Por supuesto espionaje

Rato, fuera de caso Villarejo: el juez no le ve víctima de los encargos del BBVA

Aunque ganó una batalla judicial al policía por acusarle de "trincar" sobres en 'B', ahora no logra ser reconocido como perjudicado por sus espionajes.

Efe
Rato se sumó a la larga lista de perjudicados por el primer espionaje de Villarejo a BBVA.
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Rodrigo Rato queda fuera del caso Villarejo. El magistrado Manuel García Castellón ha declinado su petición de personarse como víctima de los espionajes que llevó a cabo desde el Grupo Cenyt pese a que el que fuera vicepresidente del Ejecutivo solicitó a la Audiencia Nacional que le incluyera entre el grueso número de afectados que integran este procedimiento. En concreto, el también economista expuso que, a tenor de unas informaciones publicadas en prensa, resultó perjudicado por unas escuchas ilegales en relación al encargo que el BBVA efectuó al espía en el año 2004 relativo al proyecto Trampa. 

Se refirió el que fuera director gerente del FMI del primer trabajo formal que el policía ya jubilado llevó a cabo para la entidad y que tenía como fin evitar que Sacyr asaltara el capital de BBVA ante las sospechas de que se preparaba este movimiento en connivencia con el Gobierno de entonces. En el marco de este trabajo, Villarejo espió de cerca a importantes políticos, empresarios y banqueros, entre los que estarían el propio Rato. Por ese motivo solicitó a la Audiencia Nacional que le tuviera por personado en esta pieza novena de la macrocausa Tándem en la que también figuran como perjudicados el que fuera presidente de Sacyr, Luis del Rivero; el exministro de Industria Miguel Sebastián, el exvicepresidente de la CNMV Carlos Arenillas o los exaltos cargos del BBVA José Domingo Ampuero y Vicente Benedito Francés.

Sin embargo, el titular del Juzgado Central de Instrucción ha respondido de manera negativa a su solicitud, de acuerdo con un auto al que ha tenido acceso La Información. En el mismo, el magistrado explica que "no se han podido localizar las intervenciones del tráfico de llamadas" que sostiene Rato por lo que no se aprecian elementos para considerarle perjudicado en esta pieza concreta. Por ese motivo desestima su petición y le recuerda que no es el único al que cierra la puerta en este sentido ya que actuó del mismo modo ante las peticiones del sindicato Manos Limpias o de la Asociación española de Accionistas Minoritarios de Empresas Cotizadas (AEMEC).

Encuentros confidenciales

Con todo se trata de un nuevo capítulo en el enfrentamiento entre el comisario jubilado y el exalto cargo del Partido Popular después de que a finales del pasado año el también expresidente de Bankia anunciara acciones legales contra el comisario por implicarle en la trama Gürtel. En concreto, y según obra en el sumario de la pieza por el espionaje a Luis Bárcenas, Villarejo apuntó que Rato fue una de las personas que cobró sobresueldos en 'B' del Partido Popular. Así lo explicó en conversación con otros implicados en la trama asegurando incluso que fue a verle a prisión. "Si tengo al Rato inmortalizado diciéndome que el otro trincaba! Porque me han mandado para hablar con él... pues tú imagínatelo... y luego el Rato diciendo: 'yo estaba en la fila... Rajoy iba delante mía y cada uno con el sobre'", expuso

Rato contraatacó asegurando que "jamás" realizó dichas manifestaciones y que las mismas constituían una "auténtica falacia y mendacidad". Por ese motivo decidió interponer una demanda contra el policía en un juzgado de Primera Instancia número 1 de Móstoles en el marco de la cual se acordó un acto de conciliación entre las partes. El mismo se celebró hace apenas dos semanas y terminó con una victoria para el expolítico del Partido Popular puesto que la defensa de Villarejo se disculpó por el perjuicio causado y se negó a admitir que era cierto lo que recogían dichas grabaciones.

La vista, que apenas duró una hora y en la que solo se vieron las caras los abogados, terminó bien para las dos partes después de que la defensa letrada del policía entregara una misiva en la que apuntaba que dichos audios estaban manipulados. "En modo alguno reconozco el contenido de la charla por teléfono que supuestamente mantuve con un tercero respecto a dichos encuentros con el Sr. Rato puesto que, como he venido declarando en sede judicial, la mayoría de mis comunicaciones fueron intervenidas por determinados miembros del CNI y posteriormente su contenido manipulado y después filtrado", expuso en el escrito al que tuvo acceso este diario y en el que dijo que era "aventurado" dar por válidos estos audios. 

Fin del conflicto

El hecho de que dejara claro que no daba credibilidad a su contenido contentó a la defensa de Rodrigo Rato, la cual decidió no seguir adelante con las acciones legales y dejar el asunto en este punto. Con todo, en su carta, el espía que está siendo investigado en la Audiencia Nacional por supuesta organización criminal, mantuvo que sí se llegó a reunir con el político. "A petición de Presidencia mantuve diversos encuentros con el ahora afectado en mi condición de agente de inteligencia con el propósito de prestarle apoyo de toda índole e incluso jurídica, como colegiado del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid. Dichas reuniones se celebraron en el lugar que designó el Sr. Rato, que tal y como apreciar, había sido avisado en mi condición de mero mandatario", añadió el comisario jubilado.

Así pues, y aunque esta vía se cerrara, el expolítico del PP todavía tenía otro frente abierto contra Villarejo que ahora zanja el magistrado. La petición de personación que ahora se deniega se formalizó en la Audiencia Nacional el pasado mes de diciembre como consecuencia, según expuso entonces, de unas "presuntas intervenciones y escuchas telefónicas" que se habrían producido sin la perceptiva autorización judicial. El propio Villarejo, en los informes que iba trasladando al BBVA en relación al proyecto Trampa daba parte del control de tráfico de llamadas a los implicados en la operación que traía entre manos Sacyr. Según explicó, en su intención de boicotear las aspiraciones de Del Rivero no se conformó solo con tratar de evitar que los accionistas se sumaran a su proyecto sino que también hizo seguimientos y rastreos de todo tipo. 

En concreto habría interceptado más de 869 llamadas telefónicas de Sebastián, Emilio Botín, el empresario Juan Abelló, o el propio Del Rivero, el cual figura también como perjudicado en la pieza de la causa en la que se investigan los encargos de Repsol y CaixaBank. En su objetivo por reducir al que bautizó como Grupo Hostil, también llevó a cabo 75 reuniones con el Servicio de Inteligencia del Gobierno, cerca de una treintena con los servicios de inteligencia en el extranjero y 90 contactos con medios de comunicación, siempre según sus informes. Las víctimas de este asunto declararon en sede judicial este mismo mes y denunciaron un grave daño reputacional al tratarse de acciones que, tal y como sostiene Anticorrupción, serían constitutivas de delito de revelación de secretos. 

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