Solo vota a favor su partido

Abascal vuelve a su escaño: rechazo unánime a la moción de censura de Vox

El debate se salda con un enfrentamiento abierto en la derecha y un acercamiento de posturas entre el Gobierno de coalición y sus socios de investidura de cara a los Presupuestos.

Santiago Abascal, durante la moción de censura
Santiago Abascal, durante la moción de censura
EFE

El protagonismo que aspiraba tener Santiago Abascal en el debate de la moción de censura de Vox contra el Gobierno de coalición no ha surtido efecto. Y no solo porque esta haya fracasado. Todos los partidos han rechazado que el líder del partido de extrema derecha se convierta en presidente, con el voto negativo incluso de aquellos que compartían el fondo de la propuesta. Pero lo más problemático para Abascal y los suyos es que otros líderes les han arrebatado ese foco al que aspiraban. Primero, Pablo Casado, con su discurso de ruptura con el partido que le permite gobernar hasta en tres comunidades autónomas. Después lo ha hecho Pedro Sánchez, que tras asistir al giro de los 'populares' ha anunciado que está dispuesto a retirar su reforma del CGPJ si así consigue retomar la negociación con Casado para renovar el órgano de gobierno de los jueces. 

En total, 298 votos en contra frente a los 52 de respaldo a Abascal de su propio grupo parlamentario. Un auténtico 'cordón sanitario' que, además, implica que el candidato haya sido el menos apoyado en comparación con las otras cuatro mociones presentadas a lo largo de la historia. Lo que ha mostrado esa "soledad" del líder de Vox a la que han aludido el resto de líderes destacados, ya que además de Sánchez también se ha referido a ello Pablo Iglesias. Una circunstancia que el candidato a la presidencia ha admitido, y ante la que ha dicho que "mejor solos que mal acompañados". Aun así, ha admitido que se ha quedado "perplejo" con la postura que ha adoptado el PP. 

Abascal ni siquiera ha contado con el respaldo simbólico de la diputada del PP Cayetana Álvarez de Toledo. Aunque esta reclamó a su partido en un vídeo de su canal de YouTube que se decantara por la abstención, la exportavoz parlamentaria de los 'populares' no ha roto la disciplina de voto y ha seguido la línea marcada por su líder. Tampoco lo han hecho los parlamentarios de Foro Asturias y UPN, que se mostraron favorables a la crítica contra el Ejecutivo de PSOE y Unidas Podemos que suponía la moción. Pero los portavoces de ambos grupos, Isidro Martínez Oblanca y Carlos García Adanero, descartaron dar su 'sí'. 

Con lo ocurrido en estas dos sesiones en el Congreso, la aspiración de Vox de acabar con el Gobierno de coalición está aún más lejos que antes de la moción. Este debate ha servido para que PSOE y Unidas Podemos hayan logrado volver a la senda de los pactos con sus socios de investidura. Algo que se plasmó en un manifiesto conjunto en el que denunciaban las formas de la "extrema derecha" y en el que se comprometían a pedir amparo a la Mesa de la cámara cuando se produjeran actitudes machistas o xenófobas por parte de la bancada de Abascal. La novedad es que el Ejecutivo ha podido sumar un nuevo aliado más, ya que Junts per Catalunya también se sumó a estas reclamaciones. Y lo hace semanas después de la ruptura de la formación provocada por la solicitud de baja del expresident catalán Carles Puigdemont. 

Pero que se haya propiciado ese reencuentro de Sánchez e Iglesias con ERC, PNV, BNG o Compromís no ha sido la peor noticia para Abascal. Lo ocurrido durante la segunda jornada del jueves ha sorprendido a todos. Quien ha dado el primer golpe al candidato a presidente ha sido Pablo Casado, con un discurso que no ha dejado indiferente a nadie en la cámara. Un rapapolvo al líder de Vox en el que le ha asegurado que no está "capacitado para dirigir la cuarta economía del euro". Y que ha llamado la atención por haber proferido varias alusiones personales contra este, como las de que "tiene cargo público desde el colegio" o que presenta la moción "contra el partido que le dio trabajo durante 15 años".

Esta apuesta de Casado de contrarrestar con numerosos argumentos a Vox ha continuado la línea que comenzó el miércoles Pedro Sánchez. Además de quitarle toda la atención con la oferta sobre el CGPJ, el presidente no solo hizo reproches a Abascal. También buscó desmontar las propuestas y las acusaciones que este lanzó durante las intervenciones en la que defendía su candidatura. Lo mismo ha hecho el presidente del PP, pero en su caso arriesgando mucho más, ya que su partido gobierna en coalición con Ciudadanos en Andalucía, Madrid y Murcia con el apoyo externo de la extrema derecha. Una maniobra atrevida sobre el papel, pero ante la que Abascal no se ha mostrado tan ofendido como para retirarle su apoyo en las tres comunidades.

Tras este debate que acaba con toda aspiración de un Abascal que tendrá que centrarse de nuevo en escaño, ahora la actividad parlamentaria la centrará el Gobierno de coalición. Además de encargarse de la gestión de la pandemia de coronavirus y del millón de positivos confirmados, Moncloa ya ha activado las negociaciones de los Presupuestos Generales. Las cuentas se remitirán al Congreso en breve. Eso es lo que determinará si Sánchez e Iglesias han logrado reunir de nuevo a una mayoría para contrarrestar a Vox y continuar toda la legislatura. 

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