas en el sistema se sitúan en 943 euros.

También se comprueba una enorme diferencia entre los que se jubilan anticipadamente -antes de los 65 años- y los que hacen a la edad legal o después. Los primeros se acogen al retiro con largas carreras, cercanas a las cuatro décadas, y con sueldos elevados y se retiran antes, incluso con penalización, porque el actual sistema les beneficia, algo que podría cambiar drásticamente para desalentar estas salidas. Mientras los que abandonan el mercado laboral a la edad legal cobran un a prestación media de 1.237 euros, lo que lo hacen antes se encuentras con una nómina de 1.699 euros.

Viudos y viudas

Hasta un millón de pensionistas -fundamentalmente mujeres- reciben al menos dos prestaciones, y habitualmente compatibilizan la de jubilación, tras acreditar los años necesarios cotizados, y la de viudedad, con una nómina limitada a la pensión máxima, 2.707 euros. La prestación de viudedad se puso en marcha en 1956 con el principal objetivo de cubrir las necesidades de las mujeres, que en aquel momento mayoritariamente no trabajaban y que después del fallecimiento de su marido quedaban sin medios económicos para seguir adelante y mantener a su familia. Las primeras nóminas de esta prestación apenas suponían 125 pesetas.

Tras el paso de más de seis décadas, la realidad económica y, desde luego, la del mercado laboral ha cambiado, gracias a la plena incorporación de la mujer al empleo, aunque, como se ha visto, con prestaciones muy inferiores a las de los hombres. Los viudos, apenas 139.000, reciben una pensión media de 565 euros, mientras que las viudas, 1,6 millones, cobran 805 euros de media.

Régimen General vs autónomos

Los autónomos cotizan para la jubilación en cantidades inferiores a las de un asalariado lo que se traduce en pensiones mucho menores, que incluso requieren el complemento a mínimos, que de media es de 211 euros para convertir en digna la prestación. Los trabajadores por cuenta propia, a diferencia del resto, pueden elegir cotiza por la base mínima -la mayoría lo hace- o la máxima. La primera está ahora en 944 euros -una cuota de 289 euros- y la segunda en 4.070, que suponen una cuota de 1.245 euros mensuales.

Uno de cada tres autónomos recibe el complemento a mínimos, debido que sus carreras son de poco más de 15 años, el mínimo para cobrar la pensión contributiva. La prestación mínima de los jubilados sin cargas familiares es de 689 euros al mes y 9.655 euros al año. En el caso de que el autónomo sólo tenga cotizados 15 años y haya optado por la base mínima su pensión apenas alcanzaría los 500 euros. Mientras los autoempleados perciben tras su retiro un prestación de 792 euros, la de los trabajadores del Régimen General es de 1.333 euros y la de los de la Minería del Carbón, de 2.323.

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