El interés del bono estadounidense ha tocado su nivel más alto en lo que va de año aupado por las ventas masivas de papel por parte de los inversores ante la mejora de expectativas económicas que generan el nuevo plan Biden de 2,5 billones de dólares para la reconstrucción y modernización de las infraestructuras, presentado el miércoles en Pittsburgh, y el avance en el proceso de vacunación -ya hay más de 51,32 millones de personas que están inmunizadas por completo en el país, el 15,7% de la población, de acuerdo con los últimos datos facilitados por la Universidad Johns Hopkins-.
Los inversores hunden con sus ventas el precio de los bonos y disparan su rentabilidad (se comportan en sentido inverso), de forma que la de la deuda estadounidense a 10 años ha superado el 1,74% en las últimas horas, multiplicándose casi por dos en lo que va de año. También sube la rentabilidad de la referencia a 30 años, por encima del 2,4%, si bien se mantiene por debajo del techo del ejercicio que marcó el pasado 18 de marzo en el 2,452%.
Detrás de este nuevo descenso de los precios de los bonos hay además otras razones al margen de los exitosos procesos de vacunación en EEUU y en el Reino Unido. Así, el mercado espera un repunte fuerte de la inflación, principalmente por un efecto base, ya que, en 2020, en pleno confinamiento global de la población, muchos precios de productos y servicios cayeron con fuerza, especialmente los energéticos. Además, la demanda "embalsada", el alza de los precios de las materias primas y los problemas de suministro que están sufriendo muchas industrias, también podrían disparar el precio de muchos productos en los próximos meses.
Aunque una parte de los analistas coincide con los grandes bancos centrales -con el Banco Central Europeo y la Reserva Federal- en que el repunte de la inflación será coyuntural, no todos los inversores están de acuerdo con ello, "lo que está afectando directamente al comportamiento de los bonos", tal y como apunta Juan J. Fernández-Figares, responsable de Análisis de Link Securities. El hecho de que EEUU haya pasado por muchas fases de un ciclo de tipos de interés o de mercado de bonos en un periodo muy corto de tiempo lleva a los inversores a considerar que nos encontramos en un punto crítico, sobre todo por lo avanzado que está el país en relación al resto del mundo. Este hecho por sí solo hace que el aumento de los rendimientos de los bonos del Tesoro empuje al dólar estadounidense al alza y, por tanto, endurezca las condiciones financieras en todo el globo y, en particular, para los prestatarios en dólares de los mercados emergentes.
"El mercado de los bonos del tesoro parece acercarse a un punto de transición crucial. Las ventas de este activo están siendo cada vez más impulsadas por los plazos más sensibles a la política de tipos de la Reserva Federal en la parte corta de la curva", apunta James Athey, director Senior de Inversiones de la gestora Aberdeen Standard Investments. El gestor explica que las sorpresas al alza en el crecimiento y la inflación harán que el mercado ponga a prueba la determinación de la Reserva Federal y presione la curva para que se aplane, lo que podría desestabilizar los mercados. "Si la Fed cree que puede utilizar sus palabras para evitar que esta dinámica continúe, me temo que está muy equivocada", advierte.
El nuevo golpe de efecto de Biden
El anuncio del plan de infraestructuras de EEUU se une al paquete de estímulos fiscales de 1,9 billones de dólares aprobado a principios de mes. Una movilización de recursos que ha venido apoyando el creciente optimismo sobre la recuperación económica en los próximos meses a medida que aumenta la población inmunizada contra la Covid-19. La ampliación de las ayudas fiscales y la progresiva recuperación de la demanda tanto nacional como internacional se han reflejado en los últimos datos del mercado laboral. En marzo, según la encuesta ADP, el empleo en el sector privado estadounidense creció a su mayor ritmo en el último medio año, sumando 517.000 nuevos puestos de trabajo, liderado por el repunte en las contrataciones en las empresas de ocio y hostelería.
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