Escenario reflacionista

La futura 'revolución verde' agitará el mercado de divisas: el yuan, en el radar

La divisas china ya se ha revalorizado frente al euro un 6% desde los mínimos de agosto y se sitúa como uno de los mercados con mayores expectativas por crecimiento y su transición energética.

Cotización del yuan chino
Cotización del yuan chino

Si el inicio de 2021 llevó a los mercados a cuestionar el mantra de la ausencia de inflación, el debate se ha caldeado en febrero, cuando el equilibrio de inflación a 10 años de Estados Unidos ha alcanzado su nivel más elevado desde 2014, estimando unas expectativas de IPC más altas. Estas presiones son mayores de las esperadas en este ejercicio, aunque el problema no es esta situación en el corto, sino el cambio de paradigma que se avecina. Un esquema que favorece a algunas estrategias vinculadas los activos verdes, lo cual puede favorecer a algunas divisas.

El gran estímulo fiscal podría hacer que se produjera un fuerte repunte económico que no solo podría impulsar cierta presión inflacionista, sino también aumentar las divergencias entre los mercados de Estados Unidos y el resto del mundo desarrollado.

Esto hará que los argumentos para ir en corto con el dólar sean bastante problemáticos y aumentará el atractivo de la renta fija estadounidense en el desierto de la rentabilidad. China (y en general Asia) mantiene un ritmo sólido de recuperación, cosa que se refleja en el dinamismo de los mercados de renta variable a principios de año”, apuntan Kasper Elmgreen, Yerlan Syzdykov y Ken Taubes, analistas de Amundi.

Es importante señalar que el punto de partida de esta recesión es muy distinto al de 2008. En primer lugar, se trata de un gran impacto temporal al que seguirá una fuerte reversión con consecuencias menos permanentes que las de una crisis financiera.

En segundo lugar, los altos niveles de liquidez del sistema, el aumento de la renta y el ahorro personales y el fuerte efecto de la riqueza probablemente desencadenará una demanda reprimida: un cóctel que podría alimentar aún más la inflación.

Asimismo, existe el riesgo que los bancos centrales queden atrapados en su mantra de tipos de interés bajos y políticas acomodativas para restablecer las condiciones económicas y abordar temas sociales estratégicos.

El repunte del sector manufacturero, las revisiones y la relajación de las condiciones financieras permiten que las bolsas puedan seguir este camino al alza, pese a los tensionamientos que aún prevalecen de fondo. Una situación que puede respaldar un enfoque selectivo y de valor relativo.

Por ejemplo, en el mercado de las divisas, un entorno pro-reflacionista, unido a las oportunidades de valor relativo, permite que mejoren las perspectivas sobre algunas monedas en concreto. “Este escenario invita a mejorar previsiones sobre la libra, el dólar canadiense y el franco suizo debido a las atractivas valoraciones”, sostienen los expertos de Amundi.

En este esquema mejoran sus opiniones sobre el yuan y frente al euro, impulsados por las expectativas de flujos de entrada en activos y por la posibilidad de participar en la transición mundial hacia el mundo de la energía eléctrica verde. “Esta depende de los metales conductores, como los semiconductores”, ahondan Elmgreen, Syzdykov y Taubes.

El yuan ya se ha revalorizado frente al euro un 6% desde los mínimos de agosto, mientras que el cruce del la moneda del viejo continente frente al dólar canadiense o el franco suizo sí es favorable para la divisa del mercado común. Con todo, las perspectivas pueden cambiar por ese esquema reflacionista y con el potencial de algunos países con la recuperación económica y la revolución verde.

No cabe duda de que China es una de las regiones que puede encarar una década dorada por su revolución en sus infraestructuras y la apuesta por las energías limpias: una tendencia que puede favorecer al yuan”, apuntan los expertos de Jefferies en una nota.

“El escenario invita a pensar que hay algunas ideas de valor relativo en el mercado de divisas, como el franco suizo, el dólar canadiense o el rublo, que pueden salir respaldadas de la próxima recuperación y con ese enfoque en la sostenibilidad”, concretan los analistas de Atlantic Capital en un informe.

El valor relativo en otras áreas

Sin embargo, este panorama puede hacer que se encuentren ideas de inversión de valor relativo en otros segmentos. En Europa, aunque las valoraciones actuales de la deuda periférica ofrecen un menor potencial de endurecimiento, muchos expertos siguen siendo constructivos.

“Esto es especialmente cierto en el caso de una estrategia de valor relativo de Italia a 30 años frente a Alemania, gracias a la influencia del BCE, a la demanda de deuda italiana por parte de los inversores extranjeros y al nuevo gobierno dirigido por el antiguo presidente de la institución monetaria, Draghi”, apuntan los expertos de Amundi.

El crédito sigue estando respaldado por la relajación cuantitativa. “Esperamos un ajuste muy limitado de los diferenciales, pero la clase de activos sigue ofreciendo cierta rentabilidad y por eso nos inclinamos por el la deuda de grado de inversión dado su menor apalancamiento frente a los bonos de grado de inversión de Estados Unidos”, añaden.

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