85.000 empleos directos

La noria deja de girar en los parques de atracciones: 75% menos de facturación

El sector, que genera 2.000 millones de euros anuales, trata de sobreponerse al 'frenazo' originado por la pandemia adecuando su estrategia de publicidad al turismo nacional.

Tibidabo Barcelona
La noria deja de girar en los parques de atracciones: 75% menos de facturación.
pixabay

En el verano de 2020, el tren de la bruja da miedo de verdad. En especial, por poner un ejemplo, el del parque de atracciones valenciano Terra Mítica, en cuyo caso sería más propio hablar del 'Laberinto del Minotauro'. El estado de alarma impidió que el parque pudiera realizar la revisión de sus atracciones a tiempo y, una vez el gobierno permitió la apertura de ese tipo de complejos, la empresa se vio obligada posponerla hasta 2021. Por eso el 'Laberinto del Minotauro' da más miedo que nunca; porque está desierto. Algo muy similar sucede en el resto de parques de atracciones españoles. El parque Warner (de Madrid), Isla Mágica (en Sevilla), Port Aventura (en Tarragona), el Tibidabo (en Barcelona) o el malagueño Tivoli sufren la falta de turistas, el miedo al contagio y las estrecheces económicas. La Asociación Española de Parques de Atracciones (AEPA) estima que la facturación del año 2020 ha caído hasta un 75% con respecto a la cosechada en 2019. 

Si bien Terra Mítica no ha llegado a abrir sus puertas este verano, el resto de los parques sí lo ha hecho, aunque la afluencia de visitantes no es ni de lejos la de otras temporadas estivales. En el Tivoli de Málaga, fundado hace casi 50 años (1972) en Benalmádena (Costa del Sol), no se ha superado el 42% de clientes con respecto al 2019. Además, tercia José Luis Guzmán, director del parque, "tenemos previsto cerrar en septiembre en vez de en octubre". Como él mismo explica, no les queda otra que funcionar "al ritmo del virus". Un poco más al norte de Andalucía, en el sevillano Isla Mágica, restringieron su aforo al 50% (el mismo que el Parque Warner de Madrid) con tal de que se pudieran garantizar las medidas de seguridad. En su caso, abrieron las instalaciones el 4 de julio —ya bien entrado el verano— y para asegurar el cumplimiento del distanciamiento social han optado por comercializar sus entradas con fecha cerrada. Cuanto menos se deje al azar, mucho mejor.

José Luis Guzmán, director del Tivoli: "Este año no nos queda otra que funcionar y planificar al ritmo del virus"

Por su parte, Port Aventura, el parque más concurrido del país con récord en 5 millones de visitantes en 2018 (y una facturación de unos 230 millones de euros), ha sido incluso más restrictivo que los anteriores al imponer un aforo máximo del 30% de la capacidad total, aproximadamente el mismo por el que se decantó el Tibidabo (Barcelona), cuyos empleados tuvieron que afrontar un ERTE durante el estado de alarma. Las crónicas del primer fin de semana de apertura del histórico parque barcelonés hablaban, a principios del mes de Julio, de la buena acogida del público. Es un dato particularmente curioso, sobre todo teniendo en cuenta que el complejo no dispone de una zona de ocio acuático como sí que la tiene, por ejemplo, Isla Mágica. Fuentes de la empresa sevillana aseguran a La Información que "en la zona de agua estamos completando cada día el aforo" a pesar del coronavirus. 

85.000 empleos y 2.000 millones al año

Un tiovivo, algodón de azúcar (o manzana de caramelo, eso va a gustos), un niño montado a hombros de su padre —o de su madre—, luces, música de Alicia en el País de las Maravillas, palomitas y magia. Esa fotografía genera en España 2.000 millones de euros anuales, además de 85.000 puestos de trabajo. Son cifras de la AEPA, cuyo presidente, Guillermo Cruz, declaró que el sector precisa "todo el apoyo posible por parte de las administraciones para no perder más de la mitad de sus 85.000 empleos directos". También insiste en que los empresarios han hecho un verdadero esfuerzo para adaptar sus instalaciones a las exigencias del virus y que, gracias a ello, "los parques de ocio están preparados para acoger a los turistas en condiciones de salud y seguridad". Casi a modo de eslogan, Cruz señala que "la seguridad es compatible con la diversión", habida cuenta de que "en los parques se han implementado medidas eficaces". 

el dato

  • Los parques de ocio generan en España 2.000 millones de euros al año y 85.000 puestos de trabajo.

Cuando el presidente de AEPA habla de "parques de ocio" y no de parques de atracciones es porque son dos cosas distintas. En la denominación más amplia encajan también los parques acuáticos y los temáticos, que, a pesar de no ser lo mismo, sí que se rigen por lógicas parecidas. Con tal de aterrizar el concepto, este digital ha hablado con José María Rodríguez, director de Oasys MiniHollywood, un complejo temático en el que se puede vivir una experiencia al más puro estilo western. Ubicado en el Desierto de Tabernas (Almería), el grupo Senator Hotel & Resort aprovechó el escenario de la archiconocida 'Trilogía del Dólar' de Sergio Leone ('Por un puñado de dólares', 'La muerte tenía un precio' y 'El bueno, el feo y el malo') para montar allí el parque. "Aunque además de la zona western también tenemos una parte de piscinas e incluso una reserva con animales", lamenta Rodríguez, "estamos ingresando sobre un 30% en comparación con el año pasado". Viven una situación, por tanto, muy similar al resto del sector.

Consagrados (también ellos) al turista nacional

Volviendo al algodón de azúcar... Este año es cosa de los niños y niñas (casi exclusivamente) españoles. Por poner el que quizás sea el ejemplo más paradigmático, en el Tivoli de la Costa del Sol, donde año tras año el 80% del publico es extranjero, este curso la afluencia es de prácticamente al 100% nacional. El vuelco es mayúsculo: no hay turista foráneo y los parques, en boca del director del parque malagueño José Luis Guzmán, se ven obligados a adecuar su oferta al público español. Esto es: promociones que otro año serían impensables en temporada alta, ofertas 'ad hoc' para los domingueros, publicidad en castellano y todo un sinfín de estrategias que puedan salvar los muebles en el verano más complicado. En su parque, por cierto, "no se ha prescindido de ninguno de los 160 empleados". "Si hay 30 estaciones", asevera, "tiene que haber responsables en todas ellas". Guzmán —y como él muchos colegas— tiene claro que no es posible recortar la plantilla si se quiere asegurar el buen funcionamiento de las instalaciones.

Consciente de la importancia del sector turístico, el Gobierno ha tratado de "proteger a las empresas y trabajadores con medidas como la flexibilización de los ERTEs y las líneas de avales ICO", traslada la AEPA en un comunicado. Por otra parte, ha contribuido con su reactivación por medio de un plan dotado "de más de 4.200 millones de euros" en el que, por supuesto, entran también los parques de atracciones, acuáticos y temáticos; que cerrarán sus puertas, en su mayoría, en los meses de septiembre y octubre, especialmente los ubicados en regiones del litoral. Como para el resto del negocio turístico, el del 2020 es un verano para olvidar, aunque en su caso concreto no se han anunciado cierres definitivos. Será cosa de la magia, o quizás de la voluntad y el esfuerzo de propietarios, trabajadores e instituciones. Quién sabe. El caso es que el tren de la bruja seguirá aterrorizando, Barcelona se verá desde lo alto de la Atalaya del Tibidabo y el Tivoli se volverá a llenar de alemanes. Eso sí, la recuperación no llegará al ritmo de la música del 'Ratón Vacilón', sino que, tal y como desliza José Luis Guzmán, lo hará "al ritmo del virus". 

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