PP y Vox se abstienen y Ciudadanos vota a favor

El Congreso aprueba el mayor techo de gasto de la historia y ya espera a los PGE

El Gobierno consigue el apoyo suficiente para suspender las reglas fiscales, medida justificada con los efectos del coronavirus. Hacienda asegura que esta flexibilidad facilita la recuperación económica y social.

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero
EFE

Las administraciones españolas podrán gastar más que en toda la historia del país. El Congreso ha aprobado este martes el nuevo techo de gasto impulsado por el Gobierno, que eleva el límite hasta los 196.097 millones, cifra que supera en un 50% a la anterior aprobada antes de la pandemia. Una nueva flexibilidad que pone fin a la austeridad de años anteriores y que ha sido respaldada por la mayoría de diputados, con los apoyos clave de los socios de la investidura de Pedro Sánchez. Y en la que también se ha visto cómo PP, Vox y Ciudadanos no rechazaban las políticas fiscales que impulsa el Ministerio de Hacienda que dirige María Jesús Montero. Con la actuación destacada de los naranjas, que han votado 'sí'. 

El aval del Ejecutivo ha llegado gracias a los 'síes' de PSOE, Unidas Podemos, ERC, Ciudadanos o Junts per Catalunya. Un respaldo mayoritario que supone el primer paso para los Presupuestos Generales del Estado para 2021, ya que el Ejecutivo ahora tiene vía libre para diseñarlos con este ambicioso límite de gasto no financiero. El proyecto se enviará a la cámara en pocas semanas tras su aprobación en el Consejo de Ministros este mismo mes, como ha confirmado la titular de Hacienda. Pero las cuentas públicas aún no están diseñadas por completo. El motivo es que PSOE y Unidas Podemos continúan negociando sobre asuntos como las subidas de impuestos, la regulación de los alquileres o la flexibilización de los requisitos para acceder a varias ayudas sociales.

La propia María Jesús Montero ha defendido esta medida, que implica la suspensión de las reglas fiscales permitida por Bruselas debido a las dificultades que ha supuesto el coronavirus para el conjunto del Estado. Montero ha justificado el plan del Ejecutivo con la necesidad de tener recursos suficientes para "garantizar el empleo" o abonar las prestaciones extraordinarias para autónomos. Medidas que ha contrapuesto a las críticas de la oposición, que la ha acusado de incurrir en una "fiesta del gasto". “La suspensión de las reglas fiscales no suspende la responsabilidad fiscal”, ha argumentado la ministra.

"No es responsable pedir ayudas para empresas, familias y trabajadores, votar a favor de las que luego trae a esta cámara este Gobierno y luego criticar que esas medidas elevan el gasto público. Necesitamos un mínimo de coherencia", ha insistido la titular de Hacienda en su exposición, donde ha reiterado que los Presupuestos llegarán "pronto" a la cámara para su debate. Además, ha asegurado que tomarán las medidas necesarias para la recuperación económica pero que a la vez permitan "financiar las políticas sociales para que nadie se quede atrás".

La derecha no lo rechaza

El pleno para tratar este techo de gasto ha permitido que el Gobierno se pueda apuntar un nuevo tanto en una medida económica por la postura que han adoptado los principales partidos de la oposición. Ni PP, ni Vox ni Ciudadanos han rechazado los nuevos límites diseñados por Hacienda. Los dos primeros se han abstenido, y los naranjas han optado por el voto afirmativo. Pero eso no significa que hayan elogiado el plan del Ejecutivo. Al que incluso han acusado de "irresponsable" y de tomar un camino que saldrá caro a las generaciones del futuro.

Una de las más contundentes ha sido la portavoz económica del PP, Elvira Rodríguez. La veterana política ha acusado a la coalición de "hurtar" a las cámaras "su derecho a debatir y votar los objetivos de déficit y deuda para 2021 y los años siguientes; algo trascendente para España y los españoles, para nuestro presente y nuestro futuro". Lo que no ha impedido la abstención de los 'populares', que Rodríguez ha señalado que se debe a que "no queremos formar parte de lo que ustedes quieren que formemos".  En esa línea se ha mostrado el portavoz de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, que ha advertido de que "España está en serio riesgo de impago de la deuda". A la vez, ha señalado que "el Estado tiene que continuar apoyando a las familias y al tejido productivo" para así explicar su abstención. 

Las buenas noticias para Moncloa han estado en los 'síes', que han congregado tanto a los socios de investidura como al partido de Inés Arrimadas. Este último ha votado a favor por "interés general" y para continuar en la "senda de la responsabilidad por los ciudadanos". Aunque su responsable económica, María Muñoz, ha acusado a Hacienda de no tener suficientes "medidas de control del gasto". "Empiecen reduciendo la administración mastodóntica que tenemo. Cuantos más bandazos dé el Gobierno, más austeridad necesitará el país", ha apuntado Muñoz.

Desde ahora, el Gobierno puede remitir a las cámaras su proyecto de cuentas públicas para el próximo año. Se prevé que sean expansivas, como han apuntado en las últimas semanas tanto Montero como la vicepresidenta económica, Nadia Calviño. Los flecos y las discusiones que mantienen PSOE y Unidas Podemos por el texto final es lo que dilata por ahora su entrega. Después, vendrá la negociación con los grupos. Y en Moncloa se enfrentan a dos vías: la de ERC, Bildu y el resto de apoyos que permitieron a Pedro Sánchez ser presidente, o la de priorizar a Ciudadanos. 

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