Castigadas por la Covid

Agencias de viajes, en ERTE y sin pulso: 'ovejas negras' del resurgir del Turismo

El sector lamenta la travesía por el desierto que sufren, en el que el caída de la demanda internacional y las cancelaciones por ómicron les dejan en desventaja frente al resto de actividades del mercado turístico. 

La CNMC multa con 1,8 millones a Halcón Viajes y Viajes Barceló por los concursos de viajes del Imserso
Las agencias de viaje siguen en barrena: la sexta ola paraliza su recuperación. 
EUROPA PRESS

El turismo español encara el año 2022 con optimismo tras dejar atrás el pánico desatado por ómicron, pero con una velocidad desigual. Conscientes de que todavía faltan un año o dos para alcanzar las cifras preCovid, la mayor parte del sector engrasa la maquinaria ante las buenas perspectivas de reservas para esta temporada, que con toda probabilidad arrancará en Semana Santa. Mientras las grandes hoteleras tienen todo a punto para seguir con la reapertura de establecimientos y las aerolíneas calientan motores con la programación de más asientos disponibles para este verano, las agencias de viajes no corren la misma suerte. Tras dos años de pandemia y seis olas de contagios, esta actividad turística no consigue encauzar la senda de la recuperación.

Según datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, este mes de enero todavía se contabilizaban más 11.000 personas con suspensión temporal o parcial del empleo. Esto significa que en el último año apenas han abandonado esta situación algo más de la mitad de los casi 25.000 registrados al término de 2020, el primer año de la crisis sanitaria, cuando 392.299 asalariados que desempeñaban su actividad en el turismo estaban acogidos a ERTE. La razón obedece al tirón de la demanda nacional, en detrimento del largo y medio radio, así como los viajes organizados y el aumento de las cancelaciones de viajes del Imserso con el empeoramiento de la evolución epidemiológica en diciembre, explica a La Información la gerente de la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV), Mercedes Tejero, ante lo que exige más ayudas, no solo para los pequeños autónomos.

Aunque 'a priori' la cifra parece relativamente baja en comparación con otras ramas, es uno de los más afectados si se analiza el volumen total. Para hacerse una idea, un tercio de todos los empleados que trabajan en el turismo en el momento actual procede de las agencias de viajes. El porcentaje contrasta con otras áreas como el del transporte aéreo (alrededor de 3.500), hostelería (más de 20.000) o servicios de alojamiento (más de 15.000), que si bien concentran más plantilla en estas condiciones, ninguno de los tres representan más del 10% sobre el total de afiliados en su subsector.

Estas cantidades no incluyen el ajuste temporal que prepara Viajes El Corte Inglés tras su fusión con Logitravel para un máximo del 60% para las áreas vacacional y de viajes corporativos, así como de hasta el 40% para servicios centrales con la que proponen un recorte de la jornada cercano a la mitad. Tampoco el anunciado por Ávoris, firma resultante de la fusión entre las divisiones de Globalia y Barceló, y que afectaría a la totalidad de las 1.740 personas. A estas también se unen Nautalia (Grupo Wamos) que ya dio a conocer la implantación de esta medida para 331 trabajadores antes de que la SEPI acudiera en su auxilio con un préstamo de 85 millones; Travelsens, que ha solicitado otro de siete meses para todo su equipo, formado por 220 personas y TUI Spain, que negocia con los sindicatos otro ERTE para 175 empleados. 

Fin a los ERTE pandémicos

Pese a ello, el verdadero foco de la preocupación está en la extinción de los ERTE por Covid, que expiran el próximo 1 de marzo y ante la que el Gobierno ha puesto sobre la mesa de negociación con patronal y sindicatos la posibilidad de estrenar con las agencias de viajes el mecanismo RED, herramienta contenida en la reforma laboral que viene a sustituir esta medida improvisada con la declaración del estado de alarma.

A falta de saber la carta que enseñarán Díaz y Escrivá la semana que viene, desde CEAV sostienen que se trata de una propuesta planteada desde la confederación, a través de la CEOE, que persigue no dejar en la cuneta a todos aquellos trabajadores que llevan dos años bajo estas condiciones. Tejero sostiene que puede ser "positiva" siempre y cuando mantenga los requisitos actuales, se dote de mayor flexibilidad a la contratación y se realice una transición lo más automática posible.

La petición va en línea con lo planteado por los agentes sociales a los ministerios de Trabajo y Seguridad Social, que optan por prorrogar los ERTE existentes durante un mes más con el fin de facilitar la transición hacia el modelo pactado, tal y como ha adelantado este medio. No comparte la misma opinión el presidente de la Unión Empresarial de Agencias de Viajes (UNAV), José Luis Méndez, quien defiende su prolongación, ya que su uso está estandarizado y, a su juicio, la tramitación es más "accesible". "Queremos un mecanismo ágil, rápido y cómodo de conseguir, porque la situación es descorazonadora", remarca.

Abocadas a la extinción

Antes de la existencia de Internet, las agencias de viajes representaban el primer eslabón de la cadena del sector turístico. Cualquier desplazamiento organizado pasaba por ellas, algo que comenzó a cambiar tras la aparición de los portales de reservas 'online' que comen cada vez más terreno a esta plataforma. "La pandemia acelera procesos que ya estaban en marcha, pero no ha modificado nada. Podemos hablar de cambios en los hábitos de viajeros, pero esos no se producen con la irrupción de la Covid, si no que ya se venían arrastrando en los últimos años. La función de estos negocios, basadas en un modelo transaccional, se ha quedado obsoleta", precisa el experto en tendencias turísticas, Fernando Gallardo.

A su juicio, este tipo de empresas tal y como se conocen en la actualidad están llamadas a "pensar en digital" si no quieren desaparecer. Pone como ejemplo lo sucedido con las sucursales bancarias desde el inicio de la crisis financiera de 2008, con un cierre de oficinas que supera el 54%. "Están realizando una función que no requiere un metro cuadrado de local comercial. Hacen falta agencias de viajes, pero de manera residual, para socorrer" a determinados colectivos, apunta. Frente a esta situación, Méndez destaca el "tremendo" esfuerzo que están haciendo para adoptar las nuevas tecnologías, aunque esto no se producirá hasta que no consigan sanear su balance, que "es más prioritario".

Antes de la llegada del coronavirus, en España existían alrededor de 9.500 establecimientos de este tipo, asociados en su mayoría a cadenas o grupos de gestión, que empleaban a unas 70.000 personas. A ello se añade su alto grado de atomización, que cambiará por completo tras el paso de la Covid-19. Desde el sector avisan de que esta crisis arrasará con el 20% de las oficinas existentes en el momento actual, lo que dará lugar a un segmento más especializado y en el que los procesos de concentración serán la tónica dominante.

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