¿Cambio de rumbo en las bolsas?

El dato que puede cambiar el escenario pone en alerta a Wall Street y al Ibex 35

Las bolsas reciben la publicación de datos de inflación decisivos para conocer el rumbo de la política monetaria de la Fed y el posible establecimiento de un techo a los tipos de interés.

Wall Street
Wall Street afronta la publicación de los datos de inflación.
Paula Izquierdo/ Europa Press

Pocos datos estadísticos cuentan la importancia del informe de evolución de precios de consumo que se conocerá esta tarde en EEUU. El IPC de agosto marcará el devenir de las bolsas hasta que se reúna la Reserva Federal (Fed) el 20 y 21 de septiembre para adoptar una nueva subida de los tipos de interés. La cuantía del próximo movimiento parece descontada por el mercado en los 0,75 puntos de los dos últimos cónclaves, pero lo más importante serán las pistas que deje caer el presidente del banco central, Jerome Powell, sobre los siguientes pasos a dar. 

Para las bolsas, el ciclo al alza de tipos ha supuesto un severo castigo en las valoraciones y continúa marcando el rumbo de los índices. Si nos atenemos a los últimos mensajes, la Fed comenzará a frenar el ritmo del endurecimiento monetario pero para ello necesita que los datos de inflación y empleo respalden esa postura. El más importante de ellos se ha conocido esta tarde, a las 14:30 hora española, con la publicación de la inflación de agosto. Si en julio ya se produjo una moderación de seis décimas, del 9,1% al 8,5%, las previsiones apuntaban a un movimiento similar hasta el 8,1% aunque se ha quedado en el 8,3%. Powell señaló que no se van a dejar convencer por uno o dos datos ‘buenos’ en el IPC sino que necesitarán ver una caída convincente de los precios que todavía no se ha producido.

Toda la atención se centrará en el informe del IPC del martes, pero salvo una sorpresa material a la baja, dudamos que cambie la perspectiva de otra subida de 75 puntos básicos del tipo de los fondos de la Fed en la reunión del FOMC de septiembre. Se espera que la reciente caída de los precios de las materias primas dé lugar a un dato negativo del IPC intermensual; sin embargo, creemos que el índice subyacente será similar al del mes pasado, por debajo del alarmante ritmo observado a principios de año, pero todavía incómodamente firme. Por otra parte, pensamos que las ventas minoristas de agosto confirmarán que el consumidor sigue aguantando, ya que la bajada de los precios de la energía contribuyó a apoyar el gasto en otras categorías discrecionales”, señala Allison Boxer, economista de PIMCO.

Para las bolsas, una lectura a la baja de la inflación supondrá una señal alcista sobre el próximo final de las subidas de tipos de interés. El Dow Jones llega a la cita con el IPC con una caída en 2022 del -11,5%, porcentaje de caída que se amplía al 14,3% en el caso del S&P 500, que mide de forma más general a la bolsa, y del 22% para el Nasdaq Composite, el más castigado de los tres porque las valoraciones en las empresas tecnológica y de crecimiento ha superado al resto del mercado en los últimos años. La confirmación de la entrada en recesión técnica de la economía estadounidense tras dos trimestres consecutivos de contracción ha empeorado las perspectivas de beneficios de las empresas más ligadas al crecimiento económico.

Stéphane Monier, director de inversiones de Lombard Odier, recuerda que además del IPC, la Fed monitoriza de cerca otro indicador para tomar sus decisiones de tipos debido a la tensión laboral en el país: falta mano de obra y la disponible es más cara. "El número de estadounidenses que buscan trabajo se mantiene cerca de los mínimos de los últimos cincuenta años, anteriores a la pandemia. Hasta ahora, los récords de inflación y la ralentización del crecimiento apenas habían aumentado el desempleo. La semana pasada se observaron los primeros indicios de una posible relajación del mercado laboral, una de las condiciones previas para que la Fed reduzca el ritmo de sus subidas de tipos y evite una grave recesión”, apunta.

No todos los inversores y analistas están de acuerdo con una ralentización de los precios de consumo. La guerra contra la inflación no ha terminado aunque haya una recesión en curso. "La Fed está decidida a reducir la inflación al 2%, pero la caída de los precios de las materias primas y la mejora de las cadenas de suministro no será suficiente para reducir la inflación hasta su objetivo, ya que la inflación impulsada por los servicios y la vivienda debido a la rigidez del mercado laboral sigue siendo un gran problema. Los datos económicos han comenzado a acelerarse con la caída del precio de la gasolina y estimulado un aumento de los ingresos reales, lo que ha reavivado las expectativas del mercado de una mayor inflación en el futuro", argumenta Mark Nash, responsable de Inversiones Alternativas de Renta Fija en Jupiter Asset Management.

Para las bolsas europeas, lo que acontezca en EEUU y Wall Street volverá a ser clave. Una vez que el Banco Central Europeo (BCE) ha reconocido que la caída del tipo de cambio ha sido una de las razones para mover tipos más agresivamente, los inversores creen que una Fed más moderada quitará presión al banco central del euro para adoptar subidas de tipos más elevadas. De momento, el mercado sí ha notado un cambio de tendencia sobre todo en el sector financiero. La banca se ha disparado estos días en bolsa alentada por las expectativas de rentabilidad que le generan unos tipos más altos. El Ibex 35, con un cuarta parte expuesta a los valores bancarios, ha sido uno de los grandes beneficiados del endurecimiento del BCE.

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