Relevo del auditor

Deloitte pone el énfasis de la situación de Grifols en cómo termine de vender SRAAS

La nueva auditora de la farmacéutica, que releva a KPMG a partir de este año, identifica como "clave" el impacto que la venta de la participación en Shanghái Raas tendrá en la situación financiera y liquidez de la compañía.

Deloitte pone el énfasis de Grifols en su salida de Shanghái Raas.
Deloitte pone el énfasis de Grifols en su salida de Shanghái Raas.
Deloitte vía L. I.

Grifols ha logrado el matasellos de la auditora KPMG a sus cuentas anuales de 2023 con una opinión sin salvedades que no esconde su difícil situación, ni la complejidad de la estructura financiera de la farmacéutica. La incertidumbre sobre la firma oficial de las cuentas que presentó la empresa el jueves 29 de febrero han mantenido en vilo a accionistas, bonistas y analistas durante los últimos días por el riesgo de que surgiesen nuevas sorpresas. Ahora solo queda el dictamen encargado a la CNMV para dilucidar si Grifols ha cumplido con el deber de informar al mercado sobre sus cargas, relaciones con los accionistas y riesgos de las transacciones que ha realizado.

El nuevo supervisor de sus cuentas es desde el pasado 1 de enero Deloitte, que releva a KPMG por la norma de rotación en esta labor, pero que ya está inmerso en el análisis de las cuentas de la farmacéutica desde 2023. En su opinión sobre las cuentas individuales de la compañía, el nuevo auditor ha puesto el énfasis en la venta en curso de la participación del 20% en Shanghái Raas (SRAAS). "La importancia de dicha transacción, cuya materialización tendrá un impacto significativo en la evaluación de la situación financiera y liquidez de la sociedad", explica la auditora, "supone que esta cuestión se haya identificado como clave".

KPMG, que audita las cuentas consolidadas de 2023, considera también como cuestión clave del informe de Grifols la operación china, aunque pone el énfasis en el fondo de comercio que asciende a 6.802 millones de euros, de los que 2.679 millones corresponden a la unidad generadora de efectivo (UGE) Diagnóstico. La auditora advierte que el modelo usado incorpora previsiones e hipótesis de flujos de efectivos descontados a futuro, tasas de crecimiento a perpetuidad e incrementos de las ventas de varias líneas de negocio (Nat, BTS, CDx) que ante "pequeños cambios en estas hipótesis podrían producir un efecto significativo" en el valor recuperable del citado fondo de comercio.

De las siete páginas del informe de Deloitte sobre Grifols, la mayor parte es una salvaguarda a modo de advertencia a los inversores sobre los límites de la responsabilidad del auditor y dónde empiezan los de los administradores de la farmacéutica. "Nuestra responsabilidad consiste en examinar el archivo digital preparado por los administradores de la sociedad", alega en su opinión sobre las cuentas individuales, al tiempo que recuerda que su objetivo es dar seguridad de que las cuentas anuales presentadas están libres de "incorreción, fraude o error".  La auditora KPMG se pronuncia en términos similares sobre el alcance de su informe y su salvaguarda sobre la responsabilidad en que incurre ocupa una página. 

A finales de 2023, Grifols anunció la venta de una participación del 20% en Shanghái Raas (SRAAS) al grupo chino Haier, aunque mantendrá el 6% del capital. Cuatro años antes, mediante un canje de acciones con una filial en EEUU GDS. La desinversión está cerrada por 12.500 millones de yuanes (unos 1.600 millones de euros), pero incorpora compromisos y garantías con el comprador que extienden una incertidumbre visible para Grifols. No solo KPMG o Deloitte ponen el foco en esta cuestión, sino que la agencia de calificación Moody's ha amenazado con bajar el rating B2 a la farmacéutica por los "riesgos de ejecución" de esta operación.

La venta de Shanghái Raas, clave de bóveda

Tanto Deloitte como KPMG, a 31 de diciembre de 2023, difieren en el importe equivalente al 20% de la participación en SRAAS, que asciende para la primera asciende a 1.360 millones de euros, mientras que KPMG señala que Grifols tiene clasificada la desinversión en 1.433 millones. Ambas cifras están lejos de los 1.600 millones planteados inicialmente en la venta y podrían deberse a diferencias en el tipo de cambio, errores o en los precios de referencia. De hecho, la cotización de Shangháis Raas en bolsa se ha desplomado cerca del 20% en lo que va de 2024, hasta los 7 yuanes por título frente a los más de 9 en que se pactó la venta. 

La desinversión está prevista que se cierre en este primer semestre, aunque la compañía abre la puerta a la posibilidad de que se retrase, según consta en las cuentas. "Ambas partes estiman que el cierre de la transacción ocurrirá en junio de 2024, aunque podría posponerse en caso de que alguna aprobación regulatoria esté pendiente a dicha fecha", advierten. 

La operación contiene además varios compromisos y garantías que seguirán uniendo a ambas compañías. Como parte del acuerdo con Haier, Grifols mantendrá un consejero en el órgano de gobierno de SRAAS. Además, la compañía española se ha comprometido a modificar el acuerdo inicial con SRAAS para "suministrar mayores cantidades del suero humano (albumina) en el mercado chino". En concreto, el acuerdo de distribución exclusivo para el mercado chino se prorrogará por un período inicial de 10 años (hasta 2034) con una opción 10 años adicionales si así lo requiere la empresa china, según consta en las cuentas. 

Otro de los compromisos de la operación es la consecución de un EBITDA (resultado bruto de explotación) agregado de 850 millones de dólares para el periodo 2024-2028 en Grifols Diagnostic Solutions (GDS), filial participada en un 55% por Grifols y un 45% por Shanghái Raas. "En caso de no cumplirse dicho EBITDA, Grifols compensará a SRAAS con el 45% del importe restante hasta alcanzar dicho importe", señala la empresa española, que también se compromete al reparto del 50% del beneficio distribuible de GDS a los accionistas en el período 2024-2028, es decir, que la mitad de los dividendos de su principal negocio en EEUU irían a China.

La venta de SRAAS se ha convertido en la clave de bóveda del proceso de refinanciación de la deuda financiera de Grifols, que arrastra pasivos de 11.000 millones de euros, aunque afronta vencimientos cercanos a los 3.000 millones para el año que viene entre reembolsos de bonos y una línea de crédito bancaria. La desinversión china permitiría a Grifols reducir su apalancamiento, aunque la farmacéutica está por la labor de refinanciar para evitar ahogos futuros.

No obstante, el nuevo escenario de tipos de interés colocan a la empresa ante una situación de gastos financieros crecientes que alcanzaron los 596 millones de euros en 2023, un 24% más que en 2022 (478 millones) y un 115% más que en 2021 (267 millones. La deuda de Grifols está repartida en un 59% a tipo fijo (5.696 millones de euros) y un 41% variable (3.956 millones de euros)

Cada punto porcentual (100 puntos básicos) de incremento en la curva de tipo de interés le supondrá un sobrecoste de 34 millones de euros, según estima la compañía. Grifols mantiene emitidas cinco series de bonos que vencen entre 2025 y 2028 por un importe de 4.500 millones de euros y que pagan cupones del 1,62% al 4,75%. Sin embargo, los precios actuales para una empresa con pasaporte B2 o inferior (rating de Moody's) pueden superar con holgura el 8%. Si Grifols no amortiza deuda, el incremento del coste financiero puede subir de forma drástica.

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