Estrategia a largo plazo

De los indultos al Ibex 35: los nuevos pesos pesados de la conexión catalana

Indra, AENA, Hispasat, Renfe, Enagás... Los nombres vinculados al PSC se hacen fuertes en las empresas públicas en torno a Salvador Illa para resucitar el poder económico catalanista sin romper con el Estado.

Montaje presidentes empresas PSC
De los indultos al Ibex 35: los nuevos pesos pesados de la conexión catalana.
L. I.

La polémica por los indultos que Moncloa prepara para los presos del ‘procés’ y el terremoto político que puede generar tiene también importantes derivadas económicas a medio y largo plazo que se concentran en las bambalinas del socialismo catalán, donde Salvador Illa y su gran aliado en el Ministerio de Industria, Raül Blanco, están formando un grupo de hombres fuertes al frente de las empresas estratégicas del Estado que pueden ser la base del despegue económico catalán, de la mano de Madrid y Barcelona a la vez. El último aterrizaje de Marc Murtra en Indra, por más ‘fallido’ que sea, no es una casualidad después de la llegada del exalcalde de la Ciudad Condal, Jordi Hereu, a Hispasat, el pasado mes de septiembre y el liderazgo de Maurici Lucena en AENA, un quinteto que opera en el entorno de Illa y que viene a reforzar la apuesta del PSC por la resurrección de un poder económico catalanista sin romper lazos con el Estado, que está a la espera de que la alianza entre ERC y JxCAT les deje paso.

Una vez conformado el nuevo Gobierno soberanista catalán, el escollo a solventar en los dos próximos meses son los indultos a los presos del 1-O, una decisión unilateral del Gobierno contraria a los planteamientos del Tribunal Supremo, que desde el entorno de Pedro Sánchez se ve como “imprescindible” si se quiere garantizar la gobernabilidad de España con los nacionalistas vascos (PNV) y catalanes (ERC), por un lado, y el reparto de los fondos europeos en los dos próximos años, por otro. El propio Salvador Illa defendía los indultos este viernes para abrir una nueva etapa en Cataluña y "huir de planteamientos revanchistas", respetando siempre el estado de derecho. Pese a ello, dentro del propio PSOE son conscientes del tremendo coste político que puede tener dejar libres a unos líderes políticos independentistas que están dispuestos a volver a hacer lo mismo por lo que entraron a la cárcel en cuanto salgan de ella.

Pendientes de si esa solución política servirá para apaciguar los ánimos secesionistas catalanes y abrir una mesa de diálogo útil, desde el entorno de Salvador Illa se ratifica que su apuesta económica por Cataluña es a largo plazo y ha venido para quedarse y llegar a la Generalitat en cuanto le dejen un hueco por el que adelantarse. Incluso el criticado nombramiento de Marc Murtra ‘solo’ como presidente representativo de Indra no se ve tan mal como puede parecer si se enmarca en esa apuesta a largo plazo. Hubo voces en el entorno del socialismo catalán que apostaban por ‘colocarle’ primero como consejero durante un tiempo, hasta que cogiera las tablas suficientes como para liderar una empresa controlada por el Estado sobre la que se tienen puestas muchas expectativas.

Fuentes empresariales conocedoras de ese proceso aseguran que, pese al contrapeso que para Murtra pueden suponer ahora dos ejecutivos como Ignacio Mataix y Cristina Ruiz, el proyecto de recuperar ITP de manos de Rolls Royce y conformar un ‘hub’ tecnológico en la industria europea de defensa, al que se pueden unir otras firmas también vascas como Aernnova, supone un planteamiento cuyos beneficios pueden demostrar el gran potencial conjunto que tienen el País Vasco y Cataluña para sustentar su modelo económico y de desarrollo social.

El aliado perfecto para el desarrollo de un sector aeroespacial competitivo en España está servido en el entorno de Hispasat, la empresa de satélites española que desde finales del año pasado está liderada por otro de los aliados clásicos del PSC, Jordi Hereu. El que fuera alcalde de Barcelona entre 2006 y 2011 lleva desde entonces vinculado al sector privado y con proyectos centrados en el desarrollo tecnológico e industrial, muy cerca de Illa, Blanco y Murtra, al acecho de alianza ERC y JxCAT. Una vez en el entorno de Red Eléctrica, la compañía tiene previsto invertir a corto plazo 600 millones en mejorar la conectividad rural y amplificar la transmisión de vídeo vía satélite, dos ámbitos con alto impacto social.

Aeropuerto, ferrocarriles y gas

En ese liderazgo catalán de las empresas públicas va a jugar un papel importante el reparto que se haga de los nuevos fondos europeos, centrados en la digitalización y la transición ecológica, pero con proyectos concretos que pueden ser clave para sectores como la automoción, los bienes de equipo o el desarrollo de las infraestructuras, que siempre fueron claves en Cataluña, antes del impacto del 1-O en su economía. Se prevé un montante de hasta 30.000 millones de la UE solo para los planes catalanes. en ese contexto, el desarrollo de la nueva pista del aeropuerto de El Prat y la apertura que supone a nuevas rutas internacionales, con Maurici Lucena en AENA, será otra de las claves del poder económico del socialismo catalán engarzado con Madrid.

De la misma manera, no hay que olvidar que otros dos catalanes de peso llevan tiempo vinculados al Ejecutivo socialista en dos empresas que serán estratégicas para aprovechar los fondos europeos y las inversiones que van a generar: Isaías Táboas en Renfe, pendiente del desarrollo de las Cercanías en Cataluña y de la liberalización del transporte ferroviario; y Antonio Llardén, presidente de Enagás, uno de los hombres clave para todos los cambios que se avecinan hacia las energías renovables, sobre todo en el desarrollo de proyectos en torno al nuevo ‘gas verde’ obtenido a partir de fuentes de energía limpias.

Todo ese engranaje empresarial que tiene a Illa como denominador común se conjuga con su idea de desarrollar al máximo el autogobierno en Cataluña, algo para lo que necesita que se abra una nueva etapa de diálogo, que sería más complicada de alcanzar sin resolver la cuestión de los indultos. El reto estará en demostrar a los catalanes moderados que se puede avanzar en materia económica, social y soberanista sin tener que romper con el Estado ni llegar a una independencia, que no cabría en Europa y echaría por tierra todo el progreso catalán y su papel como motor económico. Un aliado en todo ese proceso será su propio antecesor en el cargo, Miquel Iceta, encargado ahora de componer la política territorial del Estado y hacerla coincidir con la nueva financiación autonómica. 

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