Endesa avanza en su objetivo de reforzar su presencia en el mercado ibérico de generación renovable, sobre todo en España, al tiempo que ha puesto el foco en la digitalización de su red de distribución, mejorar la calidad del servicio y la transformación de procesos y sistemas. La eléctrica mantiene así compromisos de adquisición de bienes de inmovilizado material por importe de 1.352 millones de euros, lo que supone un incremento del 23% en comparación con el cierre de 2022.
Según recoge su informe financiero semestral, las inversiones se materializarán fundamentalmente en los próximos 12 meses, a contar desde el comienzo del segundo semestre de este año. En concreto, 648 millones de euros irán a parar a inversiones relativas a instalaciones de producción renovable y se quedarán en su mayoría en territorio español. Por su parte, destinará 290 millones al área de comercialización, donde agrupa gastos en publicidad o el desarrollo de proyectos para terceros, como puede ser la instalación de placas solares a través su filial de servicios energéticos Endesa X.
Asimismo, ha reservado 412 millones de euros para el negocio de la distribución, que solo opera en España. Según la propia empresa, dicha cantidad servirá para la extensión o mejora de la red, con el foco centrado en la digitalización, el refuerzo e incremento de la resiliencia de los activos, la mejora de la calidad de servicio y la transformación de procesos y sistemas. "La digitalización y automatización de la red es así un elemento indispensable para asegurar que los consumidores y productores actuales y futuros puedan acceder a la electricidad y para que lo hagan cada vez con un suministro de mayor calidad y con menos interrupciones", señalan desde Endesa.
Gestión de los nuevos usos energéticos
De este modo, una de las prioridades para la compañía es el desarrollo de las redes inteligentes, las 'smarts grids', para gestionar los nuevos usos energéticos como la generación distribuida, el autoconsumo o la movilidad eléctrica. Estas aumentan el nivel de fiabilidad y calidad en el suministro. Por ejemplo, cuando hay una avería pueden detectar y aislar el problema, contribuyendo a que la recuperación de la electricidad sea rápida y se devuelva a los servicios de emergencia en primer lugar.
Los dos millones que faltan para completar el monto total corresponden a Estructura, Servicios y Ajustes. Estos más de 1.300 millones de euros se encuadran en el marco de su plan estratégico 2023-2025, que presentó en noviembre del año pasado y se espera que actualice en el mismo mes del curso actual. La eléctrica que dirige José Bogas elevó un 15% la inversión frente al plan anterior 2022-2024, hasta los 8.600 millones de euros. Su misión es conquistar una potencia instala 'verde' de 13.900 MW, en comparación con los 9.500 MW que ronda actualmente. Tan solo para esta partida destinará 4.300 millones de euros, es decir, la mitad del plan.
La nueva potencia renovable que se sumará al 'mix' energético de la compañía crece así un 10%, hasta 4.400 MW. De ellos, el 68% será solar y el resto, eólica. Según la empresa, el 91% del parque de generación peninsular quedará así libre de emisiones a cierre de 2025 (72% al cierre de 2022). Este crecimiento en renovables se sustenta en una cartera de proyectos de unos 85 gigavatios (GW), de los que 14 GW están en un estado de tramitación administrativa madura y algo más de 1.000 MW están ya en ejecución. El 58% de la cartera es solar, el 16% eólica y otro 20% corresponde a proyectos de almacenamiento con baterías, tecnología que se incorpora como novedad respecto al plan anterior.
Por otro lado, 2.600 millones irán para la digitalización de la red, al tiempo que prevé multiplicar por cinco los puntos de recarga para vehículos eléctricos en el periodo, llegando a un total de 66.000. Y como anunciara su matriz, casi toda la energía a precio fijo que vendan, en un 95%, deberá proceder de orígenes 'verdes', es decir, de fuentes no emisoras de contaminación.
Venta de una parte de su negocio del gas
Endesa continúa estudiando una posible desinversión de la parte 'B2B' de su negocio del gas. Esto es el suministro de gas a grandes clientes industriales y empresariales. La operación fue anunciada por su matriz, Enel, en noviembre del año pasado, pero no se han producido muchos avances desde entonces. La empresa maneja una cartera de suministro de 6.000 millones de metros cúbicos (bcm) en la península ibérica y planea deshacerse de dos bcm.
La compañía cerró el primer semestre ratificando los principales objetivos financieros para el ejercicio: 4.400-4.700 millones de ebitda (resultado bruto de explotación), 1.400-1.500 millones de resultado ordinario neto y un dividendo por acción en el entorno de 1 euro, tras ganar 879 millones. La cifra es un 4% inferior a la del mismo periodo del año anterior, aunque la empresa precisó que descontando extraordinarios, el beneficio neto creció un 20%. Esta magnitud -el resultado ordinario- es sobre la que la compañía calcula el dividendo a repartir, que espera que crezca a 1,2 euros con cargo a los resultados de 2024, con Enel como el principal beneficiario (controla un 70% de la española).
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