Lo valora en 619 millones

Magyar Vagon lanza una opa sobre Talgo con el respaldo del Gobierno de Orban

Desde los ministerios de Industria y Transportes se va a mirar con lupa la operación por considerar que se centra de un sector estratégico y las sospechas que han generado los supuestos lazos de la empresa con la banca rusa. 

Tren Talgo 250
El grupo húngaro Magyar Vagon lanza una opa por Talgo pese al rechazo el Gobierno.
Talgo

El grupo grupo inversor húngaro Magyar Vagon ha lanzado una opa sobre el total del capital de la española Talgo a 5 euros por acción, un 13% por encima de su cierre en bolsa este jueves, lo que supone valorar la empresa en 619 millones de euros. La operación se lanza a través del consorcio Ganz-Mavag Europe, una sociedad húngara público-privada controlada conjuntamente por Ganz-MaVag Holding Kft, que tiene el 55% de las acciones, y Corvinus Zrt, con el 45% restante

De los dos socios detrás del vehículo que se va a usar para el lanzamiento de una opa sobre Talgo, el primero es privado y el segundo público, controlado por el Gobierno de Viktor Orban. En concreto, Ganz-Mavag Holding Kft está participada al 100% por Magyar Vagon Befektetési Vagyonkezelő Zrt, mientras que Corvinus es una sociedad propiedad del Estado húngaro y controlada por el Ministerio de Economía.

Fuentes cercanas a la operación aseguran que la participación del grupo público se explica por la necesidad de apuntalar la financiación total en el caso de que la llegue a aceptar el 100% de los accionistas, cosa que parece poco probable, si bien en todo el entramado de sociedades húngaras que están detrás de la operación con Magyar Vagon aparecen vínculos directos con el Gobierno húngaro

El documento enviado a la CNMV revela la identidad del dueño de Magyar Vagon, que no es otro que el fondo de capital riesgo Solva II Magántőkealap, un vehículo de inversiones cuyo mayor partícipe o inversor ancla -con más del 50%- es Csaba Törő, director general de la empresa ferroviaria húngara. A su vez, este directivo está vinculado al magnate Zsolt Hernádi, presidente y principal accionista de la la petrolera MOL Hungarian Oil and Gas, que también está participada por la Fundación Corvinus que controla Orban, además de ING y Unicredit. Según el grupo húngaro, el Estado no tiene ninguna participación en ese segundo vehículo.

Condiciones de la oferta amistosa

La opa está condicionada a que se logre una aceptación del 51% del capital social de Talgo, si bien en la oferta se aclara que existe un acuerdo previo, alcanzado en diciembre de 2022 (un año antes de conocerse las intenciones del grupo húngaro) con el fondo Trilantic para llevar a cabo la operación, que controla el 40% de los títulos. "Este acuerdo de confidencialidad fue suscrito para proteger cualquier información confidencial intercambiada por las partes a los efectos de analizar una posible operación consistente en una oferta pública de adquisición por el 100% del capital social de la Sociedad Afectada", señala la comunicación enviada a la CNMV.

No obstante, el consejo de administración de Talgo ha confirmado por unanimidad que la oferta es amistosa y que la contraprestación ofrecida es atractiva para los accionistas de Talgo, expresando una opinión preliminar favorable sobre dicho precio. De la misma manera, los consejeros dominicales representantes de Pegaso Transportation International S.C.A. -que está controlado por Trilantic- han expresado al consejo de administración de Talgo la intención de aceptar la Oferta con la totalidad de su participación.

Guerra con el Gobierno español

Casi un mes después de anunciar sus intenciones, truncadas por la negociación de la deuda pendiente con la banca acreedora de la ferroviaria, los inversores húngaros han materializado su oferta pese a la oposición declarada del Gobierno español, que considera que Talgo es una compañía estratégica y, en palabras del ministro de Transportes, Óscar Puente, se deber hacer “todo lo posible” para evitar que llegue a manos de los húngaros.

Las razones del ejecutivo español para oponerse a la operación pasan tanto por el control de una parte importante del mercado de fabricantes de trenes de alta velocidad que ostenta la histórica empresa vasca, como por las dudas sobre el origen del capital de los inversores húngaros, en otros tiempos relacionados con la banca rusa. Las penalizaciones internacionales a operar con empresas que puedan mantener alguna relación con el sector financiero ruso han pesado sobre la operación desde el primer día.

Desde que este periódico adelantó el pasado noviembre los planes del 'holding' magiar para hacerse con la histórica constructora ferroviaria española, el Gobierno ha puesto el foco en preservar el peso estratégico que tiene el grupo vasco en el mercado de fabricación y mantenimiento de trenes ligeros de alta velocidad. Según fuentes del mercado cercanas a la compañía consultadas por este medio, si recopilamos todos los trenes que superan los 250 kilómetros por hora y todos los operadores que compiten en la explotación comercial en la actualidad, Talgo sostiene una cuota de mercado cercana al 35%.

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