En el ojo de los bajistas

La división en la CNMV por el veto a los cortos reedita el temor al azote a la banca

Sede de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV)
Sede de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV)
EUROPA PRESS - Archivo

La semana del levantamiento al veto que impedía operar con posiciones cortas en la Bolsa española, una medida que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) adoptó en coordinación con sus homólogos de Italia, Francia, Austria y Bélgica, ha reeditado los temores sobre la situación de los bancos españoles cotizados. Algunas entidades han vuelto a convertirse en diana de los bajistas en la última semana, lo que reedita los temores sobre la fortaleza del sector y la del propio Ibex 35, un índice fuertemente bancarizado. Estos miedos emergen, además, en un momento de fuerte división en el seno del regulador sobre la prohibición a los cortos a raíz de la prórroga de esta medida decretada el pasado 18 de abril.

La CNMV anunció por primera vez el coto a los bajistas el pasado 16 de marzo, cuando el Ibex tocó suelo a raíz de la crisis del coronavirus en 6.107 puntos. Para entonces el selectivo español se había hundido un 39,43% en relación al máximo anual que marcó el 19 de febrero (10.083 puntos). Con las ventas en corto, el inversor pide prestado acciones y luego las vende con la esperanza de comprarlas más tarde a un precio más bajo antes de devolverlas y embolsarse la diferencia. Los expertos aseguran que esta práctica aumenta aún más la volatilidad en momentos de estrés, pero al mismo tiempo dota de más liquidez al mercado.

El antes y el después en el consejo de la CNMV se produjo un vez que el regulador decretó la ampliación del veto por un mes mas, hasta el 18 de mayo. Fuentes próximas al regulador confirman a La Información que a raíz de aquello un sector del organismo se mostró contrario a prohibir las posiciones bajistas al entender que la medida contraviene los intereses de la propia Comisión, puesto que exige un mayor nivel de intervencionismo. Entre los argumentos que esgrime también este grupo está el hecho de que, una vez que se levanta el veto, la posición de las cotizadas viene a quedarse en la misma situación en la que estaba antes de decretarse.

Enrique Castellanos, director del Instituto BME, lo explica a La Información de un modo didáctico: al aprobarse medidas como el cerco a los bajistas lo que se consigue es que el mercado  "vaya al mismo sitio donde iba a ir, pero más despacio". Incide, además, en que no hay muchos inversores netamente bajistas porque se trata de una estrategia que tiende a no funcionar en el largo plazo. "En general, lo que suele suceder es que cuando los mercados tienen que caer o tienen que corregir es que lo hacen", apunta. Los inversores están cerrando posiciones o están haciendo coberturas y, con ello, presionando los precios. El mercado no cae solo porque haya gente que esté apostando a la baja.

Atendiendo a la evolución de los mercados en este tiempo, la prohibición de los cortos ha impedido al Ibex 35 recuperarse en la misma medida en la que lo han hecho otros grandes índices. Su cotización avanza alrededor del 9,5% desde los mínimos de marzo, mientras que el Dax de Fráncfort se ha acelerado un 32,95% desde su suelo anual, que tocó además dos sesiones después que su homólogo español. Si bien, las medidas de protección son contraproducentes en el caso de otros sectores, ejercen un papel clave en valores como los financieros por un tema de solvencia asociado a su capitalización.

Sólo en las tres sesiones posteriores al levantamiento de los cortos, la nacionalizada Bankia perdía un 19,6% de su capitalización (448 millones de euros) y el Banco Sabadell retrocedía un 15,8% (dejándose por el camino 264 millones de euros). Los dos se han convertido en la diana de los bajistas dentro del selectivo. Fuera lo han sido también Liberbank (-12,5% en tres sesiones) y Unicaja (-6,84%).

Un castigo mayor a los bancos italianos y españoles

El castigo a los bancos españoles o a los italianos ha sido superior en estos últimos días al que ha registrado, por ejemplo, la banca gala. El levantamiento "no fue un acontecimiento mayor en el mercado francés", apunta Aitor Méndez, analista del bróker IG. Se da la circunstancia de que tanto Roma como Madrid afrontan una situación más delicada que, con toda probabilidad,va a llevarles a solicitar el respaldo económico de la Unión Europea para atajar los efectos que la crisis del coronavirus está teniendo sobre sus economías.

Los inversores “tenían la escopeta” bien cargada tanto en lo que hace referencia tanto al mercado español como al italiano, al ser estos dos países los que se espera sufran un mayor impacto económico tras la crisis sanitaria. A esto se suma, según Juan J. Fernández-Figares, responsable de Análisis de Link Securities, el hecho de que los volúmenes de contratación vienen siendo muy reducidos desde hace semanas en la bolsa española. 

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