A muchos directivos del Ibex les tocaba este año someterse a la votación de la junta para seguir al frente de sus respectivas compañías y, entre ellos, destacan los de las energéticas. Ignacio Sánchez Galán es uno de los ejemplos más claros y el salamantino continuará como presidente de Iberdrola hasta 2027, acumulando a sus espaldas más de dos décadas en el cargo.
Desembarcó en la eléctrica en 2001 como vicepresidente ejecutivo y consejero delegado y, desde 2006, ha ocupado los cargos de presidente y consejero delegado. Uno de los 'proxys' más grandes del mundo como es International Shareholder Services (ISS) recomendó a los tres fondos que controlan la eléctrica que rechazaran la continuidad de Sánchez Galán en ambos cargos en la junta de accionistas de 2022.
Tras su plena desimputación en el 'caso Villarejo' y después de que se le haya criticado la concentración de poder, a finales del octubre del año pasado el consejo de administración de Iberdrola acordó separar los cargos de presidente ejecutivo y de consejero delegado, cargo para el que se nombró a Armando Martínez. El asesor de voto español Corporance también se viene oponiendo a su remuneración, de 13,06 millones de euros en 2022.
Lo mismo ocurre con el presidente de Repsol, Antonio Brufau, que seguirá por otros cuatro años pese a que en 2019 anunció su intención de retirarse este mismo 2023. Es consejero de Repsol desde 1996 y ocupa la presidencia desde 2004, por lo que al igual que Sánchez Galán acumulará más de dos décadas en el cargo. En 2015 traspasó todas las funciones ejecutivas a Josu Jon Imaz, quien también será renovado como consejero delegado. El directivo de Mollerusa ha cumplido ya los 75 años y con esta nueva reelección estaría como presidente de la petrolera hasta los 79 años.
Brufau recorta el sueldo
Cuando delegó poderes hace ya 18 años, renunció a una compensación por blindaje y por no competencia de 14,25 millones de euros, que le correspondían por la finalización de dichas labores ejecutivas. Así, se acordó que percibiese un salario fijo, sin variables por resultados operativos, por un total de 2,5 millones de euros. Esta nueva reelección como presidente no ejecutivo de Brufau irá acompañada de un recorte de la mitad de su salario fijo, hasta los 1,25 millones de euros.
Por su parte, Imaz entró a formar parte de Repsol como presidente de su filial Petronor en 2008 y cuatro años más tarde se incorporó al comité de dirección de Repsol como director general del Área Industrial y Nuevas Energías. También fue vicepresidente de Gas Natural SDG, desde septiembre de 2016 hasta febrero de 2018. Ejerce como consejero delegado desde abril de 2014.
La continuidad de Brufau e Imaz, que entre los dos se embolsaron 6,94 millones de euros, se produce en el mejor momento de la compañía y en plena apuesta por las energías renovables. En 2022, superó todas las previsiones y se anotó un beneficio neto de 4.251 millones de euros, lo que supone un incremento del 70% en comparación con el ejercicio precedente. El resultado solo está por detrás del que registró en 2010 (4.693 millones con extraordinarios).
En Naturgy ocurre lo mismo. Francisco Reynés, único consejero ejecutivo de la gasista, es presidente desde febrero de 2018 y en la junta que la compañía celebró a finales de marzo salió reelegido por otros cuatro años. Llegó a la empresa cuando todavía se llamaba Gas Natural Fenosa y estaba Isidro Fainé al frente. Fue él mismo quien manifestó su deseo de seguir en el cargo durante la presentación de los resultados de 2022. Uno de sus principales objetivos es culminar Géminis, el proyecto para dividir la gasista en dos y separar los negocios liberalizados y regulados. Ahora queda por ver si la crisis energética le deja. La escisión se suspendió tras la invasión de Rusia a Ucrania.
De su lado, en Endesa, Juan Sánchez Calero fue el elegido (en 2019) para ocupar la vacante en la presidencia que dejó por Borja Prado. Este llegó sin funciones ejecutivas y su sueldo estaría lejos de las cantidades que cobraba su antecesor, que en su último año obtuvo una retribución total de 13,61 millones de euros. Pese a los cambios en la cúpula de Enel, matriz de Endesa con el 70% del Capital, el propio Sánchez-Calero ha dicho que espera, en principio, que haya ningún cambio en la de eléctrica española ni en su estrategia empresarial.
José Bogas fue nombrado consejero delegado en 2014 y renovado en la junta del curso pasado hasta 2026.Ha desempeñado cargos como el de director general de España y Portugal (2004-2014), director general del Negocio Eléctrico (1998-2004), director general de Endesa y director general de Generación (1997-1998), director de Control y Gestión de Energía (1988-1997), director Adjunto de Control y Gestión de Energía (1988), jefe Departamento de Relaciones Comerciales (1984-1986) y jefe sección de Estudios de Mercado en el Departamento de Planificación (1982-1984).
Por otro lado, Antonio Llardén es presidente de Enagás, operador del sistema gasista español, desde 2007. No obstante, el año pasado cedió todas las funciones ejecutivas a Arturo Gonzalo Aizpiri, quien sustituyó como consejero delegado (figura que creó la empresa en 2012) a Marcelino Oreja. Gonzalo Aizpiri formaba parte del equipo de Repsol desde 1990 y cuenta con el respaldo de la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera. Es Estado controla el 5% de Enagás a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI).
Red Eléctrica
La exministra de Vivienda Beatriz Corredor llegó a la presidenta de Redeia (ante Red Eléctrica) a principios de 2020 tras la dimisión de Jordi Sevilla.. Roberto García Merino es consejero delegado (con funciones ejecutivas) desde 2019. En el grupo desde 2004, ocupó anteriormente cargos como el de director corporativo de Diversificación de Negocio y director ejecutivo de Telecomunicaciones e Internacional. En Cepsa, Maarten Wetselaar llegó a las oficinas de la petrolera el año pasado para liderar la mayor transformación de la historia de compañía. El directivo neerlandés toma los mandos de la compañía para desarrollar su nueva estrategia de 'verde', a través de la cual pretende aumentar su peso en energías renovables y acelerar su descarbonización.
De su lado, Rafael Mateo Alcalá se incorporó al grupo Acciona en 2010 como director general de su división energética y, en abril de 2013, se convirtió en su director ejecutivo y posteriormente, en 2021, fue nombrado consejero delegado de Acciona Energía.
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